Galerías iniciales de la mina que tiene una sección muy característica por estar excavada sobre un gran protoconducto freático
El pasado mes
de Febrero fuimos invitados por nuestro compañero Pancho Gamero, investigador entre otros temas de las antiguas estructuras hidráulicas cordobesas, a visitar una interesante mina de agua situada en un
singular paraje cercano a Córdoba conocido como Huerta de Don Marcos.
La huerta de Don Marcos se haya
situada a unos tres kilómetros al
noreste de Córdoba, cerca del Barrio Naranjo, es un lugar con una historia realmente interesante que
la ha convertido en uno de los lugares de culto en relación a la figura del conocido escritor cordobés Luis
de Góngora.
La historia conocida
del lugar se remonta al año 1.275 por referencias al que fuera en ese momento señor de esta hacienda ,un canónigo cordobés llamado Don Marcos. En aquellos tiempos ya existía en el lugar un importante molino de aceite y una huerta , abastecidos por las aguas
de un caudaloso manantial que nacía bajo la propia hacienda y que iba a desembocar al Arroyo Pedroche, situado en las proximidades.
Tras la muerte de Don Marcos la huerta pasa a ser propiedad
del Cabildo de Córdoba que la arrienda sucesivamente durante siglos. Entre los
arrendatarios de la huerta figura el ilustre escritor Luis de Góngora, que disfruta de la huerta hasta
el año 1.615. Se cree que Góngora
escribe algunas de sus mejores obras en este sitio al que acudía a inspirarse y retirarse de la vida pública , entre ellas una de sus historias más emblemáticas
“Polifemo y Galatea”.
Localización de la Huerta de Don Marcos.
Aspecto actual de la Huerta de Don Marcos, la mina de agua se haya situada en un rebaje del terreno bajo el edificio que se ve en primer término , sobre las huertas que se encuentran en la zona inferior. de la finca al fondo. Foto: José Millán.
Se sabe desde siempre que las aguas que
riegan la Huerta surgen de una canalización subterránea o mina de agua y es muy
probable que el origen de esta mina se remonte a épocas muy anteriores a la Edad Média ,
concretamente al siglo I de nuestra era, ya que pudo ser una de las fuentes del acueducto conocido como “ Aqua Nova Domitiana Augusta”, construido por orden del emperador Domiciano para paliar las crecientes necesidades de
agua de la Corduba romana, abastecida hasta entonces por otro gran acueducto, el “Aqua Betus” o acueducto de Valdepuentes.
Se conservan algunos restos del Aqua Nova Domitiana Augusta junto al Arroyo Pedroche, a unos 200 metros al
este de la Huerta que ya fueron
documentados en el año 1.760 por Francisco Ruano en su “Historia General de Córdoba”
El acueducto disponía de cuatro ramales con una longitud aproximada de 13,2
kilómetros. Se cree que uno de estos ramales proviene de un gran depósito o cisterna situado junto al llamado Castillo de Maimón y del que se conservan algunos restos, muy
cerca de la Huerta de Don Marcos. Los ramales del acueducto
estaban constituidos por canales rectangulares de 40X60 cm. hechos de opus caementicium (cantos rodados
ligados con cal) discurriendo de manera superficial hasta que en las
proximidades de Corduba se unían todos en una sola conducción de 90X60 cm.
elevada unos seis metros sobre el suelo.
En la foto superior se ve el acceso a la mina de agua y abajo el aspecto de la galería inicial completamente revestida con mampostería y un tosco enlucido. Fotos: José Millán.
El acceso a la mina se realiza por
una pequeña puerta abierta en una pared situada bajo el cortijo, en un rebaje del
terreno. Las aguas alimentan una alberca que parece de factura medieval y luego circula
hacia unas terrazas donde están las
huertas y los restos del molino. Los primeros metros de la galería están formados por un conducto revestido de
unas dimensiones de 1,80X0, 70 m.
aproximadamente, las paredes están
realizadas con mampostería y algunos ladrillos intercalados, cubierto con un tosco enlucido de mortero bastardo. La cubierta de la galería esta formada por grandes
losas de piedra labrada. Tras unos metros la galería cambia, estando revestida
solo por la zona inferior donde se ha creado una canal que parece hecho con
ladrillo y mortero. La zona superior de la galería esta excavada en una roca
característica del subsuelo de Córdoba compuesta por un conglomerado de calcarenita,
arenas y grabas, la llamada Biocalcarenita Miocena cordobesa. Encontramos una primera lumbrera o registro rectangular de unos 0,90 cm. de lado
completamente revestida con grades piedras labradas. Tiene una profundidad de
unos cinco metros.
Arriba aspecto de la la galería inicial excavada en conglomerados y revestida en la zona inferior formando una canal. Abajo se puede ver una lumbrera o registro completamente revestida con piedra labrada. Fotos: José Millán.
Tras este primer tramo que mide unos
treinta metros llegamos a un hueco abierto entre formaciones calcáreas de forma
alargada que tiene aproximadamente 1 metro de alto por unos 50 cm. de anchura y da acceso a la mina propiamente
dicha. Lo primero que observamos es que esta claramente excavada sobre un protoconducto freático . El primer
tramo de galería que hemos recorrido anteriormente parece claramente posterior a la mina original. Tanto los
materiales de los revestimientos como la forma de excavación hasta la mina sugieren que debe
ser una remodelación hecha en época medieval, puede que de época árabe o del siglo XIII, que es
cuando hay constancia del primer uso de la huerta y del molino. La continuidad original de la galería a favor de las aguas (al menos de la galería freática) se encuentra cegada a los pocos metros.
Arriba vemos un lucernario típico completamente cubierto por concreciones calcáreas, abajo vemos el acceso desde la galería revestida a la mina un paso entre formaciones. Fotos: José Millán.
La forma en que ha sido excavada la mina parece similar a la de las minas de agua romanas estudiadas en Los Alcores ya que el sistema ha sido seguir el trazado del protoconducto ,que queda en el
techo, reexcavando la zona inferior a un ancho estandarizado de unos 60 cm. (dos pies romanos) que es algo menor que la del protoconducto, dando a la galería una sección muy peculiar pero que que nos resulta familiar por comparativa con otras minas similares. En los primeros metros encontramos dos galerías superpuestas, la inferior esta claramente excavada artificialmente y tiene de apenas 90 centímetros de altura, la de arriba es el protoconducto. Tras unos 10 metros ambos conductos se unen en uno sólo. Este hecho podría estar relacionado, bien con el encauzamiento de las aguas para desviarlas de su cauce natural o bien por algún sistema de frenado o represamiento de las aguas. Localizamos algunos
lucernarios espaciados a distancias de varios metros y en algunos puntos se
aprecian las marcas de picos que parece el clásico pico romano de punta
curvada. En el principio de la mina encontramos las únicas bifurcaciones, la
primera es una galería que sale a nuestra derecha de unas dimensiones aproximadas de 1,50X0, 60 m. y con bastante agua, que tras unos veinte metros culmina en un
sifón y que no parece excavada a favor de ningún protoconducto previo. La galería esta cubierta por concreciones calcáreas y conserva las marcas de los picos de hierro y los
lucernarios espaciados cada metro aproximadamente. No tenemos muy clara la
funcionalidad de esta galería para ello habría que concluir su exploración
superando el sifón, podría ser una galería de decantación de limos o simplemente la continuidad original de la mina. Realmente podría funcionar como galería decantadora de manera similar a las que existen en otras minas, que
no es más que una galería de corto
desarrollo perpendicular a la principal y destinada a acumular los limos y arenas que arrastra el agua. Estas
galerías siempre estaban combinadas con una sistema de frenado de las aguas previo por lo que se encuentra en un lugar adecuado para ello.
Arriba aspecto de la galería en sus primeros metros, claramente excavada a favor de un protoconducto de origen freático . El lecho se ha reexcavado a un ancho inferior a la galería freática lo que produce un caracteristico escalón sobre el que se han acumulado sedimentos. Abajo una pequeña galería lateral, que culmina en un sifón y que podría ser la continuidad original de la mina. Fotos: José Millán.
La galería principal de la mina es
espectacular, en principio tiene unas dimensiones normales de 1,60 X 0,60 m., como ya hemos apuntado los laterales están reexcavados formando unos escalones sobre los
que se han amontonado sedimentos, sobre las paredes y techos se han formado bonitas concreciones calcáreas. La curiosa morfología,
la textura de los materiales formados por conglomerados y los
recubrimientos calcáreos dan una espectacular belleza a estas galerías. Esta peculiar morfología con escalones laterales ha hecho innecesaria
en gran medida la excavación de lucernarios ya que las lucernas han podido colocarse fácilmente
sobre los escalones formados en los
hastiales (zonas laterales de la galería), no obstante encontramos algunos que
tienen dimensiones y características
similares al resto de minas romanas que hemos estudiado. Como suele ser habitual en este tipo de minas la galería va ganando
altura progresivamente. Esto es debido a la tendencia ascendente del protoconducto, ya que el lecho de la mina esta excavado prácticamente sin pendiente (se buscaba una circulación
lenta del agua que no provocara desgaste ni arrastre de limos). Esto hace que las alturas alcancen en algunos puntos los seis o siete metros. La anchura de la zona excavada en el lecho de la galería se mantiene entre
los 50 y 60 cm. si bien la anchura de la zona central del protocoducto es mucho mayor, en algunos puntos de casi tres metros. El lecho de la galería es ligeramente ascendente pero esto es debido a la acumulación de concreciones escalonadas que llamamos gours, estos se han generado por una circulación lenta de las aguas. No hay señales de que los niveles de agua hayan sido en ningún momento muy altos, es una mina donde claramente no se ha producido acumulación de columna de agua (como en otras estudiadas en los Alcores), sólo ha existido una circulación constante. No obstante los materiales extremadamente porosos formados por los conglomerados sobre los que se ha excavado la galería hubieran impedido en gran medida esta función de almacenamiento. Recordemos que esta mina era probablemente utilizada para alimentar un acueducto por lo interesaba una circulación constante y sin retenciones.
Dos aspectos de la galería principal de la mina, donde se aprecia claramente la existencia de un gran protoconducto freático que ha sido parcialmente reexcavado, Se aprecian perfectamente los diferentes estratos de roca, combinación de calcarenita con conglomerados. Fotos: José Millán.
La
galería esta equipada con lumbreras que llevan un patrón de espaciamiento de
unos 15 metros, salvo en un par de casos que se va a 30 metros. El patrón de 15
metros puede corresponder en unidades romanas a 5 pérticas (1 pértica =2,96
m.). En los Alcores hemos encontrado estas medidas en minas construidas en el
siglo I. Las lumbreras son totalmente típicas, de sección rectangular de
1,30X0, 90 m. aproximadamente y están equipadas con mechinales para el apoyo de
los pies, algunas tienen profundidades de casi 30 metros. La mayoría de
lumbreras están excavadas desde el lecho de la galería hacia arriba, que es el
sistema habitual cuando se reexcava un gran protoconducto. No obstante
hemos encontrado una lumbrera que por su orientación sobre la galería parece
excavada desde arriba, puede que sea una lumbrera de prospección por la que en una primera fase se localizara el protoconducto. Estos sistemas de excavación de lumbreras son
totalmente similares a las minas de los Alcores en los sectores donde se han
reexcavado grandes galerías naturales. Las lumbreras son ciertamente curiosas
porque presentan una textura de roca
extraordinariamente lisa, hemos llegado a pensar que pudieran estar revestidas
con mortero de cal, como algunas zonas de la galería, pero probablemente se
deba a la combinación de diferentes estratos de roca propios de la biocalcarenita formada en gran medida por pequeños cantos rodados procedentes de corrientes fluviales
unidos con una matriz arenosa. En algunas zonas de la galería estos materiales
están muy sueltos y se descomponen al tocarlos, lo que resulta ciertamente
peligroso sobre todo en la zona final explorada.
Arriba se ven dos lumbreras rectangulares típicas en las minas de origen romano, la mayoría parecen excavadas desde la galería hacia arriba. Foto: José Millán.
El único revestimiento encontrado en este sector de la mina es una pequeña bóveda de ladrillos que parece estar tapando una lumbrera fallida, es decir , una lumbrera que se comenzó a excavar y por malas condiciones del terreno se abandonó, tapándola posteriormente con esta bóveda posiblemente para evitar caída de materiales a la galería. Los ladrillos están colocados de una manera algo arbitraria estando algunos colocados incluso de cara y no de canto como es lo própio de una bóveda de medio punto.
No hemos podido hacer une estudio tipológico de los ladrillos porque se encuentra a una altura considerable sobre el suelo pero aparentemente podrían cuadrar dentro de un modulo romano.
Detalle de una bóveda de ladrillo que parece tapar una lumbrera fallida. Foto: José Millán.
El desarrollo total que podemos
recorrer es de unos 700 metros hasta una lumbrera completamente taponada,
existe la posibilidad de puentear este derrumbe por una lumbrera posterior,
creemos que el desarrollo total de la mina podría superar el kilómetro. Las
conclusiones que hemos sacado de esta exploración son la de que estamos ante una mina de agua de
origen romano y que por sus dimensiones y características debe tratarse de gran obra pública, financiada por el Estado y no una pequeña mina de abastecimiento de una colonia o Villae, lo que cuadra con que fuera parte del abastecimiento de un gran acueducto. Si se confirma su relación con el acueducto Aqua Nova
Domitiana Augusta, debería de tener una cronología similar a su construcción,
es decir sobre el siglo I. Las características constructivas son similares a la
de las minas romanas que existen en Los Alcores Sevillanos que también fueron
construidas en un período cronológico similar y ya vamos comprobando como
también son comunes estas técnicas en las minas de agua construidas en general
en toda la zona de la Bética romana.
Parece que la mina fue modificada en su
último tramo para derivar las aguas hacia la Huerta de Don Marcos, sin poderse determinar si fue durante la dominación islámica o en época cristiana ya que no existe documentación al respecto antes de la fecha citada del 1.275. En definitiva los valores
patrimoniales e históricos de esta mina son extraordinarios por lo que debería
instarse a su conservación, evitando las agresiones que ya ha sufrido por el
taponamiento de alguna de sus lumbreras.
Arriba dos imágenes de la zona final de la galería antes del taponamiento, excavada totalmente en conglomerados. Foto: José Millán.
Queremos dar
las gracias a D. Diego Navero Navero, dueño de la finca y que nos ha permitido
el acceso. Los integrantes de esta exploración han sido: Pancho Gamero, Eugenio
Belgrano, Antonio Melero Godoy, David Blanco Barcala, Cristian Rubiales, Manuel
Martorell Martínez y José Millán. y especialmente dar las gracias a Pancho Gamero por la invitación y por darme datos sobre la zona y la mina para poder confeccionar este artículo.
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