En el verano del 2012 la Asociación Cultural Ágora de El Coronil se puso en
contacto con la A.A.E.S proponiéndonos el estudio y exploración de una mina de
agua situada bajo el casco urbano y sobre la que (como suele pasar en estos
casos) corrían todo tipo de leyendas, también nos propuso la exploración y
estudio de una pequeña cueva situada en el caso urbano llamada “Cueva de la
Coscorrona”. El tema me pareció sumamente interesante como no podía ser de otra
manera
La Asociación me proporcionó toda la información que pudo recopilar
sobre esta curiosa mina, de siempre conocida por los lugareños pero a la vez tan
desconocida y poco estudiada, que no existían datos precisos ni de su longitud
real ni en que época se construyó.
Los pozos de acceso a la mina se hayan
situados en una calle llamada por razones obvias “cuesta de la mina”, según
testimonios orales podría tener una longitud de unos 250 metros, con tramos
naturales y otros hechos de ladrillo pero que ninguno de los que lo cuentan
habían visto jamás. Se sabe que las aguas de la mina llegan al llamado Pilar del
Barranco, situado a unos 100 metros más abajo de esta calle, en las afueras del
pueblo, donde, junto con otras aguas dan origen al arroyo del Pilar. En la
Asociación creen que la mina debía nacer de un gran manantial subterráneo
situado en una zona conocida como “El Parpagón”, situado a unos ciento cincuenta
metros al Noroeste de la calle Cuesta de la Mina. Esto es lo que se deduce de un
plano dibujado por el párroco D. Agustín González de Mendoza en el año 1788 y
donde, entre otros elementos destacados del pueblo como calles e iglesias
aparece dibujada la mina y su trazado aproximado que según se ve discurría desde
el Parpagón cruzando por las calles del Bosque y Cuesta de la Mina hasta el
Pilar del Barranco.
Como dato a tener en cuenta existe constancia de que durante unas obras de
acondicionamiento de la calzada realizadas en el cruce de la calle Cuesta de la
Mina con la calle del Bosque había aparecido una gran bóveda de ladrillo
subterránea que podría ser parte de la mina de agua. Aunque esta zona queda
fuera del trazado dibujado en el antiguo plano. Por desgracia esta curiosa
bóveda no se estudió, ni siquiera hay imágenes. Otros datos importantes y
constatados son el misterioso pozo tapado situado unos cincuenta metros más
abajo de la antigua fábrica de harina y que según constató la Asociación no
pertenecía a la red de saneamiento. Una vez inspeccionado resultó tener unos
cuatro metros y en el fondo aparecía un cauce de agua limpia que circulaba por
un conducto artificial de ladrillo de reducidas dimensiones. Se supuso que era
parte de la mina de agua. Por otro lado y durante las obras de pavimentación de
la calle y justo en el cruce entre la calle cuesta de la mina y la Avenida de
Andalucía, que se sitúa unos veinte metros más abajo de dicho pozo apareció lo
que parece una antigua acequia elaborada con piedras y de unas dimensiones de
40X30 cm. y que por lógica debe ser también parte de la mina. Esta acequia
desemboca al ya nombrado Pilar del Barranco.
Entre los dichos populares en relación a la mina se cuenta que un trabajador de
la antigua fábrica de Harina, situada en el número 9 de la calle que nos ocupa,
se introducía por el pozo y desde la galería subterránea accedía a los pozos de
las casas cercanas donde los vecinos dejaban el vino y la fruta antes de
almorzar para que estuviesen frescos y que se bebía el vino, para sorpresa de
sus dueños. Otros hablan de la existencia de otros accesos a la mina más
alejados de la fábrica de Harina, como el caso de una casa en la calle del
Bosque nº 13 (hay que decir que hay un gran número de pozos de agua en esta
zona) pero las versiones son contradictorias, porque mientras algunos decían que
sólo eran pozos de agua, otros aseguraban que bajo ellos circulaba la galería de
la mina.
El caso es que el único plano del trazado de la mina existente era el realizado
en el año 1788 y no había evidencias constatadas e inequívocas de que realmente
ese fuera su trazado real por lo menos desde la calle Cuesta de la Mina al
Parpagón. En la zona del Parpagón están actualmente los colegios y el
polideportivo, estas construcciones se han visto afectadas por la naturaleza del
subsuelo compuesto de arcillas expansivas y que han generado problemas de
cimentación. En un terreno arcilloso no hay por tanto posibilidad de la
existencia de ninguna cavidad y muy difícilmente de ninguna galería subterránea,
a menos que sea artificial claro. La Asociación cree que lo que refleja ese
plano debe ser una especie de bolsa de agua de grandes dimensiones.
Con toda esta información, realmente motivadora, concertamos una cita en el
verano del 2012 para valorar la posibilidad de acceder a la mina y ver si el
estado de la misma permitía su exploración. La Asociación nos localizó el acceso
a la mina situado en la antigua fábrica de Harina, propiedad de la familia
Algarín Corbacho que nos facilitó el paso sin problemas. Para bajar a la mina es
necesario levantar una pesada losa de hormigón que daba paso a un pozo de unos
nueve metros equipado con una escalera de hierro en muy malas condiciones, al
fondo se veía un curso de agua y lo que efectivamente parecía la mina.
Introducimos primero un medidor de gases que nos dio una lectura de aire limpio
y luego la cámara de video que grabó efectivamente una galería de unos dos
metros de altura, excavada en la roca en dos direcciones opuestas desde la base
del pozo. Tras la inspección de este acceso nos trasladamos al registro situado
calle abajo, a unos cincuenta metros de la nave y donde se localizó, tal como
antes contamos otro supuesto pozo de la mina. Levantado el registro vimos
efectivamente un pozo de unos cinco metros, más estrecho que el anterior y por
el que corría agua limpia. Introducida la cámara grabamos una galería artificial
hecha de ladrillos de unas dimensiones de unos 30 X40 cm.
A todas luces parece
que efectivamente el trazado de la mina discurría calle abajo hasta el pilar y
que esta parte era una acequia tapada. Los ladrillos podrían ser romanos por su
aspecto pero habría que estudiarlos a fondo para confirmar este hecho. Ante esta
posibilidad, es decir que la mina pudiera ser romana La Asociación nos indicó
que no hay constancia arqueológica de un asentamiento romano, fechándose los
orígenes del pueblo por escritos antiguos en el siglo XIII. No obstante algunos
destacables historiadores como Pellicer o Collantes de Terán piensan que el
Coronil pudo ser un importante asentamiento romano, incluso se le asocia algún
topónimo relacionado con este asentamiento como Cala, Calla o Callet.
El día 25 de septiembre del presente año nos reunimos con un representante de
Ágora y con el propietario de la nave pare realizar una primera exploración,
como la escalera metálica esta en muy malas condiciones decidimos instalar una
cuerda y usar técnica alpina. Lo primero que llama la atención al bajar por el
pozo es que la boca original del mismo esta a más de un metro de profundidad
respecto al suelo actual, siendo toda la parte superior de relleno de piedras
irregulares acumuladas sin ningún tipo de argamasa. La mina esta formada en la
base del pozo por un conducto excavado a pico en la roca de unos dos metros de
altura por setenta centímetros de ancho, el nivel da agua llega a la cintura.
Sobre la mina, como a unos dos metros hay un arco de ladrillo moderno realizado
para el sustento de una bomba de elevación de agua. Las paredes del túnel están
concrecionadas y a distancias regulares aparecen lucernarios (orificios para la
colocación de lucernas de aceite) excavados en la roca. Primero exploramos el
túnel aguas a bajo donde la galería toma un rumbo de 235º más o menos paralelo a
la calle y tras recorrer unos quince metros llegamos a un pozo de unos siete
metros con la boca completamente tapada. La galería esta claramente excavada a
favor de un cauce natural de agua que sigue siendo visible en el corte de la
roca, son espectaculares los estratos completamente planos del techo y las
cúpulas de disolución naturales que se forman en los niveles freáticos.
La galería nos parece de una gran belleza, más parece un conducto natural que
una excavación humana. Tras este pozo el nivel de agua va subiendo y a otros
quince metros más o menos llegamos a un nuevo pozo, también tapado y donde la
altura se vuelve a reducir en unos dos metros, vamos calle abajo y esto es
lógico. Desde aquí lo que sigue es una galería artificial compuesta en principio
por piedras y argamasa aunque al fondo parecen verse ladrillos, sobre la entrada
a la galería hay un muro de mampostería que parece de refuerzo. Sin duda en esta
zona el terreno era arcilloso y blando y no hubo más remedio que hacer una
galería artificial. Las dimensiones son mucho más reducidas que el conducto
precedente, poco más de un metros de alto y el agua llega casi al techo, así que
decidimos acabar aquí de momento la exploración y volver equipados con
neoprenos. ¿Es posible que esta galería artificial haya sido construida desde
arriba mediante una profunda zanja? , es algo que habrá que confirmar, por otro
lado ¿es esta la misma galería que aparece en el pozo de registro calle abajo?
bueno podría parecer que es así por lógica pero lo cierto es que la galería en
la que estamos transporta un gran volumen de agua y por el conducto artificial
de ese registro apenas circula un pequeño venero. Algo no cuadra.
Volviendo al pozo por el que accedimos tomamos la galería aguas arriba con un
rumbo aproximado de 69º. La galería es similar aunque en este tramo no se
aprecian los estratos planos y el techo es muy irregular formado por roca
sedimentaria marina (calcarenita). A unos veinte metros llegamos a un pozo que
debe estar situado en el nº 7 de la calle, es un pozo abierto y en este punto
apreciamos un fuerte olor a gasoil y el fondo de la galería esta llena de sacos
y basura que desprende metano que burbujea sobre la superficie del agua, entre
el olor a gasoil y el de metano la cosa se pone fea. A pocos metros del pozo la
galería se cierra en un recodo excavado sobre la roca y bajo el que nace un
manantial que es el que alimenta la mina.

La mina es muy interesante porque tiene las características propias de las minas
romanas que tenemos repartidas por toda Andalucía, los lucernarios, la forma de
excavación, las reconstrucciones calcáreas propias de una cueva y generadas a lo
largo de muchísimos años, todo induce a pensar en que estamos ante una obra de
ingeniería hidráulica romana. Los romanos fueron grandes constructores de minas,
tanto de mineral como de agua y en ambas usaban técnicas similares. En cuanto a
la teoría de que la mina llegara al Parpagón pues a mi personalmente me parece
poco probable ya que normalmente cuando se alcanaza el venero o surgencia la
mina se acaba porque nace desde este punto. No obstante habría que investigar
más pozos situados tanto en la calle Cuesta de la Mina como en la Calle del
Bosque porque si nos basamos en el plano antiguo la mina era mucho más larga.
¿era una suposición del párroco o realmente llegaban los túneles hasta el
Parpagón?.
Queda pendiente realizar un plano detallado de la mina, tanto de
su trazado como de su morfología y quizás podamos sacar a la luz datos más
concluyentes. Por supuesto queda también pendiente intentar realizar una
datación aproximada. El estudio de los ladrillos puede ser concluyente. Los
ladrillos romanos son muy característicos y se pueden distinguir de los
utilizados en siglos posteriores. Existen otras técnicas de datación algo más
sofisticadas y aplicables en este caso como es la datación de las formaciones
calizas que podría proporcionar una cronología bastante precisa y que ya se han
utilizado para datar otros túneles artificiales.
Finalmente y como conclusión creo que esta mina puede tener mucha más
importancia de lo que aparentemente parece porque si podemos confirmar sin
género de dudas que es romana, podría ser la prueba de que, como algunos
historiadores piensan, El Coronil fue en sus orígenes un asentamiento romano.
Pensemos que la construcción de una mina subterránea implica un gran esfuerzo
tanto material como humano, sólo propio de un asentamiento humano de cierta
importancia. Adjunto un viedo grabado durante la exploración.
Fuentes consultadas:
Acosta Muñoz, David. “Patrimonio urbano en pequeños
municipios. El Coronil (Sevilla)”. Trabajo fin de máster MARPH. Universidad de
Sevilla. 2013.
López, Tomás; Segura Graíño, Cristina. “Diccionario geográfico de Andalucía.
Sevilla”. Ed. Don Quijote. 1989
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