miércoles, 17 de mayo de 2017

La mina de agua del Pocito Saco en el Viso del Alcor.


El pasado mes de  febrero la AAES firmó un convenio marco de colaboración  con el Ayuntamiento de El Viso del Alcor para la exploración  y estudio de todas las galerías subterráneas que existen bajo el subsuelo de esta localidad, a partir de entonces se han realizado algunas actividades de localización de posibles entradas a diferentes galerías la mayoría de ellas  son minas de agua que  alimentan las distintas fuentes que existen en la localidad.
Uno de estos enclaves es el paraje conocido popularmente como “Pocito Saco” que da nombre a un manantial que según las informaciones que recopilamos  provenía de una mina de agua excavada en el Alcor.

Momentos de la firma del convenio de colaboración con el Ayuntamiento de El Viso.

Localización y descripción:
La entrada a la  mina del Pocito Saco esta situada de cara a la Vega y  sobre  la ladera  externa del  escarpe, bajo la histórica barriada visueña de El Calvario.  La galería de la mina  discurre bajo la calle Cristo del Amor, donde se ha construido un mirador, conocido popularmente como “El mirador del Calvario”  y se haya situada dentro de los terrenos de una finca agropecuaria  por lo que para su exploración es necesario solicitar el correspondiente permiso a los propietarios de la misma. No se trata de un manantial muy importante, siendo el caudal que aporta bastante exiguo,  pero si que es muy popular y conocido entre los lugareños y como sucede con otros manantiales de la zona no carece de sus correspondientes leyendas  populares que lo aluden y no sólo al manantial sino a la zona, encuadrada en el ya referido barrio del Calvario, barrio moderno pero  asociado a importantes fiestas religiosas como la de la Santa Cruz.
Zona de acceso a la mina, desde una finca agropecuaria situado bajo el Mirador del calvario. Foto: Manolo Bernal.
Hemos de agradecer los  trabajos previos  de localización  y gestión que han realizado los miembros de la asociación Fuente del Sol y especialmente a Armando Rueda. Gracias a los cuales se ha podido llevar a cabo esta exploración.
El acceso a la mina se realiza por una pequeña entrada sobre la pared del escarpe, donde se ha construido una pequeña represa y desde donde parte una canalización que alimenta un pequeño pilar y una alberca. La galería de entrada tiene una sección muy irregular debido a derrumbes de las paredes provocados por una roca de poca consistencia y la invasión de grandes raíces de higuera. Existen  una gran cantidad de escombros procedentes  de estos desprendimientos en el suelo. La galería inicial   tiene una sección media   de 1,20X1, 8 metros.  Recorridos 12 metros llegamos a un pozo desde el que la galería quiebra a 90 grados y luego retoma el rumbo original, que es  hacia el noroeste. Justo en el quiebro la galería sigue unos tres metros más con el mismo rumbo  hasta un punto donde se dejó de excavar. Unos dos metros antes de llegar al pozo encontramos una excavación en la pared izquierda que parece un pequeño venero o manantial que a día de hoy esta seco. El pozo parece de sección  rectangular ya que esta  reexcavado o bien sus paredes se han derrumbado parcialmente,  lo que le confiere una sección irregular, tiene unas dimensiones aproximadas de unos 2 X 1, 5 metros  y una profundidad de unos 5 metros, esta tapado con una cubierta de vigas de hierro y rasillas.
Entrada a la mina, situada sobre la pared del escarpe. Foto: José Millán.
 La galería que parte tras el pozo tiene en principio unas características muy similares a la anterior pero a los pocos metros cambia y adquiere la sección típica de mina con unas dimensiones  de 0,55X1, 70 metros y sección rectangular, cambiando respecto a las galerías iniciales que tienen una sección ovalada. La roca es mucho mas consistente en esta zona por lo que conserva su morfología original. Se aprecia una excavación a favor de un estrato horizontal de roca muy consistente que esta presente en el techo y que fuerza una sección rectangular de la galería en este punto.
Encontramos  los típicos lucernarios excavados en el lado izquierdo y espaciados cada 80 cm. aproximadamente. Se aprecian también en algunos puntos las típicas marcas de herramientas de hierro, fundamentalmente picos, que marcan un sentido de excavación hacia el interior. 

La galería tiene una clara pendiente positiva y las paredes y el suelo aparecen completamente cubiertos de bellas formaciones calcáreas, coladas en las paredes , pequeñas estalactitas en los techos  y microgours en el suelo, formados por la lenta circulación de las aguas cargadas de carbonatos. Recorridos 23 metros con un rumbo de 352 grados  la galería quiebra ligeramente hacia la izquierda y disminuye tanto su altura como su anchura quedando su sección en 0,44 X 1,4 metros. Tras este quiebro recorremos 12 metros más hasta que la galería culmina en un pequeño manantial completamente cubierto por formaciones calcáreas. El desarrollo total de la mina es de 58 metros.





Arriba imagen de la zona final de la mina que tiene una sección rectangular excavada a favor de un estrato de roca horizontal presente en el techo y donde se pueden apreciar los lucernarios y las marcas de las herramientas de excavación, las paredes están parcialmente cubiertas por espeleotemas.
Abajo los últimos metros antes del manantial final con la galería completamente concreccionada. Fotos: José Millán.

Conclusiones:
            Se trata de una pequeña mina de abastecimiento que capta las aguas de al menos dos veneros, por su localización ha de estar asociada a algún asentamiento de carácter rural situado en las proximidades de la Vega. La parte inicial esta muy deteriorada por derrumbes por lo que es imposible apreciar tipologías constructivas pero en la  galería final si apreciamos claramente una tipología muy familiar, tanto por los sistemas de iluminación a base de lucernarios como por las herramientas y medidas de las secciones que nos sugieren un origen posiblemente romano. La longitud de galería excavada desde el pozo o lumbrera intermedia es de 35 metros, que es exactamente un actus, una medida muy habitual en la ingeniería romana. En cuanto a la longitud del primer tramo de galería, que es de 15 metros, también puede encajar en unos parámetros de medición romanos pero no muy habitual  en los Alcores, aunque  nos inclinamos a pensar que la entrada original de la mina no es la que tenemos actualmente porque da la impresión que el cantil ha sufrido rebajes que la han acortado. En cuanto a la lumbrera también encontramos un patrón muy habitual en las minas romanas a pesar de que las paredes presentan un ensanchamiento claramente posterior  a su construcción y  vemos presentes los típicos  mechinales para el apoyo de los pies.
Imagen de un lucernario que conserva las marcas del hollín  de la llama. Foto: José Millán.

             
Imagen del suelo de la galería completamente concrecionado. Foto: Manolo Bernal.

Finalmente consideramos que aún siendo una mina de dimensiones modestas  su posible origen romano y las espectaculares formaciones calcáreas que alberga la hacen de especial interés siendo importante instar a su protección. La debemos de encuadrar en la tipología de pequeña mina para el abastecimiento de una Villae o de pequeño  poblado rural  de las que tenemos ya algunos ejemplos como la Mina de Martín Pérez o la de Trigueros, ambas situadas en el término municipal de Carmona.
Queremos agradecer la colaboración de los propietarios de la finca los hermanos Jesús y Santiago.
Detalle de formaciones calcáreas, en este caso microgours. Foto Manolo Bernal.
Imagen del manantial final de la mina. Foto: José Millán.




Este es el enlace a un vídeo grabado durante la exploración.

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