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Imagen histórica de la Fuente Pública tomada sobre los años 40.
Extraída de "Carmona en la memoria", Miguel Medina Rodriguez.
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Situación y contexto histórico:
Esta extraordinaria mina de agua es sin
duda una de las más importantes que hayamos estudiado hasta la fecha ya que ha sido durante
muchos siglos, probablemente desde época romana, uno de los principales
suministros de agua de la ciudad de Carmona. Sus aguas abastecieron a la que fue conocida como “Fuente Pública”,
situada en la primitiva Plaza de Abajo, que luego fuera Alameda Vieja y que
actualmente se conoce como la Alameda de Alfonso XIII, tras ser remodelada en
el año 1929, coincidiendo con la Exposición Universal.
La Plaza de abajo fue durante la Edad Media un importante centro de reunión y celebraciones de festejos y mercados populares que en contraposición a los de la “Plaza de arriba”, situada en lo que hoy es la Plaza de San Fernando daban cabida a gentes de clases más humildes constituyéndose como un singular espacio urbano extramuros situado junto a la estratégica Puerta de Sevilla, en el Barrio conocido como El Arrabal. Ya nos hemos referido a la historia de este singular enclave carmonense en un artículo anterior donde estudiábamos otra mina de agua situada en la Avenida de Portugal, “La mina de La Alameda de Alfonso XII o de Felipe”.
La Plaza de abajo fue durante la Edad Media un importante centro de reunión y celebraciones de festejos y mercados populares que en contraposición a los de la “Plaza de arriba”, situada en lo que hoy es la Plaza de San Fernando daban cabida a gentes de clases más humildes constituyéndose como un singular espacio urbano extramuros situado junto a la estratégica Puerta de Sevilla, en el Barrio conocido como El Arrabal. Ya nos hemos referido a la historia de este singular enclave carmonense en un artículo anterior donde estudiábamos otra mina de agua situada en la Avenida de Portugal, “La mina de La Alameda de Alfonso XII o de Felipe”.
Se trata de una pequeña mina que podría haber sido parte de esta mina de San Antón. El nombre de San Antón lo hemos tomado de uno de sus pozos, situado junto al convento del mismo nombre, al Sur de la actual avenida de San Antón y que es uno de los pozos con más historia de Carmona. En diferentes escritos y artículos podemos encontrar alusiones a esta mina en las que se la llama con diferentes nombres como “Complejo hidráulico de la calle Real”, “Galería de la fuente pública” o Cañería de la Fuente, el hecho de no existir un consenso en cuanto al nombre es lo que nos ha llevado a llamarla como “Mina de San Antón”. Hay que hacer notar que en la Alameda de Alfonso XII convergen varias galerías que han de ser diferentes minas y que actualmente están en exploración.
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Imagen histórica del Pozo de San Antón, junto a la ermita que le da nombre y del que hemos tomado el nombre de la mina. Extraída de "Carmona en la memoria", Miguel Medina Rodriguez. |
El elemento más emblemático de la Alameda es sin duda la Fuente de los Leones, construida en el año 1.515 por orden de la reina Doña Juana I de Castilla estando la fuente alimentada por las aguas de la mina de San Antón, de la misma forma que la fuente publica, situada a escasos metros de la misma y que actualmente ha desaparecido. En la actualidad las aguas de la fuente de Los Leones provienen de la red general de abastecimiento. De hecho tanto la mina de San Antón como las otras galerías han dado servicio durante muchos años a las fuentes de la Alameda (existe una segunda fuente situada en el extremo puesto de la Alameda y que actualmente esta seca) , a los servicios públicos construidos en la zona en los años 20 y a un gran pilar. “El Pilar de los Caballos”, situado en uno de los márgenes de la Alameda. Gracias a nuestras exploraciones hemos podido recorrer y estudiar parte de las canalizaciones subterráneas de ladrillo que alimentaban la fuente en el siglo XVI; una estructura rectangular que recogía las aguas y que debía de tener una función de arenero o decantador y una aljibe construido probablemente en los años 20 para el servicio de las instalaciones existentes en la Alameda.
La gran importancia histórica de esta mina
permite que se puedan encontrar referencias a determinadas obras de reforma o
limpieza realizadas en la mina para asegurar el suministro de agua, como las
que reflejan las actas capitulares archivadas en el Ayuntamiento, siendo la más
destacables las realizadas en los años 1.759 , 1. 819 y 1.849,
donde se alude a una serie de obras de urgencia para garantizar el suministro
dado la alarmante disminución de caudal. Las galerías de esta mina pudieron
también servir de refugio durante la Guerra Civil, tal como cuentan algunos
carmonenses. Durante nuestras exploraciones hemos encontrado evidencias de lo
que parecen zonas de habitad o vivacs improvisados que podrían corresponder a
este uso.
Por otro lado la mina ha sido ya objeto de curiosidad y estudio por parte de
vecinos de Carmona, destacando los trabajos realizados por Manuel Buzón Fernández a finales de los años 80 y principio de los 90, recorriendo y
midiendo, ayudado por el famoso pocero carmonense "Ignacio el Barillero"
gran parte de la galería principal de la mina, además de reivindicar ante
el Ayuntamiento la importancia de esta obra y denunciar determinadas agresiones
a la misma.
Las exploraciones:
Los trabajos de
exploración y estudio de esta mina se enmarcan en el convenio de colaboración
firmado entre la AAES (Asociación
Andaluza de Exploraciones Subterráneas) y el Ayuntamiento de Carmona en Julio
de 2016, con objeto de realizar la exploración de las galerías subterráneas
existentes bajo el subsuelo de la ciudad . Una de las minas más conocidas e
importantes es la galería que en su día abasteció a la Fuente Pública y a la
Fuente de los Leones situada en las proximidades de la Alameda de Alfonso XIII,
por lo que presentamos ante el Ayuntamiento un proyecto de exploración de la
misma. El único acceso conocido por nosotros en ese momento era el situado en una casa que
se encuentra en el cruce entre la Calle Real y el Paseo del Estatuto. Realmente
este ha sido siempre el acceso público a la mina para todas las obras de
mantenimiento y que estuvo situado en la misma acera de la calle, hasta que en los años 90 se edificó una casa
sobre el mismo. Tras diversas gestiones con la actual propietaria del inmueble
se consigue el permiso para la exploración, que se realiza a principios del mes de octubre de 2016. En
estas exploraciones nos acompañaría el arqueólogo municipal Juanma Román. En
fechas anteriores ya se había podido realizar una primera inspección de la
galería por tres miembros del equipo, pudiendo recorrer unos 800 metros hasta
un taponamiento y dejando atrás tres bifurcaciones.
Accediendo a la mina por una trampilla situada en el salón de una vivienda situada en la esquina entre la calle Real y el Paseo del Estatuto.
Foto: José Millán.
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La bajada a la mina se realiza desde una
trampilla que se encuentra en el salón de la vivienda y que da paso a una
galería descendente de unos dos metros de alto por noventa centímetros de ancho
equipada con unas escaleras realizadas con ladrillo. Parte de las paredes están
enlucidas con mortero de cal y donde no aparece el ladrillo visto. La bóveda superior es
también de ladrillo, apreciándose las señales del encofrado hecho de palos o
cañas. La escalera da paso, tras bajar unos cinco metros, a un pequeño arco por
el que accedemos a una cámara con aspecto de aljibe, tiene un largo de unos
cinco metros por un metro y medio de ancho por unos tres de alto, parece construido a base de pilares de ladrillo y enlucido de cal. En la parte superior de la bóveda se
aprecia un cerramiento de ladrillos que parece posterior. Todo lo que veo me
recuerda a una alusión leída en un interesante trabajo titulado “Apuntes para
la historia de nuestra Alameda” de Joaquín Rueda Muñoz, en el que habla de estas
infraestructuras, refiriéndose a depósitos o areneros previos a la fuente
pública y de cómo fueron tapados durante el reinado de Carlos III en el siglo
XVIII para protegerlos de las plagas de filoxera que eran trasmitidas por los
insectos. Toda esta obra que observamos en el subsuelo puede ser la referida en
las actas capitulares del siglo XVIII ejecutadas bajo el mandato de Carlos III.
Imagen de la bóveda de ladrillos de la galería de bajada y que da acceso a la mina, donde se puede apreciar el encofrado hecho de de palos o cañas..
Foto: José Millán
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Estructura con aspecto de aljibe que se encuentra bajo la vivienda.
Foto: José Millán.
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Sabemos, por
referencias populares recogida por historiadores que en este punto
convergen dos minas; la de San Antón y otra galería más profunda que se ha
convenido en llamar la mina de agua de la calle Sevilla ya que discurre bajo la
misma. Según se dice el agua de esta segunda mina no era potable, como sí era la de San
Antón, por lo que se usaba para alimentar el abrevadero conocido como Pilar
de los Caballos, situado en uno de los márgenes de la Alameda. Los accesos a
ambas minas se hayan en la misma escalera de bajada a la cámara, en el lado
izquierdo. La primera es la que da acceso a la galería de la
mina de San Antón, se trata de una pequeña entrada excavada en la roca de un
metro de alto por unos setenta centímetros de ancho y que se encuentra cerrada con ladrillos superpuestos sin ningún tipo de argamasa. En este punto se ha
realizado una derivación de las aguas que circulan por la mina hacia la escalera por una conducción de
tejas, discurriendo por las mismas un pequeño caudal de agua que acaba
de desaparecer en el suelo de la cámara inferior por una pequeña arqueta tapada
con un sillar, a trabes del sillar podemos vislumbrar una canalización de
ladrillos. ¿Dónde van estas aguas? Discurren a un nivel más profundo que la
mina de San Antón y que coincide en cota con el pilar de Los Caballos por lo
que nos inclinamos a pensar que lo alimentan. De hecho el Pilar de los Caballos
sigue contando con un buen caudal de agua en la actualidad, incluso en épocas
de sequía. Un poco más abajo de la entrada a la mina de San Antón y sobre los
escalones se observa una nueva puerta tabicada y en este caso con
ladrillos y cemento. La propietaria de la vivienda nos dice que este era el
acceso a la mina que discurre bajo la de San Antón, la de la Calle Sevilla y a
la que ella tuvo la ocasión de acceder hace ya años, incluso nos enseña
fotos de la galería. Por las fotos nos parece que se trata de una mina de agua
excavada en la roca muy similar a la de San Antón con la única característica que se
hallaba completamente seca. Puede que la derivación de parte de las aguas de la
Mina de Santón a la que nos hemos referido y que discurre por las escaleras se
realizara para mantener el caudal del pilar.
En la galería principal se localizan
cuatro galerías laterales; la primera esta situada a unos 480 metros del inicio
de la mina, se trata de una galería que a los 10 metros con dirección noroeste, culmina en un pozo y un venero que ha día de hoy esta seco. La siguiente bifurcación la encontramos a unos 510 metros de
iniciada la mina, toma dirección suroeste y se trata de una galería de gran
desarrollo y que cuenta con tres bifurcaciones; dos de corto desarrollo y
acabadas en veneros y otra algo más larga que culmina en un pozo taponado. El
final de esta galería es un cruce con dos ramales en sentidos opuestos, que
culminan en dos pozos taponados, en la que toma dirección sur encontramos un
extraordinario revestimiento realizado completamente con tégulas. El desarrollo
total de este ramal es de unos 450 metros.
A los 540 metros del inicio de la mina encontramos un nuevo ramal con dirección oeste y que tras unos 40 metros culmina en una cueva natural de grandes dimensiones y que pudo tener un acceso al exterior por la gran cantidad de esqueletos de animales que se localizan en esta zona. La última de las bifurcaciones la encontramos a unos 600 metros de iniciada la mina, es una corta galería de captación de unos 12 metros que toma una dirección completamente perpendicular a la galería principal.
A los 540 metros del inicio de la mina encontramos un nuevo ramal con dirección oeste y que tras unos 40 metros culmina en una cueva natural de grandes dimensiones y que pudo tener un acceso al exterior por la gran cantidad de esqueletos de animales que se localizan en esta zona. La última de las bifurcaciones la encontramos a unos 600 metros de iniciada la mina, es una corta galería de captación de unos 12 metros que toma una dirección completamente perpendicular a la galería principal.
Acceso a la mina por una lumbrera situada en la barriada de Los Pintores.
Foto: José Millán.
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Cerrada la continuidad por la galería de los Pintores buscamos alguna lumbrera situada en el trazado lógico de la mina encontrando que todas estaban cerradas y bajo el asfalto de la calle. Sin embargo localizamos un pozo privado situado en el nº 99 de la calle Vista Alegre ,que según nos comenta su propietario D. Juan Matallanes no es de la mina pero conecta con ella, ya que se excavó hace unos cuarenta años para comunicar el agua de la mina con el pozo. También nos comenta que la galería de la mina continúa en dirección oeste , hacia los terrenos de Los Villa y que llega hasta las proximidades del antiguo instituto de los Salesianos. Además de darnos esta valiosa información esta dispuesto a colaborar con nuestras exploraciones y permitirnos su exploración.
Concretamos su exploración en el mes de
mayo y efectivamente confirmamos que tras una corta galería de unos seis metros
el pozo conecta con la mina. Desde este punto podemos explorar unos cuarenta
metros de nuevas galerías en sentidos opuestos hasta nuevos taponamientos. La
galería que nos encontramos es similar a las anteriores y no posee ningún tipo
de revestimiento. Tiene un nivel de agua de casi un metro.
Pozo situado en la calle Vista Alegre y que nos permitió explorar un nuevo sector de la mina.
Foto: José Millán.
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Desde la calle Vista Alegre hasta donde
nos dicen que llegaría la mina distan aún unos 300 metros pero por
desgracia parece que todos los pozos existentes en este sector han sido
tapados. Tenemos la duda de si uno de los Pozos-noria situados más al sur de
los Villa, en el llamado Puerto de Matahacas o un pequeño pozo situado a
ras de suelo en la misma zona y que fue inspeccionado por el servicio
arqueológico calificándolo como posiblemente romano pertenecen a la mina, ya
que están más o menos en la línea. Estos pozos están actualmente dentro de los
terrenos comprados por la constructora que recientemente ha edificado el
supermercado Aldi y el Burger King, aunque están fuera del recinto construido.
Los pozos por desgracia están taponados. Es posible que en un futuro, estos
terrenos pasen a ser del Ayuntamiento y se pueda proceder a su destaponamiento
y culminar así la exploración de todo el trazado de la mina.
No podemos saber actualmente con precisión
cual era la longitud total de la mina debido a los taponamientos pero si
sabemos que superaba los 2.000 metros por lo que estamos ante una
gran obra pública destinada, sin duda, al abastecimiento de una población
importante, como siempre fue Carmona, desde hace al menos 3.000 años.
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Descripción de la mina:
La zona inicial de la mina (desde la
salida de sus aguas) esta muy modificada por diferentes reformas realizadas desde el siglo XVI hasta casi la actualidad por lo que es difícil
saber cual era su aspecto original. La galería excavada acaba aproximadamente
en la entrada existente desde las escaleras de acceso en la casa de la esquina
de la calle Real con el paseo del Estatuto y a partir de este punto hacia el este encontramos
una galería de ladrillo abovedada que en principio tiene 1,70 m de alto
por 65 cm. de ancho pero que al poco se transforma en un conducto de un metro
de anchura siendo la bóveda de ladrillos sustituida por grandes losas de barro. La
tipología de estas estructuras sugiere, por comparativa con otras encontradas
en Carmona, que pudo ser construida en el siglo XVI, aunque presentan reformas
más recientes.
Arriba la zona inicial del conducto de ladrillo en el que desemboca la mina, abajo zona donde cambia la bóveda y se reduce la altura.
Fotos: José Millán.
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A los 10 metros del inicio la canalización se ve interrumpida por una rotura donde se ha colocado
un gran tubo de PVC para el paso del agua y en este punto gira a la derecha. Tras el tubo sigue la galería con las mismas características durante
diez metros más hasta una arqueta taponada que por su dirección parece el conducto
que pudo abastecer antiguamente a la Fuente Pública . La zona previa a la
arqueta es un conducto hecho de sillares y no de ladrillos. A la derecha de
este conducto encontramos un aljibe de unos cinco metros de largo por dos de
ancho y que recibe las aguas de la mina, no se encuentra ningún
acceso al exterior desde el aljibe. Por el aspecto puede haber sido construido en los años 20,
con las reformas de la Plaza de la Alameda. Este aljibe se haya frente del edificio situado en el nº 1 de la calle Joaquín Costa ,
que es propiedad del Ayuntamiento y donde actualmente existe un aljibe moderno alimentado por aguas de la red. Es probable que este sea el aljibe
que distribuía el agua a los servicios públicos de la Alameda, situados en
este mismo edificio.
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Zona final de la mina de San Antón previa a la Fuente Pública, donde se dibujan sobre la foto satélite las estructuras que se han podido investigar. |
En cuanto a la galería excavada en la roca
esta comienza aproximadamente bajo la esquina de la Calle Real con el
Paseo del Estatuto tomando en principio un rumbo casi constante de 205
grados respecto al Norte. La galería tiene una altura de 2,30 metros por un
ancho de 62 cm. el techo esta compuesto por una suerte de bóvedas y
cerramientos de diferentes materiales y épocas, vemos ladrillos modernos y una
curiosa bóveda de capuchina hecha con losas de piedra arenisca similares a los
que se usaban en época romana para los acerados de las calles. También se
aprecian falsas bóvedas de ladrillo combinadas con grandes losas encajadas,
algunas zonas parecen inestables y en peligro de derrumbe. Parece que todo este
tramo de galería estuvo en algún momento abierto por su parte superior, no
creemos que fuera desde origen y quizás fuera por una excavación posterior, cubriéndose
posteriormente y edificando sobre la misma ya que lo que hay sobre la galería
son edificios situados en el Paseo del Estatuto.
Huellas de encofrados en el cemento en una bóveda situada al inicio de la galería. Foto: José Millán |
En el suelo y antes de que el agua se
enturbie por nuestro paso localizamos una canalización hecha
de tejas que se va a mantener un buen trecho de galería. A unos cuarenta
centímetros de altura desde el suelo se aprecia una discontinuidad en la roca
que parece una reexcavación más reciente. Toda esta zona de
bóvedas se prolonga durante unos 40 metros hasta que la galería ya empieza a
tener un techo firme de roca.
Es en este punto donde encontramos el primer pozo, que es redondo y de apenas medio metro de diámetro, esta completamente tapado con ladrillos. Todas las lumbreras de esta mina son rectangulares por lo que este pozo podría ser posterior. En las paredes de la galería aparecen los típicos lucernarios, excavados a la izquierda de nuestro avance y espaciados cada 70 ó 80 cm., aumentando la altura de la galería hasta los tres metros. A los 15 metros de este pozo encontramos una pequeña represa que parece muy antigua, es la única de todas las que localizamos en la galería que no se encuentra bajo un pozo. A los diez metros de esta represa encontramos la primera lumbrera de dimensiones típicas 1,40X0, 90 m. Para nosotros será el P-1. Esta reutilizado como pozo e agua y tiene realizado un "vaso" o reexcavación para almacenar agua, como todas las lumbreras esta equipado con los clásicos mechinales para el apoyo de los píes, también esta equipado con una escalera de hierro teniendo una profundidad de 6,64 metros. Se trata del pozo perteneciente a la vivienda de D. José Antonio Escamilla y por el que accederemos a la mina en la mayoría de las exploraciones.
Imagen de la galería tras la zona de bóvedas. Foto: José Millán. |
A partir de este pozo vamos a encontrarnos
con sistemas de excavación habituales en las minas romanas. Lumbreras
espaciadas a distancias estandarizadas y con dimensiones similares que en
este caso son unos 29 metros, 100 pies romanos o 10 actus (un actus son 10 pies
romanos). Las señales de excavación y los lucernarios nos indican que las
galerías se fueron excavando desde cada pozo por equipos en sentidos contrarios
que se unían aproximadamente en el centro entre los dos pozos. En los puntos de
unión se aprecian pequeños quiebros provocados por el error en el rumbo
de excavación así como la igualación de niveles por las ligeras diferencias de
altura entre las dos galerías, La altura de la galería es considerable,
(tres metros) y se aprecia una excavación en dos fases por los
lucernarios superpuestos en vertical a dos niveles. También encontramos las
clásicas hornacinas para la colocación de las vasijas de aceite con las que
recargar las lucernas que se encuentran preferentemente en la base de las lumbreras
que son los puntos desde los que se iniciaban las excavaciones. La siguiente
lumbrera esta también reutilizada como pozo de agua. Las paredes del pozo
presentan un gran desgaste por el rozamiento de los cubos y el fondo aparece
igualmente reexcavado, se trata de uno de los pozos del convento de Santa
Clara.
Este primer tramo de galería inter-
lumbreras nos ha proporcionado un importante descubrimiento que es la
utilización del mortero opus signinum para el sellado de diferentes
grietas sobre las paredes de la galería. Este mortero es genuinamente
romano y por tanto nos data sin ninguna duda la mina, confirmando lo que
ya para nosotros era evidente. Siendo además la primera vez que
encontramos este material en una mina. La canalización de tejas continúa
en este tramo y nos inclinamos a pensar que podría ser una obra de
época medieval ya que no tenemos constancia que en época romana se construyeran
estas canalizaciones en las minas que no puede estar destinada más que a
canalizar un pequeño caudal, bien por una sequía o por el represamiento de la
mina. Además la tipología de la teja parece medieval.
Arriba; canal hecha con tejas, probablemente en época medieval. Abajo Revestimientos de opus signinum utilizados para la impermeabilización de la galería.
Foto: José Millán.
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La galería discurre sin cambios entre los
pozos siguientes que también presentan señales de reutilizaciones y desgaste de
las paredes. La dirección de la galería en estos nuevos tramos es muy constante
y oscila entre los 201 y 203 grados respecto al Norte. Entre el pozo 3 y el
pozo 4 encontramos un pozo lateral desplazado de la galería y conectado con
ella por un pequeño hueco. Es redondo y de un metro aproximadamente de
diámetro, parece completamente ajeno a la mina pudiendo ser posterior o incluso
anterior. La señal de reexcavación que esta presente en esta zona a unos 50 cm.
del fondo de la galería muestra que se ha respetado el pozo porque hace
un quiebro en este punto y por tanto el pozo puede ser anterior a esta
reexcavación.
En el pozo número 5 encontramos una
pequeña represa de ladrillo que parece muy reciente y esto hace subir el nivel
de agua de la galería. En el siguiente pozo también existe una nueva represa de
factura similar y algo más alta por lo que sube aún más el nivel superando ya
en esta zona el metro de altura.
A partir del pozo número 4 empezamos a
encontrar formaciones calcáreas cubriendo las paredes y
algunas zonas del techo de la galería. También apreciamos las
típicas marcas de herramientas, fundamentalmente picos de hierro y de
como la excavación esta en parte orientada por determinados estratos de roca
muy visibles en el techo. También observamos el curioso hecho (muy
habitual en la mayoría de minas) de que algunas galerías a pesar de tener un
rumbo constante tienden a tener trazados ligeramente meandriformes y
no rectos como sería lo lógico. Esto puede ser debido a una excavación
condicionada por pequeños flujos de agua o veneros, quizás el adaptarse a estos
facilitaba la excavación y evitaba una excesiva acumulación de agua en la
galería.
No hay cambios importantes hasta el pozo
número 8, situado a unos 271 metros del inicio de la mina, aumentan mucho las
formaciones calcáreas y se reduce la altura hasta apenas dos metros,
dejando de apreciarse la reexcavación y la canal inferior. Algunos pozos de
esta zona no han sido reutilizados y están completamente tapados con lo que
parecen cerramientos originales hechos con losas de piedra arenisca. En el pozo
número diez encontramos un importante aporte que cae de la zona superior
lo que ha cubierto el mismo de impresionantes coladas que casi han
llegado a cerrar el paso de la galería. Estamos llegando a una de las
zonas más espectaculares de la mina, situada entre la calle León Felipe y la
Avenida de San Antón.
En este tramo la galería mantiene unas
dimensiones medias de 2,30 m. de alto por 65 cm. de anchura y los techos y
paredes se encuentran cubiertos de formaciones; pequeñas estalactitas en los
techos y coladas en las paredes. Son identificables los sucesivos
"encuentros", (puntos de unión de los dos equipos excavando en
sentidos contrarios). Estos puntos son muy reconocibles por quiebros, cambio
de lucernarios de una pared a otra y cambio del sentido de excavación de las
huellas dejadas por los picos. Los puntos de encuentro están
aproximadamente en el centro de la galería entre lumbreras lo que puede
indicar que los equipos excavan a la vez, partiendo al mismo tiempo de la base
de cada pozo. Los pozos 11 y 12 se encuentran bajo la plaza del Paseo de san
Antón y están parcialmente taponados de tierra, quedando sólo
un pequeño hueco para pasar sobre los sedimentos.

Arriba galerías previas a la 1º bifurcación, abajo pequeño aporte de agua entre coladas en el cruce de la 1º bifurcación.
Fotos: José Millán.
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En el pozo nº 15, a unos 480 metros
del inicio de la galería, encontramos la primera bifurcación de la mina, es una
galería que sale a nuestra derecha según avanzamos. En la entrada
encontramos un pequeño aporte de agua de un venero que chorrea por unas bonitas
coladas. Se trata de una galería de pequeño tamaño, 0,42 X1, 48 m. Y que
tras avanzar unos tres metros con un sentido de excavación hacia el interior
quiebra y vemos un empalme con otra galería excavada en sentido contrario y
tras unos nueve metros conecta con una galería completamente perpendicular. Hacia
la derecha se cierra a los pocos metros porque se dejó de excavar y a la
izquierda conectamos con un pozo. Se trata de un pozo rectangular algo mayor de
lo habitual y que parece
reexcavado. Tiene que pertenecer a una vivienda ya que vemos
una pequeña trampilla y una bombilla colgada desde la parte alta del pozo
que tiene 13 metros de profundidad. El pozo esta claramente reexcavado en
profundidad y corta un venero natural de gran tamaño que se localiza a unos dos
metros del fondo. La longitud total de este tramo es de unos 25 metros y se
trata claramente de un venero de agua localizado previamente mediante un pozo y
unido a la mina mediante excavaciones en sentidos contrarios.
En la imagen vemos un característico lucernario excavado para albergar las pequeñas lámparas de aceite (lucernas).
Foto: José Millán.
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En el siguiente pozo tras esta bifurcación
encontramos una nueva galería que sale a nuestra izquierda y que se trata de la
bifurcación más larga de la mina y que a su vez cuenta con varias
bifurcaciones. Estamos bajo el edificio situado en el nº 21 de la Avenida de
San Antón, donde actualmente existe una floristería. La bautizamos como
"La galería de las cucarachas" por razones que creo sobra explicar. A
parte de cucarachas encontramos una gran cantidad de tritones de gran tamaño,
animal acuático conocido popularmente como "gallipato" pariente de la
salamandra y que habita en completa oscuridad.
La dirección de este ramal es muy
constante, unos 114 º respecto al Norte y tiene un nivel de agua de más de un
metro. Empieza teniendo unas dimensiones medias de 0,60X2 m. y una
sección algo irregular , están presentes los lucernarios espaciados a
distancias regulares de unos 80 cm. y techos y paredes aparecen cubiertos por
bellas formaciones calcáreas. A los 9 metros del inicio de la galería
encontramos un pequeño ramal lateral que sale a nuestra izquierda, se trata de
una galería de una sección de 0,70X1, 80 m. y de trazado irregular ya que esta
excavada sobre un venero de agua que es claramente visible en el techo, a los
10 metros termina la galería excavada y prosigue el venero ya impenetrable.
Esta nueva bifurcación esta también
excavada claramente sobre un venero natural que es visible en la zona superior
de la galería. El conducto natural ha condicionado las dimensiones de
esta galería y su trazado ya que tiene una altura de casi
tres metros y un ancho de 80 cm. A los 15 metros aproximadamente finaliza el
conducto porque se dejó de excavar. Hay un venero de agua que surge
de una grieta unos metros antes del final. En el pequeño manantial hay colocada
una teja para canalizar el agua y que debe de llevar muchos años colocada
ya que aparece cubierta por formaciones. En la pequeña sala que
forma el final de la galería hay colocada sobre el suelo una especie de lámina
metálica muy deteriorada que no parece tener otra función que la de aislante.
Las paredes en este punto parecen reexcavadas a lo ancho para ganar espacio por
lo que parece que estamos ante una zona de vivac que pudo ser
utilizada para esconderse durante un tiempo. Ya hemos hablado de la
función de refugio que esta mina pudo tener durante la Guerra Civil y que ha
sido corroborada por testimonios populares.
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Posible zona de vivac situada al final de la 2º bifurcación de la galería lateral, donde encontramos una lámina aislante y una teja colocada sobre un pequeño manantial.
Fotos: Agustín Díaz.
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La zona que sigue a esta bifurcación esta
reexcavada a lo ancho, alcanzando casi los tres metros y esto es debido a la
mala consistencia de las paredes, formadas por arcillas, que parece se han ido
derrumbando, quedando sólo firme el techo, compuesto por un estrato firme de
calcarenita. Esta circunstancia se va a repetir en diferentes puntos a lo largo
de la galería lo que va a generar unas secciones muy características en forma
de cono invertido. Pasada la zona arcillosa la galería recupera sus dimensiones
normales de 0,64X1,65 m. El siguiente pozo lo encontramos a 34,6 metros,
variando por tanto el patrón de espaciamiento y el siguiente a 31 metros, punto donde se
localiza la 3º bifurcación de este ramal que es una galería que sale a nuestra
derecha, con un rumbo respecto al Norte de 200º. En principio tiene
dimensiones normales 0,65X1,85 m. hasta que a los 26 metros alcanzamos un
pozo. Se trata de un pozo reexcavado, tanto en anchura como en profundidad
teniendo unas dimensiones de unos tres metros de largo por 1,5 de ancho
por lo que ha sido reutilizado probablemente como pozo-noria, tiene una
morfología muy peculiar ya que ha cortado los estratos de calcarenita situados
sobre las capas de margas que son muy visibles en las paredes del pozo.
Tanto los lucernarios como las señales de excavación indican que parte de
este ramal esta excavado hacia la galería principal por lo que
estamos ante una nueva conexión de un manantial localizado previamente con la
mina. Tras este pozo la mina mantiene el mismo ancho pero gana en altura, hasta
los 2,13 metros y a los 29 metros (volvemos al patrón normal) culmina en un
pozo completamente taponado por escombros, a pesar de los escombros podemos
apreciar que también se trata de un posible pozo-noria por sus dimensiones.
Estamos junto al número 16 de la calle Castilla y este pozo esta ahora bajo el
pavimento en la zona central de la calle, no sabemos con seguridad si es
el punto donde acababa la galería o no ya que las informaciones que tenemos son
contradictorias.
Imagen del pozo situado en la 3º bifurcación de la galería de las cucarachas donde se aprecian los estratos de calcarenita que han sido cortados por la excavación del pozo.
Foto: José Millán.
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Imagen de Google donde se dibuja el trazado del ramal lateral más largo de la mina "La galería de las cucarachas·"
El siguiente pozo tras esta bifurcación se encuentra a 31 metros, tiene un largo de unos dos metros y un ancho de un metro con una profundidad similar a todos los pozos de esta zona, unos 15 metros. En el suelo de la galería se localizan curiosas formaciones hechas sobre el barro debido a la erosión diferencial del agua y que los geólogos llaman "chimeneas de hadas". Ya las hemos visto en las cuevas pero verlas en una mina es toda una novedad. A partir de esta zona nos encontramos con uno de los sectores más espectaculares de la mina por la existencia de formaciones calcáreas de diversos tipos y de enorme belleza. Encontramos en esta zona algunos refuerzos de las paredes arcillosas con ladrillos que parecen de tipología moderna. El siguiente pozo esta a 30 metros, encontrándonos en su base con algo poco habitual, un salto o cambio de altura en forma de rampa, ya que la galería tras este pozo se encuentra a un nivel más alto, 1 metro aproximadamente. La caída del agua a provocado formaciones espectaculares, siendo las más llamativas las llamadas "perlas de las cavernas" o pisolitas que aparecen dentro de pequeños gours. Sobre techos y paredes tenemos espectaculares coladas y estalactitas, también aparece alguna estalagmita a nivel del suelo. Algunas de estas formas geológicas son totalmente inéditas en el interior de una mina, al menos para nosotros. La galería a partir de este punto tiene una morfología muy peculiar, influenciada por conductos freáticos y estratos arcillosos con una altura media de 2,5 metros y un ancho de más de un metros en algunos puntos, así pasamos por dos nuevos pozos a distancias de 30 y 35 metros y en este último pozo contactamos con una galería que cruza perpendicularmente con la que llevamos. Se trata de una galería de unas dimensiones de 1,20 metros de ancho por 2,5 de alto y que esta claramente reexcavada por limpiezas de los desprendimientos de las paredes que son arcillosas , siendo el techo un estrato firme de calcarenita. Esta circunstancia genera secciones muy particulares en forma de cono invertido. Los pozos en esta zona tienen 18 metros de profundidad. y en las paredes de la galería localizamos marcas de lo que parecen costeros de madera utilizados probablemente para evitar derrumbes.
Arriba imagen en detalle de las "Chimneas de hadas" Foto: Agustín Díaz. Abajo detalle de las pisolitas y de una colada. Fotos: José Millán. |
La galería que sale a nuestra derecha tiene una dirección de 192º respecto al Norte, culmina a los 20 metros en una extraordinaria estructura de refuerzo para evitar el derrumbe de las paredes realizada
completamente con tégulas, tiene un largo de algo más de nueve metros hasta un
taponamiento en lo que parece la base de un pozo. Ya habíamos encontrado
estructuras de refuerzo en otras minas donde se habían utilizado tégulas,
combinadas con ladrillo o piedras, pero que toda la estructura sea de tégulas
es algo excepcional. La galería esta formada por 18 hiladas verticales de
tégulas dispuestas a soga , no aparece ningún mortero de unión, siendo la bóveda también de tégulas en forma de
falsa bóveda y de un ancho de tres hiladas la medida media de las tégulas es de
59X39 X 6 cm. El alto medio de la galería es de 1,52 m. y el ancho de 44 cm.
La galería que sale a la izquierda es algo más larga, tiene una dirección completamente contraria a la anterior, de unos 4º respecto al Norte , a los 29 metros encontramos una lumbrera que a pesar de estar completamente taponada por sedimentos parece haber sido reexcavada por la zona inferior, por lo que la galería queda completamente libre. Recorridos otros 31 metros alcanzamos un pozo totalmente obstruido donde culmina la exploración. La longitud total explorada de este ramal alcanza los 405 metros, sin duda debió de ser mucho más extenso, por desgracia de momento no podemos saber cuanto.
Volviendo a la galería principal desde la
bifurcación nos encontramos con un tramo de galería donde la altura se eleva
hasta los 2,78 metros manteniendo un ancho de 56 cm. y a los 30 metros
alcanzamos un nuevo pozo, el número 17 de la galería principal, que esta situado a la altura del nº 22
de la Avenida de San Antón. En este pozo encontramos una nueva bifurcación que
sale a nuestra derecha según avanzamos, se trata de una galería de dimensiones
normales 0,58X1, 75 m. y que esta excavada hacia el interior con un rumbo de
240º respecto al Norte. La galería va perdiendo altura a medida que avanzamos
por acumulación de arcillas en el suelo hasta que a los 33 metros
desemboca en una cavidad natural de grandes dimensiones. En la cavidad nos encontramos
con dos galerías paralelas que parten de
una misma sala y que guardan un rumbo similar a la galería excavada. La galería
principal, que es la continuidad de la galería excavada, se desarrolla entre un
caos de grandes bloques, tiene un ancho
de unos dos metros y un alto de tres culminando a los 22 metros en un taponamiento. La galería lateral es de
dimensiones mucho más reducidas, 0,70X0, 45 cm. concluyendo igualmente a los 15
metros en un taponamiento.
Es habitual que las minas de agua contacten
con grandes galerías naturales que están presentes en gran número en el subsuelo y que debieron aportar importantes caudales de agua, que eran
canalizados hacia la mina. Es destacable el hallazgo de innumerables huesos de animales dentro de
la cavidad, identificando entre los restos a cerdos, perros y ovejas, además
de un cencerro de hierro muy oxidado. La posición de los restos, diseminados por toda la cavidad sugiere que
los animales llegaron vivos, muriendo posteriormente por inanición. Las señales
de garras en algunos puntos de las paredes parecen confirmar este hecho. Son animales
domésticos y debieron de llegar a la cavidad por alguna entrada tapada
actualmente, constituyéndose esta cavidad como una trampa mortal de la que no pudieron salir.
Actualmente la zona superior de la mina es suelo urbano por lo que los animales debieron entrar cuando esto era una
zona rural. De hecho toda la zona de la Avenida de San Antón estuvo fuera del
casco urbano hasta épocas recientes. Aunque también aparece en la zona la cabeza de un muñeco de plástico que aunque antiguo no debe de tener más de 30 años lo que sugiere que la cueva pudo estar abierta hasta no hace mucho.
Tras cruzar esta última bifurcación nos
encaminamos a otra de las zonas más espectaculares de la mina que es la zona
previa y posterior al famoso pozo de San Antón. La galería baja su altura
a 1,90 metros y aparece completamente cubierta
por formaciones calcáreas de una extraordinaria belleza. Las distancias entre
pozos se mantienen entre los 29 y 30 metros y las galerías siguen claramente
excavadas por dos equipos en sentidos contrarios, todo sigue sin cambios
destacables hasta llegar al famoso Pozo de San Antón, que
hace el número 23. En la base del pozo aparecen muros de refuerzo de
ladrillo sobre las paredes de la galería. Los ladrillos están cubiertos
por concrecciones calizas y el
muro esta compuesto de hiladas de ladrillo que no están trabados
entre sí por lo que se aprecian desplazamientos de los paños, generados
seguramente por los movimientos sísmicos acaecidos en Carmona en la antigüedad. Los ladrillos son de
tipología romana midiendo aproximadamente 29X21X7 cm. el típico ladrillo de pie romano tan común en Carmona
El pozo tiene 15 metros de profundidad y
esta equipado con una escalera de hierro muy oxidada y con los restos de
estructuras de soporte para bombas de agua. Aparece el característico
desgaste de las paredes por los cubos propio de los pozos muy utilizados. Ya
hemos referido que este pozo de San Antón es el que da nombre a la mina
siendo uno de los más famosos y utilizados de Carmona hasta épocas muy recientes.
Arriba uno de los pozos previos al Pozo de San Antón, cubierto por extraordinarias formaciones calcáreas al igual que la galería precedente. En medio vemos los refuerzos de ladrillo de tipología romana en las proximidades del pozo y abajo una imagen del Pozo de San Antón donde podemos ver una escalera de hierro y una deformación de las paredes laterales del pozo debido al rozamiento de los cubos para la extracción de agua.
Fotos: José Millán.
Tras el Pozo de San Antón prosigue la galería sin
cambios importantes hasta que superamos el pozo nº 24, donde
apreciamos un cambio tanto en la morfología como en el tamaño de la
galería debido a la poca consistencia de
las paredes que son blandas y están reexcavadas.
La altura sube a 2,5 metros y el ancho aumenta a 1,2 metros. Se mantiene un
nivel de agua de más de un metro en toda la zona y aparecen muchos restos de
plásticos y algo de basura. En el pozo 25 nos encontramos un taponamiento con
escombros que en un primer momento detuvo la progresión, pero tras un
rato retirando arena y piedras conseguiros forzar el paso y
continuar con la exploración. Estamos a la altura del número 6 de la calle Velásquez, bajo un bloque de pisos. El tramo
de galería que nos encontramos tiene 29 metros hasta el siguiente pozo, la
galería en este punto tiene una altura de 2,2 metros y un ancho de
casi un metro, las paredes están parcialmente derrumbadas. En el pozo nº
27 nos encontramos la misma situación de taponamiento parcial y tenemos
que volver a desobstruir, consiguiendo explorar un nuevo tramo de galería
hasta el pozo nº 28, que ya se encuentra completamente taponado y esta vez sin posibilidades de desobstrucción. El nuevo tramo de galería que encontramos es similar al
anterior pero presenta unos refuerzos de las paredes hasta media altura con una especie de muro o contrafuerte
realizado con pequeñas piedras unidas con arcilla. Este sistema de retacado con
arcilla ya lo hemos encontrado en otras minas, incluso utilizando tégulas o
ladrillos. Estamos en este punto a unos 860 metros del inicio de la mina,
bajo la conocida como barriada de Los Pintores.
En la foto vemos la zona entre los pozos nº 27 y 28, punto donde concluyó la exploración por un taponamiento y donde encontramos estructuras de refuerzo de las paredes arcillosas utilizando pequeñas piedras y arcilla..
Foto: José Millán.
En meses anteriores a la exploración de la
mina habíamos tenido la ocasión de inspeccionar una lumbrera situada en la
barriada de los Pintores, junto a un portal y dentro de un pequeño seto. Se
trataba de un pozo muy interesante porque se hallaba cubierto por una cúpula de
piedra muy característica y que parecía igual a las que en su día cerraban los
pozos de las lumbreras de la Avenida de San Antón. Se levantó la cúpula y se
inspecciono la lumbrera con una cámara de vídeo confirmando la existencia de
galerías, aunque aparecían parcialmente taponadas por escombros. La lumbrera
contaba con una especie de brocal hecho con piedras talladas sobre las que
encajaba la cúpula, realizaba en piedra maciza, con la intención dejar el pozo
registrable.
La situación de esta lumbrera, en línea con la galería explorada hasta ahora la convirtió en objetivo preferente para poder continuar las exploraciones. El acceso por esta lumbrera nos permitió, tras una desobstrucción, explorar nuevos tramos de galería. A favor de las aguas pudimos recorrer el ramal que ha de conectar con el pozo nº 28, donde se hallaba detenida la exploración, por desgracia a los 22 metros nos encontramos con un derrumbe que nos lo impide , quedando un tramo de 30 metros entre lumbreras por explorar. La galería aparece llena de formaciones calcáreas en forma de estalagmitas y coladas y las paredes están, como en tramos anteriores, parcialmente derrumbadas, siendo visibles los trabajos de limpieza realizados para liberar el flujo de agua. Apreciamos hiladas de tégulas situadas bajo el nivel de agua y que sirven de refuerzo de las paredes y junto con ellas restos de costeros de madera muy deteriorados y que parece que cruzaban la galería de una pared a otra, por lo que podrían tener una función de contención, para evitar el colapso de las paredes. Se toman muestras de la madera para su datación.
En las fotos vemos arriba la característica cúpula que cerraba la lumbrera de Los Pintores, en medio vemos el acceso al pozo por un hueco redondo entre dos losas de piedra labradas y abajo vemos los restos de los costeros de madera que debieron ser colocados para evitar derrumbes, lo que vemos bajo las madera son hiladas de tégulas..
Foto: José Millán y Manolo Bernal.
En sentido contrario y siguiendo la galería principal entramos en una pequeña galería de unos once metros de longitud y poco más de un metro de altura cuyas paredes aparecen revestidas con tégulas y ladrillos, suponemos que en la parte final conecta con un manantial que no es visible, debiendo estar por debajo de las aguas. Volviendo a la base de la lumbrera encontramos semitaponada por escombros una nueva galería lateral que se desvía del rumbo de la galería principal, tomando una dirección de 255º respecto al Norte (la galería principal discurre en un rumbo aproximado de 190º respecto al Norte). En principio es una galería normal de 60 cm. de ancho por 1,60 de alto pero a los 7 metros entramos en una zona mucho más amplia de casi dos metros de ancho por lo mismo de alto, este aumento de tamaño esta provocado por el derrumbe de las paredes, existiendo también costeros de madera similares a los anteriores y que claramente se encontraban cruzados en la galería, incluso distinguimos unas pequeñas pletinas de madera en el apoyo de los mismos con la pared. A los 22 metros alcanzamos un nuevo pozo que se encuentra completamente taponado, en la zona previa al pozo encontramos un formidable arco de ladrillo que ha de ser antiguo ya que se encuentra completamente cubierto por formaciones calcáreas de cierta envergadura. Las capas de concreciones han impedido hacer un estudio a fondo de los ladrillos por lo que no podemos asegurar su antigüedad. En las paredes del arco aparecen huecos que parecen destinados a soportar algún tipo de encofrado que facilitara su construcción. El muro que sustenta el arco tiene unas dimensiones 92 cm. de ancho por 1,22 de alto (hasta el suelo de sedimentos), el arco tiene 56 cm. de anchura.
Arriba vemos la zona final de la galería principal de la mina que culmina en un pequeño manantial donde las paredes han sido reforzadas con tégulas y ladrillos. En medio y abajo vemos dos imágenes del arco de ladrillo de antiguedad y funcionalidad inciertas que constituye el punto final de la galería lateral.
Fotos. José Millán.
Con estas exploraciones damos por
concluido el estudio de la galería principal centrándonos ahora en la nueva
galería lateral o "Galería del Arco" por donde claramente ha de
continuar la mina. La topografía apunta que esta galería discurre desde los Pintores
hacia la calle Vista Alegre, debiendo ir la mina aproximadamente por el centro
de esta avenida. Por desgracia todas las lumbreras que debieron existir en el
trazado están completamente tapadas y se encuentran debajo del asfalto. Por
suerte para nosotros un vecino de esta calle de Vista Alegre, que vive en la
casa el nº 99 nos informa de que tiene un pozo moderno, excavado hace unos 30
años, que fue conectado con la mina por una galería. Tras pedirle el
correspondiente permiso podemos explorar su pozo y conectar desde la base de
este con la mina, explorando y topografiando 40 metros de galería, hasta dos
taponamientos en sentidos contrarios. Este nuevo tramo de mina es muy similar a
los anteriores pero no presenta ningún tipo de revestimiento, tiene una altura
media de 1,70 metros y un ancho de 70 cm. manteniendo una altura de agua de más
de un metro. Este es el último sector de la mina que se ha conseguido explorar
hasta la fecha, si seguimos el trazado de la mina y consideramos que no cambia
de rumbo esta habría de llegar a la zona trasera o más próxima al escarpe de
los terrenos conocidos como Los Villa, conocido popularmente como Puerto de
Matahacas, donde hemos realizado ya algunas exploraciones que hemos publicado
en este blog:
http://minasdeagua.blogspot.com.es/2017/03/la-mina-de-agua-de-los-villa-o-del.html De hecho en estos terrenos de los Villa parecen converger varias minas importantes como la de la Fábrica de Anís o la de la calle Sevilla y probablemente también esta de San Antón. Las expectativas que tenemos en la actualidad pasan por poder destaponar y explorar alguno de estos pozos que están localizados pero que no son accesibles sin realizar la correspondiente limpieza y destaponamiento y que actualmente se encuentran dentro de los terrenos donde se han costruido un Burger King y un supermercado Aldi.
Imagen de la galería localizada bajo el nº 9 de la calle Vista Alegre.
En la imagen vemos uno de los taponamientos por piedras y tierra de la galería localizada bajo el nº 9 de la calle Vista Alegre.
Foto. José Millán.
.Imagen de Google de la zona final de la mina en la barriada de Los Pintores. En rojo las galerías exploradas y en amarillo los trazados a los que no se ha podido acceder por taponamientos.
Conclusiones:
Los resultados de las investigaciones no dejan
ninguna duda del origen romano de esta mina en base a las innumerables
evidencias encontradas; las tipologías constructivas tanto de las galerías como
de las lumbreras, los materiales utilizado en los refuerzos, el ladrillo
de pie romano o la tégula.y el uso del signinum como mortero
impermeabilizante. En este caso la mina ha sido reutilizada
intensivamente durante la Edad Media y moderna quedando esta
reutilización bien reflejada en las galerías de ladrillo y bóvedas
situadas a la salida de las aguas, que deben corresponder a las reformas originales
de la Fuente Pública y construcción de la Fuente de los Leones en el siglo XVI
, no queda tan clara la antigüedad de la reexcavación de las
galerías iniciales y de la canalización de tejas existente pero
podrían haber sido acometidas sobre la misma época.
.Imagen de Google donde se superpone el trazado completo de la mina
Además hemos encontrado evidencias de limpiezas y
apuntalamientos con maderas en zonas donde se han producido
desprendimientos de las paredes. Los análisis de radio carbono de
la madera apuntan a finales del siglo XVIII o principios del XIV estando avalados
por lo que dicen las Actas Capitulares que se conservan en los
archivos del Ayuntamiento. Algunas lumbreras se han reutilizado como pozos de
agua de casas particulares que han sido reexcavados para acumular agua
o construido pequeñas represas, estas lumbreras son
justamente las situadas desde el final de la Calle Real con el Paseo del
Estatuto hasta el principio de la actual Avenida de San Antón, que es justamente
donde acababa el casco urbano hasta épocas muy recientes. La estructura de la mina
es simple, esta compuesta por una galería principal o acueducto que se
desarrolla durante unos 880 metros en un rumbo muy constante de unos 189º
respecto al Norte, discurre más o menos paralela al cantil rocoso que separa la
elevación de Carmona de la Vega y no debe ser casualidad y se pretende captar
las corrientes de agua que fluyen perpendicularmente desde las terrazas a la
Vega. La galería principal esta excavada con patrones inter.-lumbreras
muy constantes de unos 29 metros (100 pies romanos) y con el sistema de
excavación más recurrente en los acueductos subterráneos, que es el construir
las galerías entre lumbreras mediante dos equipos excavando en sentidos
contrarios hasta encontrarse más o menos en el centro, corrigiéndose en
el punto de unión los pequeños errores de rumbo y la pendiente de la galería
que es uno de los parámetros clave en una mina de agua ya que ha de mantenerse durante
toda la galería una pendiente mínima, la justa para que el agua circule
por gravedad y no se produzca arrastre ni erosión.
Plano realizado en el año 1825 donde se puede ver la mina de San Antón y sus lumbreras, dibujado su trazado desde el final de la calle Real y donde hoy empezaría la Avenida de San Antón, en el plano se la llama como "cañería de la Fuente " y tiene el número 89.
Las lumbreras son todas rectangulares y tienen unas
dimensiones típicas de putei romano, aproximadamente 1,30X0, 90, m. si bien
algunas han sido reexcavadas, aumentándose normalmente el lado
largo, para su uso como pozo-noria. Todas las lumbreras están equipadas
con los característicos mechinales para el apoyo de los píes. La profundidad de
las lumbreras va variando con la cota de nivel del terreno, siendo la
profundidad mínima la que encontramos al final de la calle Real, unos 3 metros
y la máxima la que registran los pozos situados al final de la Avenida de San
Antón que alcanzan los 18 metros. Hay lumbreras que parecen permanecer
cerradas desde origen mediante losas labradas de piedra.
En cuanto a las
señales de herramientas distinguimos los habituales picos de hierro en las
zonas duras y una especie de cincel plano de unos 5 cm., de pala que en las
zonas muy blandas aumenta hasta llegar a ser de unos 10 cm. a modo de
azadón.
Se ha utilizado en toda la galería el típico sistema de
alumbrado mediante pequeños lucernarios excavados a la altura de la
cabeza y que en ocasiones aparecen en ambas paredes y no sólo en la
pared izquierda según el sentido de excavación (que es lo habitual). En las
galerías más altas, que superan los tres metros, aparecen hiladas verticales de
lucernarios, lo que puede indicar que la galería se excavó ha esta altura
desde origen, esto es algo normal en las minas de agua romanas, donde,
como hemos explicado el lecho se mantiene prácticamente horizontal excavando
en altura para adaptar la mina o bien a
los estratos de roca del terreno (buscando la estabilidad y firmeza de los
techos) o bien a los manantiales que se iban captando. Las distancias entre
lucernarios suelen ser las normalizadas de entre 60 ó 70 cm. si bien, como en
otras minas, se pueden apreciar distancias muy pequeñas, de apenas 10 cm. Hemos
intentado dar explicaciones a este acortamiento entre lucernarios achacándolos
a factores como la dureza de la roca o la falta de ventilación que provocaría un recurrente apagado de la lucerna obligando
al excavador a ponerlas muy juntas por seguridad. También aparecen las llamadas
hornacinas que están destinadas a albergar los recipientes para recargar las
lucernas. Estas aparecen preferentemente
en la base de las lumbreras (punto donde se iniciaban las excavaciones) o más raramente en los
puntos de unión de galerías. Los refuerzos encontrados en la galería principal
para salvar zonas arcillosas son de tres tipos; o bien están hechos con
ladrillo de pie romano, con tégulas, o con mampostería, en ninguno de los
casos se ha encontrado mortero de unión. En los casos de los contrafuertes de
mampostería estos se han consolidados con arcilla.
En la galería principal de la mina aparecen cinco
bifurcaciones, cuatro de ellas situadas en la zona central y la
última al final de la galería principal, todas tienen la finalidad de aportar
agua, siendo dos de ellas de gran desarrollo. Encontramos tres galerías de
corto desarrollo que conectan con veneros, y una de ellas conecta con una
cavidad natural de gran envergadura. En al menos dos casos parece que el
manantial fue localizado previamente con un pozo y luego conectado con la mina.
La bifurcación más larga explorada es la Galería de
las Cucarachas que debió tener en su día un desarrollo de más de 500 metros
pero actualmente se encuentra taponada y no sabemos su longitud original, su
estructura y modo de construcción es similar a la galería principal, con
varios aportes laterales que conectan con veneros salvo porque los
patrones Inter.- lumbreras aumentan en algún caso a los 35 metros (120 pies,
que es denominado como actus). El hecho de que en las galerías laterales de una
mina romana se produzcan variaciones en los patrones Inter.-lumbreras es muy
habitual y normalmente suele ser al alza, es decir, que las distancias tienden
a aumentar. No tenemos todavía una explicación segura a este hecho pero sí
varias teorías relacionadas con cambios de criterio por la excavación en
fases distintas o las diferentes necesidades de ventilación (menores en
galerías laterales por el llamado efecto Venturí, que provoca la galería
principal sobre la lateral y que aumenta la ventilación). En esta galería lateral
encontramos una extraordinaria estructura de refuerzo realizada
completamente con tégulas y que nos afirma en la autoría de este sector de la
mina que al igual que la galería principal ha de encuadrase en la época de
dominación romana y probablemente en época Imperial, siglos I y II de nuestra
era, que es cuando se llevan a cabo las grandes obras públicas en la Carmo
romana.
La última de las bifurcaciones es la situada en la zona
final de la galería principal que parte desde la última de sus lumbreras, no sabemos
cual era su longitud total ya que sólo hemos podido explorar una pequeña parte
pero sospechamos que durante siglos debió ser el aporte principal de agua de la
mina por las estructuras encontradas en la zona, que parecen
destinadas a preservar los caudales procedentes de este sector, entre ellas el
formidable arco de ladrillo ya descrito y los costeros de madera para evitar el
colapso de las paredes. Si sabemos que dirección lleva esta galería que es
hacia los terrenos de los Villa, bajo cuyo subsuelo existen importantes
manantiales situados a poca profundidad y que por las evidencias debieron ser
utilizados para alimentar a varias de
las minas de agua más importantes de Carmona. Por lo explorado y por las
estimaciones que ahora podemos hacer estamos ante un acueducto subterráneo de
al menos dos kilómetros. La homogeneidad constructiva sugiere que la mina se
construyo en una única fase, sin ampliaciones a lo largo del tiempo.
Si esta mina se construyó en época romana habría de estar
destinada a dar servicio a algún tipo de
infraestructura industrial de abastecimiento o lúdica situada extramuros
de la Carmo romana y de la que no tenemos ninguna evidencia actualmente.
Cabe la posibilidad de que el agua fuera almacenada en grandes cisternas o
incluso elevada hacia la ciudad, que esta situada por encima de salida de
estas aguas. Este segundo caso nos parece poco probable porque nuestras
investigaciones parecen indicar que la ciudad intramuros contaba con sus
propias minas de agua, que en algunos casos pudieron incluso abastecer a los
grandes baños públicos o térmas existentes en el interior de la ciudad. No
obstante la mina dirige sus aguas a las proximidades de un estratégico enclave
que es ni más ni menos que la entrada principal de la Carmo romana y la
que hoy conocemos como Puerta de Sevilla y esto seguro que tiene algo que ver.
Además hay evidencias de que no era sólo la mina de San Antón la que
desembocaba en lo que hoy es la Alameda, sumándose a estas aguas las que
transportaban otras minas como la de la calle Sevilla, lo que intensifica la
idea de que lo que hubiera en este enclave debía ser muy importante para
necesitar tanta agua.
Una mina de agua es sin duda el sistema de abastecimiento
más eficiente que se pueda construir, proporciona caudales de agua constantes,
limpias y libres de las contaminaciones que el agua almacenada
pudiera sufrir lo que sin duda fue bien aprovechado por la civilización romana,
una cultura para la que el agua fue un elemento tan vital. Por tanto creemos
que las minas de agua debieron probablemente
ser el eje fundamental sobre el que se sustentó el abastecimiento de la
Carmo romana.
Por último quiero hacer hincapié en el increíble valor
tanto patrimonial como histórico y geológico que tienen estas galerías. En
ellas no sólo hemos encontrado el fabuloso legado dejado por nuestros
antepasados, también hemos encontrado
formas geológicas excepcionales que han sido creadas por la acción de la
naturaleza durante dos mil años y que aumentan más si cabe el valor de
esta colosal obra. Es por tanto muy necesaria su protección y si cabe su puesta
en valor siendo posible en un futuro e exponer al público una parte del trazado
de las galerías que ofrezcan las condiciones de seguridad necesarias.
Agradecimientos:
Agradecer finalmente la colaboración de las personas que en
muchos casos han facilitado el acceso a los pozos: D. Antonio Escamilla , D. José Antonio Escamilla y D. Juan Matallanes, al Ayuntamiento de Carmona por facilitarnos el acceso por los registros de la Avenida de San Antón y colaborar en las labores de señalización y viguilancia de la zona.
El equipo de exploración ha estado compuesto por: Manolo Bernal, Agustín Díaz, Enrique Peña, Antonio González, Francisco Zambrano, José Antonio Escamilla, Jesús Moreno , José Millán y el arqueólogo municipal Juanma Román. |
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