Historia de las exploraciones:
En el mes de septiembre
del 2015, D. Angel Martínez García,
vecino de la localidad de Montejaque ,
miembro de la Junta Rectora del Parque
Natural de Grazalema y un viejo conocido
de nuestras andanzas espeleológicas contacta con nosotros para invitarnos a la
exploración de una mina de agua posiblemente romana . La mina se haya situada
al Norte de la ciudad romana de Acinipo, cerca de Ronda , fuera de la zona arqueológica
y en las proximidades de un cortijo conocido a tal efecto como El cortijo de la mina. Las indicaciones
de la mina habían sido facilitadas por
la señora Ani Gonzalez Dominguez, amiga personal de Angel y conocedora de la
mina por haber pasado parte de su infancia en dicho cortijo. El tema nos pareció
sumamente interesante ya que podría aportarnos datos comparativos con las minas
que estamos explorando en los Alcores Sevillanos. Concertamos una
cita con Angel y Ani en la misma entrada de Acinipo, desplazándonos seguidamente al
cortijo de la mina al que hay que acceder por una pista forestal.
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El cortijo de la mina. Foto: Angel Martínez. |
Situación y contexto arqueológico.
Acinipo o “Ronda
la Vieja”, es un importante enclave
arqueológico situado a unos 11
kilómetros al Norte de Ronda y a 6 de
Setenil de las Bodegas. Se trata de uno de esos asentamientos humanos que por
sus favorables características
geofísicas y estratégicas fue intensamente poblado desde al menos los albores del Neolítico. La ciudad se
enclava sobre una característica meseta conocida como “La mesa de Ronda la Vieja”,
creada por acumulación de materiales sedimentarios de origen marino durante
el Mioceno, y que se eleva a 998 metros sobre el nivel del mar, conformando una superficie
de casi un kilómetro de largo por
cuatrocientos metros de ancho. Rodeando
la meseta se abren grandes extensiones que
son idóneas para el cultivo. El sustento de agua a la ciudad estaba asegurado por manantiales, arroyos y
cisternas de recogida de aguas pluviales. Se han encontrado unas grandes termas
abastecidas por un manantial.
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Excavaciones de Acinipo, "El teatro". Foto: Angel Martínez |
Las
excavaciones realizadas en Acinipo hasta la fecha dan cuenta de un importante
horizonte de ocupación neolítica, abarcando la Edad de Bronce y Cobre,
conformado por restos de cabañas , necrópolis y murallas de cerramiento y al que sucedió tras un período estéril un importante oppidum ibérico en el siglo V a.n.e. y que perduró hasta la ocupación romana.
Acinipo acabó
siendo uno de los muchos enclaves íberos que fueron romanizados tras las Guerras Púnicas y su
estratégica situación le hizo desempeñar un importante papel en todas las
vías de comunicación entre Málaga, Gibraltar, la depresión del Guadalquivir y
gran parte de Andalucía.
A partir de su
romanización la ciudad de Acinipo alcanza su máximo esplendor, llegando a
contar, según algunas fuentes, con más
de 4.000 habitantes. La ciudad fue edificada con una arquitectura muy peculiar,
adaptada a la orografía del terreno en pendiente que obligó a utilizar un
sistema de terrazas artificiales. Se conserva gran parte del teatro, cuyo graderío ha sido excavado
directamente en la roca madre, así como restos de otras edificaciones menores
y algunas viviendas, la mayor parte de la ciudad esta aún sin excavar.
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Plano de las excavaciones de Acinipo. Extraido de Wikipedia. |
Como todas las
grandes ciudades romanas Acinipo comienza su decadencia hacia el Siglo III d.n.e. perdiendo su importancia a
favor de la cercana ciudad de Arunda (Ronda)
hasta quedar desabitada hacia el
Siglo VII.
La mina de
agua que nos ocupa no se encuentra
dentro de los límites de la ciudad, esta
situada a algo más de un kilómetro al Norte de la misma, entre el paraje
conocido como Puerto de Sauco y los Villalones, en las proximidades de un
antiguo cortijo conocido como “Cortijo de la mina” por alusión a la misma. Este
manantial ha sido recogido, junto con otros de la zona en la página web de la
Junta de Andalucía. “Conoce tus fuentes”, esta encuadrada en lo que sería un entorno Rural, relacionado con las grandes
explotaciones de cereal. Puede que fuera
la fuente de abastecimiento de una Villae o pequeño núcleo urbano. Se
conserva una canalización muy deteriorada que conduce el agua de la mina hasta
un abrevadero, cuya cimentación podría ser romana.
Descripción de la mina:
Se trata de
una mina de escaso desarrollo, unos ochenta metros formada por una galería
excavada en una dirección más o menos constante de unos 160 º respecto al Norte, siguiendo
probablemente un pequeño manantial natural. La mina esta cerrada por una
construcción abovedada hecha de
mampostería y factura moderna de unos 2,5 metros de altura por un metro y medio
de ancho, al que se le ha colocado una
cancela, que actualmente ha sido arrancada y esta tirada en el suelo. Sabemos
que estas obras de cerramiento fueron realizadas por el Ayuntamiento de ronda
hace algunos años.
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Estructura reciente construida por el Ayuntamiento de Ronda para proteger la mina.
Foto: Angel Martínez.
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Detalle del pasillo de acceso a la mina desde el interior del cerramiento.
Foto: Angel Martínez.
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Tras este corto pasillo encontramos lo que fuera la entrada original de la mina que empieza siendo una pequeña cámara excavada en la roca y enlucida completamente con mortero de cal de
carácter hidrófugo, probablemente para su consolidación ya que la roca en este
punto parece de poca consistencia. La sala tiene un ancho de unos dos metros y
una altura de apenas un metro, estando
el suelo completamente ocupado por el agua que tiene una altura de unos
treinta centímetros. Todo este revestimiento así como las pequeñas presas
realizadas en el suelo y también revestidas parecen haber sido restauradas en
épocas recientes.
Pequeña sala que precede a la mina. Las paredes han sido enlucidas con un mortero de cal.
Foto Manuel Bernal.
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Entrando a la mina desde la sala precedente. En el margen superior derecho se puede ver el detalle del revestimiento que está parcialemnte desprendido. Foto: Angel Martinez.
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Tras esta primera sala recolectora comienza la mina de agua. Esta excavada a pico sobre un estrato de roca caliza mucho más consistente que el precedente y
esta presidida por una espectacular colada de casi
un metro de altura formada por el constante flujo de agua desde la pequeña
represa. La altura de la galería es en principio de apenas 30 cm. debido a la elevación del
suelo por precipitaciones calcáreas en forma de espectaculares gours, generados por el represamiento de la galería y un regimen de flugo de agua lento . El ancho de la galería es de unos 60 cm., que concuerda con el patrón
habitual. La altura original de la
galería es muy difícil de determinar pero
suponemos que sería de entre 1,60 a 2
metros, que es el tamaño normal de este tipo de galerías. Cada 60 cm.
aproximadamente encontramos lucernarios excavados en ambos lados, también
encontramos huecos más grandes para depositar vasijas con aceite con las que
recargar las lucernas.
Detalle de la galería al comienzo de la mina. Todo el lecho inferior esta ocupado por gours escalonados. Foto: José Millán.
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Accediendo la la galería. Foto: José Millán. |
Detalle de la zona de la mina totalmente cubierta por formaciones.
Foto: José Millán.
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La galería sigue en esta tónica hasta contactar con un estrato de roca blando formado por margas y que se haya en parte derrumbado, lo que forma una sala de mayores dimensiones y completamente cubierta de formaciones y tras la que culmina la mina en un pequeño manantial que brota del suelo tras un corto tramo de galería y bajo una bonita colada. Todo el trayecto de la galería esta recorrido por una corriente de agua de flujo lento que ha generado todas las formaciones del suelo, de hecho, este flujo lento y laminar constante es el responsable de los espectaculares gours que la cubren. Las filtraciones producidas desde los techos han hecho el resto.
pequeña sala formada por un contacto con una cavidad natural completamente cubierta de formaciones. Foto:José Millán.
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Detalle de formaciones. Foto: José Millán. |
Conclusiones:
Sin duda se
trata de una mina origen romano, la
galería ha sido excavada con el clásico pico de hierro curvo, que deja su
característico trazo. Las técnicas de iluminación empleadas tanto por la
excavación de lucernarios como de hornacinas son también típicamente romanas,
como las dimensiones del ancho de la galería. En este caso no se han excavado
puteis o lumbreras auxiliares y la galería no tiene ninguna bifurcación. Se
trata de una galería excavada en parte a
favor de un pequeño manantial preexistente y que no debió aportar un caudal
excesivo como demuestra el increíble desarrollo de las concreciones calizas que
no sería posible en un régimen de agua turbulento.
Lucernario: las distancias entre lucernarios son las habituales de entre 60 cm y 1 metro. Foto: Manuel Bernal.
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La mina ha sido represada
para conseguir un cierto volumen de almacenamiento en la pequeña sala-
colector inicial que se encuentra revestida con un mortero de cal hidrófugo que no parece el clásico opus signinum
romano por lo que creo puede ser una obra posterior.
El increíble desarrollo de las formaciones que cubren la galería ha de deberse a unas condiciones muy favorables: un agua muy cargada de carbonato cálcico y anhídrido carbónico, fuertes filtraciones por estar bajo un terreno permeable y una temperatura alta. En este caso, como en otros, vemos presente en estas galerías la inequívoca “cultura del aprovechamiento del agua” que caracteriza al imperio romano que se afanó por dominar los recursos hídricos subterráneas creando galerías donde ya existían manantiales, con la única intención del mejor control, dominio y aprovechamiento de estas corrientes subterráneas.
Espectacular colada que cierra la galería sobre un pequeño manantial .
Foto: José Millán.
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La zona final y más espectacular de la mina. La extraña sección de la galería se debe a que ha sido excavada en el contacto con un conducto natural . Foto: José Millán. |
El increíble desarrollo de las formaciones que cubren la galería ha de deberse a unas condiciones muy favorables: un agua muy cargada de carbonato cálcico y anhídrido carbónico, fuertes filtraciones por estar bajo un terreno permeable y una temperatura alta. En este caso, como en otros, vemos presente en estas galerías la inequívoca “cultura del aprovechamiento del agua” que caracteriza al imperio romano que se afanó por dominar los recursos hídricos subterráneas creando galerías donde ya existían manantiales, con la única intención del mejor control, dominio y aprovechamiento de estas corrientes subterráneas.
A pesar de ser una mina de escaso desarrollo, las espectaculares formaciones que contiene le dan un interés que sobrepasa el puramente arqueólogico. El excelente estado de conservación de estas ha de deberse a que no ha recibido practicamente visitas a lo largo de su historia o que estas han sido muy puntuales. Esto es debido a que el acceso al interior de la mina es complicado por la estrechez de la galería y la necesidad de introducirse en el agua para explorarla. La mina debería ser protegida convenientemente restaurando la cancela de hierro.
No hemos realizado un levantamiento topográfico de la mina pero adjuntamos un croquis.
Fuentes consultadas:
Wed Conoce tus Fuentes de la Junta de Andalucía: http://www.conocetusfuentes.com/home.php
Bases del patrimonio inmueble de Andalucía:
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