Es probable que fuera Asia donde se desarrollara el arte de construir
pozos y galerías de captación de aguas subterráneas. Las poblaciones humanas
que habitaban estas desérticas regiones
basaban su economía casi exclusivamente en la agricultura y las necesidades de
agua eran vitales. La ausencia de agua superficial empujó a estas civilizaciones a buscar el
agua donde era más abundante, en el subsuelo.
Parece que fueron los Persas una de las primeras civilizaciones
dedicadas a construir obras subterráneas de captación de aguas y un buen ejemplo de ello son los túneles de Yfrikilya, en Irán, cuya antigüedad puede
superar los 3.000 años. Estos largos túneles, que podían llegar a los veinte
kilómetros y que captaban el agua de los conos aluviales de las rocas calcáreas y la transportaban
hasta núcleos urbanos son conocidos como
Kanats o viajes de agua. La construcción y el uso de kanats se generalizaron con el tiempo a
regiones próximas como Afganistán o Egipto. En estas regiones los kanats siguen
en uso en la actualidad, siendo utilizados para labores agrícolas y
abastecimiento humano.
Las primitivas técnicas de construcción de estos kanats son sólo en
parte conocidas. Es seguro que primero se buscaba el agua mediante un pozo
vertical y una vez localizada se excavaba un túnel hacia la zona a irrigar. El
lecho de la galería era dotado de una mínima pendiente que facilitara la
circulación del agua y en intervalos que oscilan entre los cinco y veinte
metros se excavaban pozos verticales, para facilitar la extracción de
materiales y la ventilación.
Estos sistemas fueron adoptados en siglos posteriores por la
floreciente cultura islámica asentada en el mismo marco geográfico y que los amplía y mantiene durante los siglos posteriores. Se
ha constatado la existencia de Kanats en zonas de América latina como México,
Perú o Chile y también en Europa. En
España tenemos algunos ejemplos de kanats
construidos probablemente durante el
reinado de la dinastía islámica de
los Omeya como puede ser el caso de la
conducción subterránea encontrada casualmente en Fuentelapeña (Zamora). http://www.fuentelap.com/historia/qanat/qanat.htm
Esto demuestra que la construcción de túneles subterráneos para captar
agua fue una técnica muy utilizada y desarrollada en la antigüedad y no sólo
por parte de la cultura islámica, también la desarrollaron los romanos que la
utilizaron en muchas zonas de la Península Ibérica. Hay muy pocos estudios
sobre minas de agua en nuestro país pero tenemos algunos ejemplos muy
destacables aquí en Andalucía como la “Mina de Alcalá de Guadaira”, http://www.traianvs.net/pdfs/2010_08_geos.pdf
que se desarrolla en gran parte bajo el
casco Urbano u otras menos conocidas y cercanas como la de Alcaudete. Las minas
de Alcalá de Guadaira y Alcaudete son de
unas dimensiones sorprendentes ya que en
ambos casos superan ampliamente los cuatro kilómetros de desarrollo pero también existe
un interesante conjunto de minas más pequeñas distribuidas a lo largo de la Colina de los
Alcores, que se extiende desde Alcalá hasta Carmona. También encontramos minas de
agua en diferentes pueblos de Andalucía
como El Coronil, Osuna, Aguilar de la Frontera (Córdoba), Ronda (Málaga) etc. Y
por supuesto también podemos encontrar estas estructuras subterráneas en
diferentes puntos de toda nuestra Península.
La estructura de las minas de agua o kanats es similar en todas las culturas antiguas,
encontrado sólo pequeñas variaciones condicionadas por la funcionalidad de la
mina o el terreno donde se construían. Son frecuentes las obras internas de
refuerzo mediante bóvedas, bien de ladrillo o de piedras cuando la mala
consistencia del terreno así lo requería. Las estructuras internas realizadas
con ladrillos son una importante referencia para ayudar a la datación de la
mina, pero también tenemos otros
aspectos más difíciles de valorar pero también útiles como las técnicas
constructivas la morfología de las
galerías, las huellas de las herramientas o los indicios de los sistemas de iluminación utilizados.
Pienso que de entre todas las grandes obras de ingeniería que realizaron
nuestros antepasados las minas de agua son sin duda las más desconocidas y probablemente sea por
la naturaleza subterránea de las mismas. Esto es precisamente la motivación principal que ma ha animado a escribir este blog.
Fuentes consultadas:
“La civilización clásica del Islam” Dominique Sourdel, Janine Sourdel,
Dolores Sánchez Aleu. Editorial Juventud
S.A. 1981.
“El acueducto a Sevilla desde Alcalá de
Guadaíra” Asociación “Sociedad Espeleológica GEOS”. AQVAE
http://www.traianvs.net/pdfs/2010_08_geos.pdf
blog “biombo histórico”. El Islán la civilización
del agua”
Quisiera aportar a este artículo que lo considero interesante que las lumbreras pueden estar separadas a distancias superiores a los 20 metros. Existen Kanats con lumbreras con mayor amplitud y no solamente para el registro de la conducción y la aireación sino también como sistemas de captación de agua. Actuarían como sumideros en determinados suelos como la calizas drenando agua a su interior y aportando más agua a la conducción que traer las aguas de la captación o del manantial en que caso que fuera solo una.
ResponderEliminarEn Aguilar de la Frontera (Córdoba) encontramos también efectivamente un Kanats pero también en la capital de la provincia tenemos otro de unos 4 o 5 kms.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar