sábado, 2 de septiembre de 2017

La mina de agua de San Antón.

Imagen histórica de la Fuente Pública tomada sobre los años 40. 
Extraída de "Carmona en la memoria", Miguel  Medina Rodriguez.


Situación y contexto histórico:
Esta extraordinaria mina de agua es sin duda una de las más importantes  que hayamos estudiado hasta la fecha ya que ha sido durante muchos siglos, probablemente desde época romana, uno de los principales suministros de agua de la ciudad  de Carmona. Sus aguas  abastecieron a la que fue conocida como “Fuente Pública”, situada en la primitiva  Plaza de Abajo, que luego fuera Alameda Vieja y que actualmente se conoce como la Alameda de Alfonso XIII, tras ser remodelada en el año 1929, coincidiendo con la Exposición Universal.
La Plaza de abajo fue durante  la Edad Media un importante centro de reunión y  celebraciones de festejos y  mercados populares que en contraposición a los de la “Plaza de arriba”, situada en lo que hoy es la Plaza de San Fernando daban cabida a gentes de clases más humildes constituyéndose como un singular espacio urbano extramuros situado  junto a la estratégica  Puerta de Sevilla, en el Barrio  conocido como El  Arrabal. Ya nos  hemos referido a  la historia de este singular enclave carmonense  en un artículo anterior donde estudiábamos otra mina de agua situada en la Avenida de Portugal, “La mina de La Alameda de Alfonso XII o de Felipe”. 
Se trata de una pequeña mina que podría haber sido parte de esta mina de San Antón. El nombre de San Antón lo hemos tomado de uno de sus pozos, situado junto al convento del mismo nombre, al Sur de la actual avenida de San Antón y que es uno de los pozos con más historia de Carmona. En diferentes escritos y artículos podemos encontrar alusiones a esta mina en las que se la llama con diferentes nombres como “Complejo hidráulico de la calle Real”, “Galería de la fuente pública” o Cañería de la Fuente, el hecho de no existir un consenso en cuanto al nombre es lo que nos ha llevado a llamarla como “Mina de San Antón”. Hay que hacer notar que en la Alameda de Alfonso XII convergen varias galerías que han de ser diferentes minas y que actualmente están en exploración.


Imagen histórica del Pozo de San Antón, junto a la ermita que le da nombre y del que hemos tomado el nombre de la mina.
Extraída de "Carmona en la memoria", Miguel  Medina Rodriguez.

El elemento más emblemático de la Alameda es sin duda la Fuente de los Leones, construida en el año 1.515 por orden de la reina Doña Juana I de Castilla estando la fuente  alimentada por las aguas de la mina de San Antón, de la misma forma que la fuente publica, situada a escasos metros de la misma y que actualmente ha desaparecido. En la actualidad las aguas de la fuente de Los Leones provienen  de la red general de abastecimiento. De hecho tanto la mina de San Antón como las otras galerías han dado servicio durante muchos años  a las fuentes de la Alameda (existe una segunda fuente situada en el extremo puesto de la Alameda y que actualmente esta seca) , a los servicios públicos construidos en la zona en los años 20  y a un gran pilar. “El Pilar de los Caballos”, situado en uno de los márgenes de la Alameda. Gracias a  nuestras exploraciones hemos podido recorrer y estudiar parte de las canalizaciones subterráneas de ladrillo que alimentaban la fuente en el siglo XVI; una estructura rectangular que recogía las aguas y que debía de tener una función de arenero o decantador y una aljibe construido probablemente en los años 20 para el servicio de las instalaciones existentes en la Alameda.




Imágenes históricas de  la Fuente de Los Leones y del Pilar de los Caballos, dos importantes  infraestructuras alimentadas por las aguas procedentes de las galerías de la Mina de San Antón.
Extraída de "Carmona en la memoria", Miguel  Medina Rodriguez.
            
 La gran importancia histórica de esta mina permite que se puedan encontrar referencias a determinadas obras de reforma o limpieza realizadas en la mina para asegurar el suministro de agua, como las que reflejan las actas capitulares archivadas en el Ayuntamiento, siendo la más destacables las realizadas en los años 1.759 ,  1. 819  y 1.849, donde se alude a una serie de obras de urgencia para garantizar  el suministro dado la alarmante disminución de caudal. Las galerías de esta mina pudieron también servir de refugio durante la Guerra Civil, tal como cuentan algunos carmonenses. Durante nuestras exploraciones hemos encontrado evidencias de lo que parecen zonas de habitad o vivacs improvisados que podrían corresponder a este uso.
            Por otro lado la mina ha sido ya objeto de curiosidad y estudio por parte de vecinos de Carmona, destacando los trabajos realizados por Manuel Buzón Fernández a finales de los años 80 y principio de los 90, recorriendo y midiendo, ayudado por el famoso pocero carmonense  "Ignacio  el Barillero" gran parte de la galería principal de la mina, además de  reivindicar ante el Ayuntamiento la importancia de esta obra y denunciar determinadas agresiones a la misma.

Las exploraciones:
        Los trabajos de exploración y estudio de esta mina se enmarcan en el convenio de colaboración firmado entre  la AAES (Asociación Andaluza de Exploraciones Subterráneas) y  el Ayuntamiento de Carmona en Julio de 2016, con objeto de realizar la exploración de las galerías subterráneas existentes bajo el subsuelo de la ciudad . Una de las minas más conocidas e importantes es la galería que en su día abasteció a la Fuente Pública y a la Fuente de los Leones situada en las proximidades de la Alameda de Alfonso XIII, por lo que presentamos ante el Ayuntamiento un proyecto de exploración de la misma. El único acceso conocido por nosotros  en ese momento era el situado en una casa que se encuentra en el cruce entre la Calle Real y el Paseo del Estatuto. Realmente este ha sido siempre el acceso público a la mina para todas las obras de mantenimiento y  que  estuvo situado  en la misma acera de la calle,  hasta que en los años 90 se edificó una casa sobre el mismo. Tras diversas gestiones con la actual propietaria del inmueble se consigue el permiso para la exploración, que se realiza  a principios del mes de octubre de 2016. En estas exploraciones nos acompañaría el arqueólogo municipal Juanma Román. En fechas anteriores ya se había podido realizar una primera inspección de la galería por tres miembros del equipo, pudiendo recorrer unos 800 metros hasta un taponamiento y dejando atrás tres bifurcaciones. 

Accediendo a la mina por una trampilla situada en el salón de una vivienda situada en la esquina entre la calle Real y el Paseo  del Estatuto.
Foto: José Millán.
La bajada a la mina se realiza desde una trampilla que se encuentra en el salón de la vivienda y que da paso a una galería descendente de unos dos metros de alto por noventa centímetros de ancho equipada con unas escaleras realizadas con ladrillo. Parte de las paredes están enlucidas con mortero de cal y donde no aparece el ladrillo visto. La bóveda superior es también de ladrillo, apreciándose las señales del encofrado hecho de palos o cañas. La escalera da paso, tras bajar unos cinco metros, a un pequeño arco por el que accedemos a una cámara con aspecto de aljibe, tiene un largo de unos cinco metros por un metro y medio de ancho por unos tres de alto, parece construido a base de pilares de ladrillo y enlucido de cal.  En la parte superior de la bóveda se aprecia un cerramiento de ladrillos que parece posterior. Todo lo que veo me recuerda a una alusión leída en un interesante trabajo titulado “Apuntes para la historia de nuestra Alameda” de Joaquín Rueda Muñoz,  en el que habla de estas infraestructuras, refiriéndose a depósitos o areneros previos a la fuente pública y de cómo fueron tapados durante el reinado de Carlos III en el siglo XVIII para protegerlos de las plagas de filoxera que eran trasmitidas por los insectos. Toda esta obra que observamos en el subsuelo puede ser la referida en las actas capitulares del siglo XVIII  ejecutadas bajo el mandato de Carlos III.
Imagen de la bóveda de ladrillos de la galería de bajada y  que  da acceso a la mina, donde se puede apreciar el encofrado hecho de de palos o cañas..
Foto: José Millán

Estructura con aspecto de aljibe que se encuentra bajo la vivienda.
Foto: José Millán.
 Sabemos, por referencias populares recogida por historiadores que en este punto convergen dos minas; la de San Antón y otra galería más profunda que se ha convenido en llamar la mina de agua de la calle Sevilla ya que discurre bajo la misma. Según se dice el agua  de esta segunda mina no era  potable,  como sí era la de San Antón,  por lo que se usaba para alimentar el abrevadero conocido como Pilar de los Caballos, situado en uno de los márgenes de la Alameda. Los accesos a ambas minas se hayan en la misma escalera de bajada a la cámara, en el lado izquierdo. La primera  es la que da acceso a la galería de la mina de San Antón, se trata de una pequeña entrada excavada en la roca de un metro de alto por unos setenta centímetros de ancho  y que se encuentra cerrada  con ladrillos superpuestos  sin ningún tipo de argamasa. En este punto se ha realizado una derivación de las aguas que circulan por la mina  hacia la escalera por una conducción de tejas, discurriendo por las mismas un pequeño caudal de agua que acaba de desaparecer en el suelo de la cámara inferior por una pequeña arqueta tapada con un sillar, a trabes del sillar podemos vislumbrar una canalización de ladrillos. ¿Dónde van estas aguas? Discurren a un nivel más profundo que la mina de San Antón y que coincide en cota con el pilar de Los Caballos por lo que nos inclinamos a pensar que lo alimentan. De hecho el Pilar de los Caballos sigue contando con un buen caudal de agua en la actualidad, incluso en épocas de sequía. Un poco más abajo  de la entrada a la mina de San Antón y sobre los escalones  se observa una nueva puerta tabicada y en este caso con ladrillos y cemento. La propietaria de la vivienda nos dice que este era el acceso a la mina que discurre bajo la de San Antón, la de la Calle Sevilla y a la que ella tuvo la ocasión de acceder hace ya años, incluso nos enseña fotos de la galería.  Por las fotos nos parece que se trata de una mina de agua excavada en la roca muy similar a la de San Antón con la única característica que se hallaba  completamente seca. Puede que la derivación de parte de las aguas de la Mina de Santón a la que nos hemos referido y que discurre por las escaleras se realizara para mantener el caudal del pilar.


Arriba  el aspecto actual de la Fuente de los Leones, situada junto a lo que antaño fuera Fuente Pública  y abajo el pilar de los Limones, situado en uno de los márgenes de la Alameda. Los puntos donde habrían de converger las minas de San Antón y la de la calle Sevilla.
Fotos: José Millán.


Para acceder a la mina es necesario retirar los ladrillos que  como ya  hemos referido están sueltos sin ningún tipo de argamasa Al retirarlos dejamos libre un incómodo paso de unos treinta centímetros de alto. Al otro lado se abre la galería que tiene una altura de 2,30 metros y un ancho de 62 centímetros, esta equipada con pozos o lumbreras cada treinta metros aproximadamente. Se desarrolla en una dirección muy constante de unos 200º respecto al Norte. 
Las labores topográficas y de exploración se realizan durante los meses de octubre, noviembre y diciembre de 2016 y  febrero, marzo y mayo de 2017, con un total de 12 entradas en la mina. A partir de la primera exploración el acceso a la mina se realiza por un pozo situado en la casa nº 10 de la calle Real, propiedad de José Antonio Escamilla, que además de facilitarnos el acceso por su propiedad se une y colabora con el equipo de exploración. Desde este pozo podemos topografiar unos 850 metros de galería principal, hasta un pozo completamente taponado situado bajos unos edificios de la calle Velásquez. Para facilitar la exploración y topografía de varios ramales laterales se recurre al acceso por una arqueta situada sobre el asfalto  a la altura del nº 33 de la Avenida de San Antón, que esta a unos 580 metros del inicio de la mina.




Arriba  acceso a la mina por una pequeña puerta cerrada con ladrillos, situada sobre la escalera de bajada al "aljibe", abajo acceso desde un pozo de  una casa propiedad de José Antonio Escamilla.
Fotos José Millán.
En la galería principal se localizan cuatro galerías laterales; la primera esta situada a unos 480 metros del inicio de la mina, se trata de una galería que a los 10 metros con dirección noroeste,  culmina en un pozo y un venero que ha día de hoy esta seco. La siguiente bifurcación la encontramos a unos 510 metros de iniciada la mina, toma dirección suroeste y se trata de una galería de gran desarrollo y que cuenta con tres bifurcaciones; dos de corto desarrollo y acabadas en veneros y otra algo más larga que culmina en un pozo taponado. El final de esta galería es un cruce con dos ramales en sentidos opuestos, que culminan en dos pozos taponados, en la que toma dirección sur encontramos un extraordinario revestimiento realizado completamente con tégulas. El desarrollo total de este ramal es de unos 450 metros.
A los 540 metros del inicio de la mina encontramos un nuevo ramal con dirección oeste y que tras unos 40 metros culmina en una cueva natural de grandes dimensiones y que pudo tener un acceso al exterior por la gran cantidad de esqueletos de animales que se localizan en esta zona. La última de las bifurcaciones la encontramos a unos 600 metros de iniciada la mina, es una corta galería de captación de unos 12 metros que toma una dirección completamente perpendicular a la galería principal.

Accediendo a la mina por una arqueta situada frente al nº 33 de la Avenida de san Antón.
Foto: José Millán.



Debido al taponamiento de la galería principal nos vimos obligados a intentar continuar la exploración por otro pozo que pudiera cortocircuitarlo y dicho pozo existe; fue  localizado en la barriada conocida como Los Pintores, contigua a la calle Velazquez. Este pozo se encuentra junto a un portal y dentro de un pequeño seto o zona verde, esta cubierto por una característica cúpula hecha de piedra tallada y no ladrillo (como es habitual). Este pozo ya había sido inspeccionado con anterioridad levantando la cúpula e introduciendo una cámara que confirmó la existencia de dos galerías contrapuestas, aunque aparecían casi totalmente taponadas. Esta nueva exploración se realiza en el mes de Febrero de 2017 y tras la desobstrucción de las galerías se consiguen  explorar unos 50 nuevos metros de galería en sentidos contrarios, llegando (en contra de las aguas) a un pequeño venero revestido con tégulas y ladrillo y a una galería lateral que cambia de dirección girando hacia el oeste y que culmina a los pocos metros en un pozo taponado donde se localiza un arco de ladrillo extraordinariamente ejecutado y de datación y funcionalidad imprecisas. En esta zona se han producido  desprendimientos de las paredes que son arcillosas siendo  visibles las limpiezas realizadas así como restos de vigas de madera que parecen destinadas a hacer de contrafuertes sobre las paredes para evitar su colapso. Se extraen muestras de madera para su datación. A favor de las aguas recorremos unos 25 metros de galería hasta un taponamiento en un pozo. Las paredes de la galería han sido reforzadas con tégulas en algunos puntos  y algunas zonas de los hastiales  se han desprendido, llegando casi a cerrar la galería.

Acceso a la mina por una lumbrera situada en la barriada de Los Pintores.
Foto: José Millán.

Cerrada la continuidad por la galería de los Pintores buscamos alguna lumbrera situada en el trazado lógico de la mina encontrando que todas estaban cerradas y bajo el asfalto de la calle. Sin embargo localizamos un pozo privado situado en el nº 99  de la calle Vista Alegre ,que según nos comenta su propietario D. Juan Matallanes no es de la mina pero conecta con ella, ya que  se excavó hace unos cuarenta años para comunicar el agua de la mina con el  pozo. También nos comenta que la galería de la mina continúa en dirección oeste , hacia los terrenos de Los Villa y que llega hasta las proximidades del antiguo instituto de los Salesianos. Además de darnos esta valiosa información esta dispuesto a colaborar con nuestras exploraciones y permitirnos su exploración.
Concretamos su exploración en el mes de mayo y efectivamente confirmamos que tras una corta galería de unos seis metros el pozo conecta con la mina. Desde este punto podemos explorar unos cuarenta metros de nuevas galerías en sentidos opuestos hasta nuevos taponamientos. La galería que nos encontramos es similar a las anteriores y no posee ningún tipo de revestimiento. Tiene un nivel de agua de casi un metro.


Pozo situado en la calle Vista Alegre y que nos permitió explorar un nuevo sector de la mina.
Foto: José Millán.


Desde la calle Vista Alegre hasta donde nos dicen que llegaría  la mina distan aún unos 300 metros pero por desgracia parece que todos los pozos existentes en este sector han sido tapados. Tenemos la duda de si uno de los Pozos-noria situados más al sur de los Villa, en el llamado Puerto de Matahacas  o un pequeño pozo situado a ras de suelo en la misma zona  y que fue inspeccionado por el servicio arqueológico calificándolo como posiblemente romano pertenecen a la mina, ya que están más o menos en la línea. Estos pozos están actualmente dentro de los terrenos comprados por la constructora que recientemente ha edificado el supermercado Aldi y el Burger King, aunque están fuera del recinto construido. Los pozos por desgracia están taponados. Es posible que en un futuro, estos terrenos pasen a ser del Ayuntamiento y se pueda proceder a su destaponamiento y culminar así la exploración de todo el trazado de la mina.
No podemos saber actualmente con precisión cual era la longitud total de la mina debido a los taponamientos  pero si sabemos que superaba los 2.000  metros   por lo que estamos ante una gran obra pública  destinada, sin duda, al abastecimiento de una población importante, como siempre fue Carmona, desde hace al menos 3.000 años.


Imágenes del pozo localizado a ras de suelo en la zona de los Villa y que fue catalogado por el servicio arqueólogico como posiblemente romano. Se encuentra en la línea de la Mina de San Antón.
Fotos: Juanma Román.


Descripción de la mina:
La zona inicial de la mina (desde la salida de sus aguas) esta muy modificada por diferentes reformas realizadas desde el siglo XVI hasta casi la actualidad por lo que es difícil saber cual era su aspecto original. La galería excavada acaba aproximadamente en la entrada existente desde las escaleras de acceso en la casa de la esquina de la calle Real con el paseo del Estatuto y a partir de este punto hacia el este encontramos una galería de ladrillo abovedada que en principio tiene 1,70 m  de alto por 65 cm. de ancho pero que al poco se transforma en un conducto de un metro de anchura siendo la bóveda de ladrillos  sustituida por grandes losas de barro. La tipología de estas estructuras sugiere, por comparativa con otras encontradas en Carmona, que pudo ser construida en el siglo XVI, aunque presentan reformas más recientes.


Arriba la zona inicial del conducto de ladrillo en el que desemboca la mina, abajo zona donde cambia la bóveda y se reduce la altura.
Fotos: José Millán.

A los 10 metros del inicio la  canalización se ve interrumpida por una rotura donde se ha colocado un gran tubo de PVC para el paso del agua y en este punto gira a la derecha. Tras el tubo  sigue la galería con las mismas características  durante diez metros más hasta una arqueta taponada que  por su dirección parece el conducto que pudo abastecer antiguamente a la Fuente Pública . La zona previa a la arqueta es un conducto hecho de sillares y no de ladrillos. A la derecha de este conducto encontramos un aljibe de unos cinco metros de largo por dos de ancho y  que  recibe las aguas de la mina, no se encuentra  ningún acceso al exterior desde el aljibe. Por el aspecto puede haber sido construido en los años 20, con las reformas de la Plaza de la Alameda. Este aljibe se haya  frente del edificio situado en el nº 1 de la calle Joaquín Costa , que es propiedad del Ayuntamiento y donde actualmente existe un aljibe moderno  alimentado por aguas de la red. Es probable que este sea el aljibe que distribuía el agua a los servicios públicos de la Alameda, situados en este mismo edificio.

Zona final de la mina de San Antón previa a la Fuente Pública, donde se dibujan sobre la foto satélite las estructuras que  se han podido investigar.
En cuanto a la galería excavada en la roca  esta comienza aproximadamente bajo la esquina de la Calle Real con el Paseo del Estatuto tomando en principio  un rumbo casi constante de 205 grados respecto al Norte. La galería tiene una altura de 2,30 metros por un ancho de 62 cm. el techo esta compuesto por una suerte de bóvedas y cerramientos de diferentes materiales y épocas, vemos ladrillos modernos y una curiosa bóveda de capuchina hecha con losas de piedra arenisca similares a los que se usaban en época romana para los acerados de las calles. También se aprecian falsas bóvedas de ladrillo combinadas con grandes losas encajadas, algunas zonas parecen inestables y en peligro de derrumbe. Parece que todo este tramo de galería estuvo en algún momento abierto por su parte superior, no creemos que fuera desde origen y quizás fuera  por una excavación posterior, cubriéndose posteriormente y edificando sobre la misma ya que lo que hay sobre la galería son edificios situados en el Paseo del Estatuto.

Huellas de encofrados en el cemento en una bóveda situada al inicio de la galería.
Foto: José Millán
En el suelo y antes de que el agua se enturbie por nuestro paso localizamos  una canalización  hecha de tejas que se va a mantener un buen trecho de galería. A unos cuarenta centímetros de altura desde el suelo se aprecia una discontinuidad en la roca que parece una reexcavación  más reciente. Toda esta zona de bóvedas se prolonga durante unos 40 metros hasta que la galería ya empieza a tener un techo firme de roca.
Es en este punto donde encontramos el primer pozo, que es redondo y de apenas medio metro de diámetro, esta completamente tapado con ladrillos. Todas las lumbreras de esta mina son rectangulares por lo que este pozo podría ser posterior. En las paredes de la galería aparecen  los típicos lucernarios, excavados a la izquierda de nuestro avance y  espaciados cada 70 ó 80 cm., aumentando la altura de la galería  hasta los tres metros. A los 15 metros de este pozo encontramos una pequeña represa que parece muy antigua, es la única de todas las que localizamos en la galería que no se encuentra bajo un pozo. A los diez metros de esta represa encontramos la primera lumbrera de dimensiones típicas 1,40X0, 90 m. Para nosotros será el P-1. Esta reutilizado como pozo e agua y tiene realizado  un "vaso" o reexcavación para almacenar agua, como todas las lumbreras esta equipado con los clásicos mechinales para el apoyo de los píes, también esta equipado con una escalera de hierro teniendo  una profundidad de  6,64 metros. Se trata del pozo perteneciente a la vivienda de D. José Antonio Escamilla y por el que accederemos a la mina en la mayoría de las exploraciones.


Arriba una falsa bóveda de ladrillo combinada con losas de piedra y abajo una bóveda capuchina realizada con losas de piedra arenisca . Estructuras situadas en los primeros metros de la galería.
Foto: José Millán,


Imagen de la galería tras la zona de bóvedas.
Foto: José Millán.

A partir de este pozo vamos a encontrarnos con sistemas de excavación habituales en las minas romanas. Lumbreras espaciadas a distancias estandarizadas y con dimensiones similares  que en este caso son unos 29 metros, 100 pies romanos o 10 actus (un actus son 10 pies romanos). Las señales de excavación y los lucernarios nos indican que las galerías se fueron excavando desde cada pozo por equipos en sentidos contrarios que se unían aproximadamente en el centro entre los dos pozos. En los puntos de unión  se aprecian pequeños quiebros provocados por el error en el rumbo de excavación así como la igualación de niveles por las ligeras diferencias de altura entre las dos galerías,  La altura de la galería es considerable, (tres metros)   y se aprecia  una excavación en dos fases por los lucernarios superpuestos en vertical a dos niveles. También encontramos las clásicas hornacinas para la colocación de las vasijas de aceite con las que recargar las lucernas que se encuentran preferentemente en la base de las lumbreras que son los puntos desde los que se iniciaban las excavaciones. La siguiente lumbrera esta también reutilizada como pozo de agua. Las paredes del pozo presentan un gran desgaste por el rozamiento de los cubos y el fondo aparece igualmente  reexcavado, se trata de uno de los pozos del convento de Santa Clara.
Este primer tramo de galería inter- lumbreras nos ha proporcionado un  importante descubrimiento que es la utilización del  mortero opus signinum para el sellado de diferentes grietas sobre  las paredes de la galería. Este mortero es genuinamente  romano y por tanto nos data sin ninguna duda la mina, confirmando lo que ya para nosotros era evidente. Siendo además  la primera vez que encontramos este material en una mina. La canalización de tejas continúa en este tramo y nos inclinamos a pensar  que podría ser  una obra de época medieval ya que no tenemos constancia que en época romana se construyeran  estas canalizaciones en las minas que no puede estar destinada más que a canalizar un pequeño caudal, bien por una sequía o por el represamiento de la mina. Además la tipología de la teja parece medieval. 





Arriba; canal hecha con tejas, probablemente en época medieval. Abajo Revestimientos de opus signinum utilizados para la impermeabilización de la galería.
Foto: José Millán.
La galería discurre sin cambios entre los pozos siguientes que también presentan señales de reutilizaciones y desgaste de las paredes. La dirección de la galería en estos nuevos tramos es muy constante y oscila entre los 201 y 203 grados respecto al Norte. Entre el pozo 3 y el pozo 4 encontramos un pozo lateral desplazado de la galería y conectado con ella por un pequeño hueco. Es redondo y de un metro aproximadamente de diámetro, parece completamente ajeno a la mina pudiendo ser posterior o incluso anterior. La señal de reexcavación que esta presente en esta zona a unos 50 cm. del fondo de la galería muestra que se  ha respetado el pozo porque hace un quiebro en este punto y por tanto el pozo puede ser  anterior a esta reexcavación.
En el pozo número 5 encontramos una pequeña represa de ladrillo que parece muy reciente y esto hace subir el nivel de agua de la galería. En el siguiente pozo también existe una nueva represa de factura similar y algo más alta por lo que sube aún más el nivel superando ya en esta zona  el metro de altura.


Arriba imagen de una lumbrera con las dimensiones típicas y abajo una hornacina para depositar las vasijas con aceite para  recargar las lucernas, situadas preferentemente en la base de las lumbreras.
Foto: José Millán. 
A partir del pozo número 4 empezamos a encontrar formaciones calcáreas  cubriendo las paredes  y  algunas zonas del techo de la galería. También apreciamos  las típicas marcas de herramientas, fundamentalmente picos de hierro  y de como la excavación esta en parte orientada por determinados estratos de roca muy visibles en el techo. También  observamos el curioso hecho (muy habitual en la mayoría de minas) de que algunas galerías a pesar de tener un rumbo constante tienden a tener trazados ligeramente meandriformes y no rectos como sería lo lógico. Esto puede ser debido a una excavación condicionada por pequeños flujos de agua o veneros, quizás el adaptarse a estos facilitaba la excavación y evitaba una excesiva acumulación de agua en la galería.
 No hay cambios importantes hasta el pozo número 8, situado a unos 271 metros del inicio de la mina, aumentan mucho las formaciones calcáreas  y se reduce la altura hasta apenas dos metros, dejando de apreciarse la reexcavación y la canal inferior. Algunos pozos de esta zona no han sido reutilizados y están completamente tapados con lo que parecen cerramientos originales hechos con losas de piedra arenisca. En el pozo número diez encontramos un importante aporte que cae de la zona superior  lo que ha cubierto el mismo de impresionantes coladas que casi han llegado a cerrar el paso de la galería. Estamos llegando a  una de las zonas más espectaculares de la mina, situada entre la calle León Felipe y la  Avenida de San Antón.


Arriba imagen de la galería a unos 200 metros del inicio donde empiezan ha aparecer formaciones calcáreas en paredes y techos. Abajo grandes coladas producidas por un aporte a la altura del pozo número diez, a unos 300 metros del inicio de la mina.
Fotos: José Millán
En este tramo la galería mantiene unas dimensiones medias de 2,30 m. de alto por 65 cm. de anchura y los techos y paredes se encuentran cubiertos de formaciones; pequeñas estalactitas en los techos y coladas en las paredes. Son identificables los sucesivos  "encuentros", (puntos de unión de los dos equipos excavando en sentidos contrarios). Estos puntos son muy  reconocibles por quiebros, cambio de lucernarios de una pared a otra y cambio del sentido de excavación de las huellas dejadas por los  picos. Los puntos de encuentro están aproximadamente en el centro de la galería entre  lumbreras lo que puede indicar que los equipos excavan a la vez, partiendo al mismo tiempo de la base de cada pozo. Los pozos 11 y 12 se encuentran bajo la plaza del Paseo de san Antón y están  parcialmente taponados  de tierra, quedando sólo un pequeño hueco para pasar sobre los sedimentos.




Arriba galerías previas a la 1º bifurcación, abajo pequeño aporte de agua entre coladas en el cruce de la 1º bifurcación.
Fotos: José Millán.

En el pozo nº 15, a unos 480  metros del inicio de la galería, encontramos la primera bifurcación de la mina, es una  galería que sale a nuestra derecha según avanzamos. En la entrada encontramos un pequeño aporte de agua de un venero que chorrea por unas bonitas coladas. Se trata de una galería de pequeño tamaño, 0,42 X1, 48 m.  Y que tras avanzar unos tres metros con un sentido de excavación hacia el interior quiebra y vemos un empalme con otra galería excavada en sentido contrario y tras unos nueve metros conecta con una galería completamente perpendicular. Hacia la derecha se cierra a los pocos metros porque se dejó de excavar y a la izquierda conectamos con un pozo. Se trata de un pozo rectangular algo mayor de lo habitual y  que  parece reexcavado.  Tiene que pertenecer a una vivienda  ya que vemos una  pequeña trampilla y una bombilla colgada desde la parte alta del pozo que tiene 13 metros de profundidad. El pozo esta claramente  reexcavado en profundidad y corta un venero natural de gran tamaño que se localiza a unos dos metros del fondo. La longitud total de este tramo es de unos 25 metros y se trata claramente de un venero de agua localizado previamente mediante un pozo y unido a la mina mediante excavaciones en sentidos contrarios.

En la imagen vemos un característico lucernario  excavado para albergar las pequeñas lámparas de aceite (lucernas).
Foto: José Millán. 

En el siguiente pozo tras esta bifurcación encontramos una nueva galería que sale a nuestra izquierda y que se trata de la bifurcación más larga de la mina y que a su vez cuenta con varias bifurcaciones. Estamos bajo el edificio situado en el nº 21 de la Avenida de San Antón, donde actualmente existe una floristería. La bautizamos como "La galería de las cucarachas" por razones que creo sobra explicar. A parte de cucarachas encontramos una gran cantidad de tritones de gran tamaño, animal acuático conocido popularmente como "gallipato" pariente de la salamandra  y que habita en completa oscuridad.
La dirección de este ramal es muy constante, unos 114 º respecto al Norte y tiene un nivel de agua de más de un metro. Empieza teniendo  unas dimensiones medias de 0,60X2 m. y una sección algo irregular , están presentes los lucernarios espaciados a distancias regulares de unos 80 cm. y techos y paredes aparecen cubiertos por bellas formaciones calcáreas. A los 9 metros del inicio de la galería encontramos un pequeño ramal lateral que sale a nuestra izquierda, se trata de una galería de una sección de 0,70X1, 80 m. y de trazado irregular ya que esta excavada sobre un venero de agua que es claramente visible en el techo, a los 10 metros termina la galería excavada y prosigue el venero ya impenetrable.

El primer pozo, que tiene la misma tipología que los de la galería principal, lo encontramos a los 32 metros. La galería esta claramente excavada con la misma técnica de dos equipos en sentidos contrarios. Bajo este pozo encontramos evidencias de contaminación y filtrado de aguas fecales, agravado por la presencia de innumerables cucarachas que hacen muy desagradable la exploración. El siguiente pozo lo encontramos a 29 metros, repitiéndose exactamente el patrón de la galería principal y encontrándonos en este punto la segunda bifurcación, esta vez a nuestra derecha. 


Arriba pozo nº 16, situado a la altura del número 21 de la Avenida de San Antón y desde donde parte el ramal lateral más extenso de la mina. Abajo galerías de inicio del ramal lateral, completamente cubiertas por formaciones. En las formaciones son apreciables las señales de contaminación en forma de manchas de color negro.
Fotos. Agustín Díaz.
Esta nueva bifurcación esta también excavada claramente sobre un venero natural que es visible en la zona superior de la galería. El conducto natural  ha condicionado las dimensiones de esta galería  y su trazado ya que tiene una altura de casi tres metros y un ancho de 80 cm. A los 15 metros aproximadamente finaliza el conducto  porque se dejó de excavar. Hay un  venero de agua que surge de una grieta unos metros antes del final. En el pequeño manantial hay colocada una teja para canalizar el agua y que debe de llevar muchos años colocada  ya que aparece cubierta por formaciones.  En la pequeña sala que forma el final de la galería hay colocada sobre el suelo una especie de lámina metálica muy deteriorada que no parece tener otra función que la de aislante. Las paredes en este punto parecen reexcavadas a lo ancho para ganar espacio por lo que parece que estamos ante una zona  de vivac que pudo ser  utilizada para esconderse durante un tiempo. Ya hemos hablado de la función de refugio que esta mina pudo tener durante la Guerra Civil y que ha sido corroborada por testimonios populares. 


Posible zona de vivac situada al final de la 2º bifurcación de la galería lateral, donde encontramos una lámina aislante y una teja colocada sobre un pequeño manantial.
Fotos: Agustín Díaz. 
La zona que sigue a esta bifurcación esta reexcavada a lo ancho, alcanzando casi los tres metros y esto es debido a la mala consistencia de las paredes, formadas por arcillas, que parece se han ido derrumbando, quedando sólo firme el techo, compuesto por un estrato firme de calcarenita. Esta circunstancia se va a repetir en diferentes puntos a lo largo de la galería lo que va a generar unas secciones muy características en forma de cono invertido. Pasada la zona arcillosa la galería recupera sus dimensiones normales de 0,64X1,65 m. El siguiente pozo lo encontramos a 34,6 metros, variando por tanto el patrón de espaciamiento  y el siguiente a 31 metros, punto donde se localiza la 3º bifurcación de este ramal que es una galería que sale a nuestra derecha, con un rumbo respecto al Norte de 200º. En principio tiene  dimensiones normales 0,65X1,85 m. hasta que a los 26 metros alcanzamos un pozo. Se trata de un pozo reexcavado, tanto en anchura como en profundidad teniendo unas  dimensiones de unos tres metros de largo por 1,5 de ancho  por lo que ha sido reutilizado probablemente como pozo-noria, tiene una morfología muy peculiar ya que ha cortado los estratos de calcarenita situados sobre las capas de margas  que son muy visibles en las paredes del pozo. Tanto los lucernarios como las señales de excavación indican que  parte de este ramal  esta excavado  hacia la galería principal por lo que estamos ante una nueva conexión de un manantial localizado previamente con la mina. Tras este pozo la mina mantiene el mismo ancho pero gana en altura, hasta los 2,13 metros y a los 29 metros (volvemos al patrón normal) culmina en un pozo completamente taponado por escombros, a pesar de los escombros podemos apreciar que también se trata de un posible pozo-noria por sus dimensiones. Estamos junto al número 16 de la calle Castilla y este pozo esta ahora bajo el pavimento en la zona central de la calle, no sabemos con seguridad  si es el punto donde acababa la galería o no ya que las informaciones que tenemos son contradictorias.
Imagen del pozo situado en la 3º bifurcación de la galería de las cucarachas donde se aprecian los estratos de calcarenita que han sido cortados por la excavación del pozo.
Foto: José Millán.


Imagen  de Google donde se dibuja el trazado del ramal lateral más largo de la mina "La galería de las cucarachas·"

El siguiente pozo tras esta bifurcación se encuentra a 31 metros, tiene un largo de unos dos metros y un ancho de un metro con una profundidad similar a todos los pozos de esta zona, unos 15 metros. En el suelo de la galería se localizan  curiosas formaciones hechas sobre el barro debido a la erosión diferencial del agua y que los geólogos llaman "chimeneas de hadas". Ya las hemos visto en las cuevas pero verlas en una mina es toda una novedad. A partir de esta zona nos encontramos con uno de los sectores más espectaculares de la mina por la existencia de formaciones calcáreas de diversos tipos y de enorme belleza. Encontramos en esta zona  algunos refuerzos de las paredes arcillosas con ladrillos que parecen de tipología moderna. El siguiente pozo esta a 30 metros,  encontrándonos en su base  con  algo poco habitual,   un salto  o cambio de altura en forma de rampa,  ya que la galería tras este pozo se encuentra a un nivel más alto, 1 metro aproximadamente. La caída del agua a provocado formaciones espectaculares, siendo las más llamativas las llamadas "perlas de las cavernas" o pisolitas que aparecen dentro de pequeños gours. Sobre techos y paredes tenemos espectaculares coladas y estalactitas, también aparece alguna estalagmita a nivel del suelo. Algunas de estas formas geológicas son totalmente inéditas en el interior de una mina, al menos para nosotros. La galería a partir de este punto tiene una morfología muy peculiar, influenciada por conductos freáticos y estratos arcillosos con una altura media de 2,5 metros y un ancho de más de un metros en algunos puntos, así pasamos por dos nuevos pozos a distancias de 30 y 35 metros y en este último pozo contactamos con una galería que cruza perpendicularmente con la que llevamos. Se trata de una galería de unas dimensiones de 1,20 metros de ancho por 2,5 de alto y que esta claramente reexcavada por limpiezas de  los desprendimientos de las  paredes que son arcillosas , siendo el techo un estrato firme de  calcarenita. Esta circunstancia genera secciones muy particulares en forma de cono invertido. Los pozos en esta zona tienen 18 metros de profundidad. y en las paredes de la galería localizamos  marcas de lo que parecen costeros de madera utilizados probablemente para evitar derrumbes.



Arriba imagen en detalle de las "Chimneas de hadas" Foto: Agustín Díaz. Abajo detalle de las pisolitas y de una colada.
Fotos: José Millán.

La galería que sale a nuestra derecha tiene una dirección de 192º respecto al Norte, culmina a los 20 metros en una extraordinaria estructura de refuerzo para evitar el derrumbe de las paredes realizada completamente con tégulas, tiene un largo de algo más de nueve metros hasta un taponamiento en lo que parece la base de un pozo. Ya habíamos encontrado estructuras de refuerzo en otras minas donde se habían utilizado tégulas, combinadas con ladrillo o piedras, pero que toda la estructura sea de tégulas es algo excepcional. La galería esta formada por 18 hiladas verticales de tégulas dispuestas a soga ,  no aparece ningún mortero de unión, siendo la bóveda también de tégulas en forma de falsa bóveda y de un ancho de tres hiladas la medida media de las tégulas es de 59X39 X 6 cm. El alto medio de la galería es de 1,52 m. y el ancho de 44 cm.
La galería que sale a la izquierda es algo más larga, tiene una dirección completamente contraria a la anterior,  de unos 4º respecto al Norte , a los 29 metros encontramos una lumbrera  que  a pesar de estar completamente taponada por sedimentos parece haber sido  reexcavada por la zona inferior, por lo que la galería queda completamente libre. Recorridos otros 31 metros alcanzamos un pozo totalmente obstruido donde culmina la exploración. La longitud total explorada de este ramal alcanza los 405 metros, sin duda debió de ser mucho más extenso, por desgracia de momento no podemos saber cuanto.




Arriba cruce de dos galerías en la zona final de la galería de las cucarachas donde se aprecia una morfología muy peculiar,debido al material blando presente en las paredes. Abajo dos imágenes de la formidable estructura de refuerzo realizada totalmente con tégulas situada antes de un pozo taponado.
Fotos: Agustín Díaz.
Volviendo a la galería principal desde la bifurcación nos encontramos con un tramo de galería donde la altura se eleva hasta los 2,78 metros manteniendo un ancho de 56 cm. y a los 30 metros alcanzamos un nuevo pozo, el número 17 de la galería principal,  que esta situado a la altura del  nº 22 de la Avenida de San Antón. En este pozo encontramos una nueva bifurcación que sale a nuestra derecha según avanzamos, se trata de una galería de dimensiones normales 0,58X1, 75 m. y que esta excavada hacia el interior con un rumbo de 240º respecto al Norte. La galería va perdiendo altura a medida que avanzamos por acumulación de arcillas  en el suelo hasta que a los 33 metros desemboca en una cavidad natural de grandes dimensiones. En la cavidad nos encontramos con  dos galerías paralelas que parten de una misma sala y que guardan un rumbo similar a la galería excavada. La galería principal, que es la continuidad de la galería excavada, se desarrolla entre un caos de grandes bloques,  tiene un ancho de unos dos metros y un alto de tres culminando a los 22 metros  en un taponamiento. La galería lateral es de dimensiones mucho más reducidas, 0,70X0, 45 cm. concluyendo igualmente a los 15 metros en un taponamiento. 


Arriba vemos la galería de acceso a la cueva natural  cuyo fondo esta parcialmente colmatado por arcillas. Abajo vemos dos imágenes de las galerías de la cueva con diferentes secciones.
Fotos: José Millán.

Es habitual que las  minas de agua contacten con grandes galerías naturales que están presentes en gran número en el subsuelo y que debieron aportar  importantes caudales de agua,  que eran canalizados hacia la mina. Es destacable el hallazgo de innumerables huesos de animales dentro de la cavidad, identificando entre los restos a  cerdos, perros y ovejas, además de un cencerro de hierro muy oxidado. La posición de los restos,  diseminados por toda la cavidad sugiere que los animales llegaron vivos, muriendo posteriormente por inanición. Las señales de garras en algunos puntos de las paredes parecen confirmar este hecho. Son animales domésticos y debieron de llegar a la cavidad por alguna entrada tapada actualmente, constituyéndose esta cavidad como una trampa mortal de la que no pudieron salir. Actualmente la zona superior de la mina es suelo urbano por lo que  los animales debieron entrar cuando esto era una zona rural. De hecho toda la zona de la Avenida de San Antón estuvo fuera del casco urbano hasta épocas recientes. Aunque también aparece en la zona la cabeza de un muñeco de plástico que aunque antiguo no debe de tener más de 30 años lo que sugiere que la cueva pudo estar abierta hasta no hace mucho.

Imagen histórica de lo que hoy es la Avenida de San Antón  donde podemos apreciar las pequeñas cúpulas blancas que cerraban los pozos de la mina de San Antón y que actualmente han desaparecido, siendo sustituidas por arquetas.
Extraída de "Carmona en la memoria", Miguel  Medina Rodriguez.
Tras cruzar esta última bifurcación nos encaminamos a otra de las zonas más espectaculares de la mina que es la zona previa y posterior al famoso pozo de San Antón.  La galería baja su altura a 1,90 metros y aparece completamente cubierta por formaciones calcáreas de una extraordinaria belleza. Las distancias entre pozos se mantienen entre los 29 y 30 metros y las galerías siguen claramente excavadas por dos equipos en sentidos contrarios, todo sigue sin cambios destacables  hasta llegar  al famoso  Pozo de San Antón, que hace el número 23. En la base del pozo aparecen muros  de refuerzo de ladrillo sobre  las paredes de la galería. Los ladrillos están cubiertos por concrecciones calizas  y el  muro esta  compuesto de hiladas de ladrillo que no están trabados entre sí por lo que se aprecian desplazamientos de los paños, generados seguramente por los movimientos sísmicos acaecidos en Carmona  en la antigüedad. Los ladrillos son de tipología romana  midiendo aproximadamente  29X21X7 cm. el típico ladrillo de pie romano tan común en Carmona   El  pozo  tiene 15 metros de profundidad  y esta  equipado con una escalera de hierro muy oxidada y con los restos de estructuras de soporte para bombas de agua. Aparece  el característico desgaste de las paredes por los cubos propio de los pozos muy utilizados. Ya hemos referido que este pozo de San Antón es el que  da nombre a la mina siendo  uno de los más famosos y utilizados de Carmona hasta épocas muy recientes.



Arriba uno de los pozos previos al Pozo de San Antón, cubierto por extraordinarias formaciones calcáreas al igual que la galería precedente. En medio vemos los refuerzos de ladrillo de tipología romana en las proximidades del pozo y abajo una imagen del Pozo de San Antón donde podemos ver una escalera de hierro y una deformación de las paredes laterales del pozo debido al rozamiento de los cubos para la extracción de agua.
Fotos: José Millán.

Tras el  Pozo de San Antón prosigue la galería sin cambios  importantes hasta que superamos el pozo  nº 24, donde  apreciamos un cambio tanto en la morfología como en el tamaño de la galería debido a la poca consistencia  de las paredes que son blandas y están reexcavadas. La altura sube a 2,5 metros y el ancho aumenta a 1,2 metros. Se mantiene un nivel de agua de más de un metro en toda la zona y aparecen muchos restos de plásticos y algo de basura. En el pozo 25 nos encontramos un taponamiento con escombros que en un primer momento detuvo  la progresión,  pero  tras un  rato retirando arena y piedras  conseguiros forzar el paso y continuar con la exploración. Estamos a la altura del número 6 de la calle Velásquez, bajo un bloque de pisos. El tramo de galería que nos encontramos tiene 29 metros hasta el siguiente pozo, la galería en este punto  tiene una altura de 2,2 metros y  un ancho de casi un metro,  las paredes están parcialmente derrumbadas. En el pozo nº 27 nos encontramos la misma situación de taponamiento parcial  y tenemos que volver a desobstruir, consiguiendo explorar un nuevo tramo de galería hasta el pozo nº 28, que ya se encuentra completamente taponado y esta vez  sin posibilidades de desobstrucción. El nuevo  tramo de galería que encontramos es similar al anterior pero presenta unos refuerzos de las paredes  hasta media altura con una especie de muro o contrafuerte realizado con pequeñas piedras unidas con arcilla. Este sistema de retacado con arcilla ya lo hemos encontrado en otras minas, incluso utilizando tégulas o ladrillos. Estamos en este punto  a unos 860 metros del inicio de la mina, bajo la  conocida como barriada de Los Pintores.


En la foto vemos la zona entre los pozos nº 27 y 28, punto donde concluyó la exploración por un taponamiento y donde encontramos estructuras de refuerzo de las paredes arcillosas utilizando pequeñas piedras y arcilla..
Foto: José Millán.



En meses anteriores a la exploración de la mina habíamos tenido la ocasión de inspeccionar una lumbrera situada en la barriada de los Pintores, junto a un portal y dentro de un pequeño seto. Se trataba de un pozo muy interesante porque se hallaba cubierto por una cúpula de piedra muy característica y que parecía igual a las que en su día cerraban los pozos de las lumbreras de la Avenida de San Antón. Se levantó la cúpula y se inspecciono la lumbrera con una cámara de vídeo confirmando la existencia de galerías, aunque aparecían parcialmente taponadas por escombros. La lumbrera contaba con una especie de brocal hecho con piedras talladas sobre las que encajaba la cúpula, realizaba en piedra maciza, con la intención dejar el pozo registrable.
La situación de esta lumbrera, en línea con la galería explorada hasta ahora la convirtió en objetivo preferente para poder continuar las exploraciones. El acceso por esta lumbrera nos permitió, tras una desobstrucción, explorar nuevos tramos de galería. A favor de las aguas pudimos recorrer el ramal que ha de conectar con el pozo nº 28, donde se hallaba detenida la exploración, por desgracia a los 22 metros nos encontramos con un derrumbe que nos lo impide , quedando un tramo de 30 metros entre lumbreras por explorar. La galería aparece llena de formaciones calcáreas en forma de estalagmitas y coladas y las paredes están, como en tramos anteriores, parcialmente derrumbadas, siendo visibles los trabajos de limpieza realizados para liberar el flujo de agua. Apreciamos hiladas de tégulas situadas bajo el nivel de agua y que sirven de refuerzo de las paredes y junto con ellas restos de costeros de madera muy deteriorados y que parece que cruzaban la galería de una pared a otra, por lo que podrían tener una función de contención, para evitar el colapso de las paredes. Se toman muestras de la madera para su datación.





En las  fotos  vemos arriba la característica cúpula que cerraba la lumbrera de Los Pintores, en medio vemos el acceso al pozo por un hueco redondo entre dos losas de piedra labradas y abajo vemos los restos de los costeros de madera que debieron ser colocados  para evitar derrumbes, lo que vemos bajo las madera son hiladas de tégulas..
Foto: José Millán y Manolo Bernal.


En sentido contrario y siguiendo la galería principal entramos en una pequeña galería de unos once metros de longitud y poco más de un metro de altura cuyas paredes aparecen revestidas con tégulas y ladrillos, suponemos que en la parte final conecta con un manantial que no es visible, debiendo estar por debajo de las aguas.
Volviendo a la base de la lumbrera encontramos semitaponada por escombros una nueva galería lateral que se desvía del rumbo de la galería principal, tomando una dirección de 255º respecto al Norte (la galería principal discurre en un rumbo aproximado de 190º respecto al Norte). En principio es una galería normal de 60 cm. de ancho por 1,60 de alto pero a los 7 metros entramos en una zona mucho más amplia de casi dos metros de ancho por lo mismo de alto, este aumento de tamaño esta provocado por el derrumbe de las paredes, existiendo también costeros de madera similares a los anteriores y que claramente se encontraban cruzados en la galería, incluso distinguimos unas pequeñas pletinas de madera en el apoyo de los mismos con la pared. A los 22 metros alcanzamos un nuevo pozo que se encuentra completamente taponado, en la zona previa al pozo encontramos un formidable arco de ladrillo que ha de ser antiguo ya que se encuentra completamente cubierto por formaciones calcáreas de cierta envergadura. Las capas de concreciones han impedido hacer un estudio a fondo de los ladrillos por lo que no podemos asegurar su antigüedad. En las paredes del arco aparecen huecos que parecen destinados a soportar algún tipo de encofrado que facilitara su construcción. El muro que sustenta el arco tiene unas dimensiones 92 cm. de ancho por 1,22 de alto (hasta el suelo de sedimentos), el arco tiene 56 cm. de anchura.





Arriba vemos la zona final de la galería principal de la mina que culmina en un pequeño manantial donde las paredes han sido reforzadas con tégulas y ladrillos. En medio y abajo vemos dos imágenes del arco de ladrillo de antiguedad y funcionalidad inciertas que constituye el punto final de la galería lateral.
Fotos. José Millán.



Con estas exploraciones damos por concluido el estudio de la galería principal centrándonos ahora en la nueva galería lateral o "Galería del Arco" por donde claramente ha de continuar la mina. La topografía apunta que esta galería discurre desde los Pintores hacia la calle Vista Alegre, debiendo ir la mina aproximadamente por el centro de esta avenida. Por desgracia todas las lumbreras que debieron existir en el trazado están completamente tapadas y se encuentran debajo del asfalto. Por suerte para nosotros un vecino de esta calle de Vista Alegre, que vive en la casa el nº 99 nos informa de que tiene un pozo moderno, excavado hace unos 30 años, que fue conectado con la mina por una galería. Tras pedirle el correspondiente permiso podemos explorar su pozo y conectar desde la base de este con la mina, explorando y topografiando 40 metros de galería, hasta dos taponamientos en sentidos contrarios. Este nuevo tramo de mina es muy similar a los anteriores pero no presenta ningún tipo de revestimiento, tiene una altura media de 1,70 metros y un ancho de 70 cm. manteniendo una altura de agua de más de un metro. Este es el último sector de la mina que se ha conseguido explorar hasta la fecha, si seguimos el trazado de la mina y consideramos que no cambia de rumbo esta habría de llegar a la zona trasera o más próxima al escarpe de los terrenos conocidos como Los Villa, conocido popularmente como Puerto de Matahacas, donde hemos realizado ya algunas exploraciones que hemos publicado en este blog:
http://minasdeagua.blogspot.com.es/2017/03/la-mina-de-agua-de-los-villa-o-del.html
De hecho en estos terrenos de los Villa parecen converger varias minas importantes como la de la Fábrica de Anís o la de la calle Sevilla y probablemente también esta de San Antón. Las expectativas que tenemos en la actualidad pasan por poder destaponar y explorar alguno de estos pozos que están localizados pero que no son accesibles sin realizar la correspondiente limpieza y destaponamiento y que actualmente se encuentran dentro de los terrenos donde se han costruido un Burger King y un supermercado Aldi.


Imagen de la galería localizada bajo el nº 9 de la calle Vista Alegre.
Foto. José Millán.



En la imagen  vemos uno de los taponamientos por piedras y tierra  de la galería localizada bajo el nº 9 de la calle Vista Alegre.
Foto. José Millán.



.Imagen de Google de la zona final de la mina en la barriada de Los Pintores. En rojo las galerías exploradas y en amarillo los trazados a los que no se ha podido acceder por taponamientos.

Conclusiones:

Los resultados de las investigaciones no dejan  ninguna duda del origen romano de esta mina en base a las innumerables evidencias encontradas; las tipologías constructivas tanto de las galerías como de las lumbreras, los  materiales utilizado en los refuerzos, el ladrillo de pie romano o la tégula.y el  uso del signinum como mortero impermeabilizante. En este caso  la mina ha sido reutilizada intensivamente durante la Edad Media y moderna quedando esta reutilización  bien reflejada en las galerías de ladrillo y bóvedas  situadas a la salida de las aguas, que deben corresponder a las reformas originales de la Fuente Pública y construcción de la Fuente de los Leones en el siglo XVI , no queda tan clara  la antigüedad  de la  reexcavación de las galerías iniciales  y de la canalización de tejas existente pero podrían haber sido acometidas sobre la misma época.



                                 .Imagen de Google donde se superpone el trazado completo de la mina 



Además hemos  encontrado evidencias de limpiezas y apuntalamientos con maderas  en zonas donde se han producido  desprendimientos de las paredes. Los análisis de radio carbono  de la madera apuntan a finales del siglo XVIII o principios del XIV estando avalados  por lo que dicen  las Actas Capitulares que se conservan en los archivos del Ayuntamiento. Algunas lumbreras se han reutilizado como pozos de agua de casas particulares que han sido  reexcavados para acumular agua  o  construido pequeñas represas, estas lumbreras  son justamente las situadas desde el final de la Calle Real con el Paseo del Estatuto hasta el  principio de la actual Avenida de San Antón, que es justamente donde acababa el casco urbano hasta épocas muy recientes. La estructura de la mina es simple, esta compuesta por una galería principal o acueducto que se desarrolla durante unos 880 metros en un rumbo muy constante de unos 189º respecto al Norte, discurre más o menos paralela al cantil rocoso que separa la elevación de Carmona de la Vega y no debe ser casualidad y se pretende captar las corrientes de agua que fluyen perpendicularmente desde las terrazas a la Vega. La galería principal esta excavada con patrones  inter.-lumbreras  muy constantes de unos 29 metros (100 pies romanos) y con el sistema de excavación más recurrente en los acueductos subterráneos, que es el construir las galerías entre lumbreras mediante  dos equipos excavando en sentidos contrarios hasta encontrarse más o menos en el centro,  corrigiéndose en el punto de unión los pequeños errores de rumbo y la pendiente de la galería que es uno de los parámetros clave en una mina de agua ya que ha de mantenerse  durante toda la galería  una pendiente mínima, la justa para que el agua circule por gravedad y no se produzca arrastre ni erosión.


 Plano realizado en el año 1825 donde se puede ver la mina de San Antón y sus lumbreras, dibujado su trazado desde el final de la calle Real y donde hoy empezaría la Avenida de San Antón, en el plano se la llama como "cañería de la Fuente " y tiene el número 89.


Las lumbreras son todas rectangulares y tienen unas  dimensiones típicas de putei  romano, aproximadamente 1,30X0, 90, m. si bien algunas  han sido reexcavadas, aumentándose normalmente el lado largo,  para su uso como pozo-noria. Todas las lumbreras están equipadas con los característicos mechinales para el apoyo de los píes. La profundidad de las lumbreras va variando con la cota de nivel del terreno, siendo la profundidad mínima la que encontramos al final de la calle Real, unos 3 metros y la máxima la que registran los pozos situados al final de la Avenida de San Antón que alcanzan los 18 metros. Hay lumbreras que parecen permanecer cerradas desde origen mediante losas labradas de piedra.
 En cuanto a las señales de herramientas distinguimos los habituales picos de hierro en las zonas duras y una especie de cincel plano de unos 5 cm., de pala que en las zonas muy blandas aumenta hasta llegar a ser de unos 10 cm. a modo de azadón. 

Se ha utilizado en toda la galería el típico sistema de alumbrado mediante pequeños  lucernarios excavados a la altura de la cabeza  y  que en ocasiones aparecen en ambas paredes y no sólo en la pared izquierda según el sentido de excavación (que es lo habitual). En las galerías más altas, que superan los tres metros, aparecen hiladas verticales de lucernarios,  lo que puede indicar que la galería se excavó ha esta altura desde origen, esto es algo normal en las minas de agua romanas,  donde, como hemos explicado el lecho  se mantiene prácticamente horizontal excavando  en altura para adaptar la mina o bien a los estratos de roca del terreno (buscando la estabilidad y firmeza de los techos) o bien a los manantiales que se iban captando. Las distancias entre lucernarios suelen ser las normalizadas de entre 60 ó 70 cm. si bien, como en otras minas, se pueden apreciar distancias muy pequeñas, de apenas 10 cm. Hemos intentado dar explicaciones a este acortamiento entre lucernarios achacándolos a factores como la dureza de la roca o la falta de ventilación que provocaría  un recurrente apagado de la lucerna obligando al excavador a ponerlas muy juntas por seguridad. También aparecen las llamadas hornacinas que están destinadas a albergar los recipientes para recargar las lucernas. Estas  aparecen preferentemente en la base de las lumbreras (punto donde se iniciaban  las excavaciones) o más raramente en los puntos de unión de galerías. Los refuerzos encontrados en la galería principal para salvar zonas arcillosas son de tres tipos; o bien están hechos con ladrillo de pie romano, con tégulas,  o con mampostería, en ninguno de los casos se ha encontrado mortero de unión. En los casos de los contrafuertes de mampostería estos se han consolidados con arcilla. 






En la galería principal de la mina aparecen cinco bifurcaciones,  cuatro de ellas situadas  en la zona central y la última al final de la galería principal, todas tienen la finalidad de aportar agua, siendo dos de ellas de gran desarrollo. Encontramos tres galerías de corto desarrollo que conectan con veneros, y  una de ellas conecta con una cavidad natural de gran envergadura. En al menos dos  casos parece que el manantial fue localizado previamente con un pozo y luego conectado con la mina.
 La bifurcación más larga explorada es la Galería de las Cucarachas que debió tener en su día un desarrollo de más de 500 metros pero actualmente se encuentra taponada y no sabemos su longitud original, su estructura y modo de construcción  es similar a la galería principal, con varios aportes laterales que conectan con veneros salvo porque  los patrones Inter.- lumbreras aumentan en algún caso a los 35 metros (120 pies, que es denominado como actus). El hecho de que en las galerías laterales de una mina romana se produzcan variaciones en los patrones Inter.-lumbreras es muy habitual y normalmente suele ser al alza, es decir, que las distancias tienden a aumentar. No tenemos todavía una explicación segura a este hecho pero sí varias teorías relacionadas con cambios de criterio por la  excavación en fases distintas o las diferentes necesidades de ventilación (menores en galerías laterales por el llamado efecto Venturí, que provoca la galería principal sobre la lateral y que aumenta la ventilación). En esta galería lateral encontramos una extraordinaria estructura de refuerzo  realizada completamente con tégulas y que nos afirma en la autoría de este sector de la mina que al igual que la galería principal ha de encuadrase en la época de dominación romana y probablemente en época Imperial, siglos I y II de nuestra era, que es cuando se llevan a cabo las grandes obras públicas en la Carmo romana. 
La última de las bifurcaciones es la situada en la zona final de la galería principal que parte desde la última de sus lumbreras, no sabemos cual era su longitud total ya que sólo hemos podido explorar una pequeña parte pero sospechamos que durante siglos debió ser el aporte principal de agua de la mina por las estructuras encontradas en la zona,   que parecen destinadas a preservar los caudales procedentes de este sector, entre ellas el formidable arco de ladrillo ya descrito y los costeros de madera para evitar el colapso de las paredes. Si sabemos que dirección lleva esta galería que es  hacia los terrenos de los Villa, bajo cuyo subsuelo existen importantes manantiales situados a poca profundidad y que por las evidencias debieron ser utilizados para alimentar  a varias de las minas de agua más importantes de Carmona. Por lo explorado y por las estimaciones que ahora podemos hacer estamos ante un acueducto subterráneo de al menos dos kilómetros. La homogeneidad constructiva sugiere que la mina se construyo en una única  fase, sin ampliaciones a lo largo del tiempo.
Si esta mina se construyó en época romana habría de estar destinada a dar servicio  a algún tipo de infraestructura industrial de abastecimiento  o lúdica situada extramuros de la Carmo romana  y de la que no tenemos ninguna evidencia actualmente. Cabe la posibilidad de que el agua fuera almacenada en grandes cisternas o incluso elevada hacia la ciudad, que esta  situada por encima de salida de estas aguas. Este segundo caso nos parece poco probable porque nuestras investigaciones parecen indicar que la ciudad intramuros contaba con sus propias minas de agua, que en algunos casos pudieron incluso abastecer a los grandes baños públicos o térmas existentes en el interior de la ciudad. No obstante la mina dirige sus aguas a las proximidades de un estratégico enclave que es ni más ni menos que la entrada principal de la Carmo romana y  la que hoy conocemos como Puerta de Sevilla y esto seguro que tiene algo que ver. Además hay evidencias de que no era sólo la mina de San Antón la que desembocaba en lo que hoy es la Alameda, sumándose a estas aguas las que transportaban otras minas como la de la calle Sevilla, lo que intensifica la idea de que lo que hubiera en este enclave debía ser muy importante para necesitar tanta agua.
Una mina de agua es sin duda el sistema de abastecimiento más eficiente que se pueda construir, proporciona caudales de agua constantes, limpias  y libres  de las contaminaciones que el agua almacenada pudiera sufrir lo que sin duda fue bien aprovechado por la civilización romana, una cultura para la que el agua fue un elemento tan vital. Por tanto creemos que  las minas de agua debieron probablemente  ser el eje fundamental sobre el que se sustentó el abastecimiento de la Carmo romana. Al menos del agua de consumo directo. Ya que la gran cantidad de aljibes  construidos en Carmo  constatan un importante uso del agua almacenada, quizás para usos no directamente de consumo humano.  

Por último quiero hacer hincapié en el increíble valor tanto patrimonial como histórico y geológico que tienen estas galerías. En ellas no sólo hemos encontrado el fabuloso  legado dejado por nuestros antepasados,  también hemos encontrado formas geológicas excepcionales que han sido creadas por la acción de la naturaleza durante dos mil años y que aumentan más si cabe  el valor de esta colosal obra. Es por tanto muy necesaria su protección y si cabe su puesta en valor siendo posible en un futuro e exponer al público una parte del trazado de las galerías que ofrezcan las condiciones de seguridad necesarias.

Agradecimientos:
Agradecer finalmente la colaboración de las personas que en muchos casos han facilitado el acceso a los pozos: D. Antonio Escamilla , D. José Antonio Escamilla y  D. Juan Matallanes, al Ayuntamiento de Carmona por facilitarnos el acceso por los registros de la Avenida de San Antón y colaborar en las labores de señalización y viguilancia de la zona. 
El equipo de exploración ha estado compuesto por:
Manolo Bernal, Agustín Díaz, Enrique Peña, Antonio González, Francisco Zambrano, José Antonio Escamilla, Jesús Moreno , José Millán y el arqueólogo municipal Juanma Román. 


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