viernes, 29 de junio de 2018

La mina de agua de la calle Alcores


Situación y contexto histórico  de la mina:
El único acceso que hasta ahora hemos encontrado de esta mina  se haya situado a unos 80 metros al oeste de la plaza de la  Alameda de Alfonso XIII, de Carmona,  en la zona más  elevada   de la conocida como  “Cuesta de la Garrapata”, que nace de la zona  final de la Alameda y  punto donde esta situada la calle Alcores y donde gracias a las  indagaciones realizadas por  Antonio González (miembro del equipo) teníamos constancia  de la existencia de  un  pozo con galerías. Su situación nos hace albergar esperanzas de que pueda tratarse de una de las minas que convergen en las proximidades de la Alameda. De hecho , diversos testimonios  de lugareños sitúan varias   minas de agua en esta zona.
El pozo se haya en el interior de uno de los  solares que se encuentran en esta calle y que  es  propiedad de D. Manolo Carrero. En el solar esta edificada  una vivienda construida sobre otra muy anterior y de la que se conservan el patio central , algunos muros y el   pozo citado ,  situado  actualmente dentro de una nave que hace las veces de trastero y taller. Por su situación la denominamos en un primer momento como la mina de la Cuesta de la Garrapata. Las coordenadas del pozo son en UTM. 30s 266267.25 m.E 4150155.93. N, elevación 217 m.
Vaciando la mina al desagüe del patio de la casa. Foto: José Millán.

La Calle Alcores es de corto desarrollo y desemboca por el callejón conocido como  Tranquera  a la Calle Real,  donde se desarrollaron en el pasado varias excavaciones de urgencia realizadas por el servicio arqueológico del Ayuntamiento, la más fructífera fue  la realizada en el solar nº 25  (ROCÍO ANGLADA CURADO ARQUEOLOGÍA URBANA EN CARMONA. EXCAVACIONES EN EL ÁREA FUNERARIA VISIGODA: LA CALLE REAL Nº 25. ANUARIO ARQUEOLÓGICO DE ANDALUCÍA AÑO 2000 ), Esta excavación  ha  sacado a la luz importantes hallazgos de carácter funerario de época  Visigoda y una canalización excavada en la roca de origen romano. Dicha canalización fue explorada en parte, por lo que sabemos que tenía una orientación de unos 20 grados respecto al Norte, presentando un revestimiento de opus signinum formando unos boseles laterales en la base de los hastiales lo que no tiene paralelismo con ninguna de las minas de agua estudiadas hasta ahora pero sí el hecho de estar equipada con  los típicos lucernarios excavados en  las paredes pegados al techo  y espaciados cada 60 ó 70 cm., que es el típico patrón que tienen todas la minas de agua estudiadas hasta ahora. También se habla de una bifurcación de dicha canalización con dirección este. Es evidente que no puede tratarse de la misma canalización que nosotros hemos estudiado  ya que se encontraba mucho más superficial (la canalización objeto de este estudio discurre a unos 10 metros de profundidad) pero sus orientaciones y su tipología  nos sugiere algún tipo de relación. 

Imagen de Google del trazado de la galería, a la izquierda puede verse la Calle Real, que conecta con la calle Tranquera por un corto callejón.







Otra actuación de urgencia realizada esta vez en el solar nº 21 de la misma Calle Real que es justo el solar contiguo a donde hemos explorado la mina (MARÍA TRINIDAD GÓMEZ SAUCEDO ROCÍO ANGLADA CURADO “INTERVENCIÓN ARQUEÓLOGICA PREVENTIVA EN CALLE REAL Nº 21”. ANUARIO AEQUEÓLOGICO DE ANDALUCÍA 2005). puso al descubierto entre otros hallazgos  un pozo romano que se encontraba completamente colmatado y que sólo fue excavado en parte con una orientación y dimensiones que podrían cuadrar con la galería explorada por nosotros , la distancia desde este pozo a la última lumbrera taponada (punto final de la exploración) también podría cuadrar en los parámetros habituales de distanciamiento de lumbreras.
 En la calle real hay constancia, desde hace ya tiempo,   de  la existencia de diferentes canalizaciones de origen romano, como así queda reflejado en las Aptas de la Sociedad Arqueológica de Carmona que en  1903,  descubre una canalización romana que pasaba por debajo del nº 9 de la calle Real  y salía al corral de la casa nº 9 de la calle Tranquera. Sus dimensiones de 1,80 metros de altura y  55 cm. de anchura encaja perfectamente con la tipología de la mina estudiada por nosotros en este mismo emplazamiento salvo porque parece ser que  el lecho de la galería estaba también  revestido con opus signinum. Al no tener muchos más datos de este hallazgo  no podemos afirmar  que pueda tratarse de la misma galería que hemos estudiado pero el hecho de que saliera a un patio de la Calle Tranquera la sitúa en el mismo contexto, si no esta relacionada con nuestra mina podría estarlo con la canalización descubierta en la Calle Real 25.

Preparando los anclajes para descender al pozo, situado en un muro medianero. Foto: José Millán.
Hace pocas fechas tuvimos la oportunidad de explorar una nueva canalización de origen romano, realizada con sillares y  descubierta de una manera fortuita durante unas obras realizadas por el Ayuntamiento en las proximidades de la Alameda de Alfonso XIII. Se trata casi con toda seguridad de una obra de carácter más bien industrial que de abastecimiento y de unas características extraordinarias. Las primeras exploraciones realizadas pusieron de  manifiesto que esta formidable estructura se alimentaba de tres galerías que convergen en un pozo-colector. Una de estas galerías, excavada en la roca toma una dirección paralela a la calle Real y en un rumbo y profundidad  que podría sugerir una conexión con esta galería de la calle Alcores. Si esto fuera así ya tendríamos una funcionalidad clara de esta mina pero esto es algo que habrá que confirmar en un futuro con nuevas exploraciones.

Canalización de sillares hallada recientemente en las proximidades de la Alameda de Alfonso XIII. Foto: José Millán.

Las exploraciones:
Tras solicitar la correspondiente autorización al propietario se realiza una primera inspección del pozo dando como resultado la confirmación de galerías en la base del mismo y de  sentidos opuestos, por desgracia el alto nivel de agua de la galería impide en un primer momento su exploración.
En fechas posteriores se regresa con una bomba de agua (facilitada por el servicio arqueológico del Ayuntamiento) para vaciar la galería y proceder a su exploración. Tras el vaciado podemos recorrer unos 15 metros en dirección noroeste hasta un taponamiento en un pozo y otros 17 metros en dirección sureste hasta un punto donde concluye la mina porque se dejó de excavar. Se realiza una topografía y un reportaje fotográfico de las galerías.

Imagen del pozo por el que hemos descendido a la mina. La zona superior se haya revestida con ladrillos.

Descripción de la mina:
El pozo por el que hemos accedido a la mina es de sección rectangular teniendo unas dimensiones típicas de lumbrera, 1,65 X 1,05 m. tiene una profundidad de  10,50 m. hasta el lecho de la galería. La zona superior del pozo y hasta casi los dos metros de profundidad se haya revestida de ladrillos, primero un brocal rectangular que está incluido en un muro medianero y esta equipado con  una antigua polea de hierro para la extracción de los cubos (el propietario nos comenta que este fue el pozo de la cocina en la antigua casa, hoy totalmente reformada), actualmente el pozo esta equipado con una bomba de agua moderna. Bajo el brocal observamos varias hiladas más de ladrillos unidos con argamasa y que por su apariencia deben ser mucho más antiguos que los del brocal, el pozo presenta los típicos mechinales para el apoyo de los píes.

Imagen de la base del pozo, donde se abren dos galerías en sentidos opuestos. Foto: José Millán.

En la base del pozo hay un ensanchamiento del que parten las dos galerías en sentidos opuestos. Si tomamos por la que va en dirección sur podremos recorrer unos 12 metros en línea recta hasta un pequeño quiebro donde a nuestra izquierda aparece un orificio en la pared por el que vemos una colamatación de  materiales constructivos como ladrillos, tejas etc. La apariencia es de que debe de tratarse de un venero natural o una pequeña galería excavada, el que este llena de escombros es lo curioso porque  estos no han sido introducidos desde la galería por lo que la única alternativa que vemos es que  contacte con otro pozo o galería distinto  por la que se ha producido la colmatación de material procedente de superficie. La galería tiene una sección cuadrada y unas dimensiones de 1,80 de alto por 0,60 de ancho, presenta lucernarios en el lado izquierdo del sentido de excavación, pegados al techo y a distancias regulares de 92, 86,88 y 71 cm. Los lucernarios son de un tamaño algo mayor de lo habitual, unos 20 cm. de ancho por 15 de profundidad, alguno presenta aún señales del hollín de la llama. Existen pequeñas formaciones calcáreas en los techos (estalactitas) en algunos puntos de la galería.

Detalle de un lucernario y de las típicas señales de picos en los hastiales de la galería.

Señales de herramientas en un frente de excavación que parecen producidos por una pala plana de unos 5 cm. Una herramienta que aparece muy recurrentemente  en la mayoría de minas estudiadas Foto: José Millán.

Tras el  quiebro continúa la galería 5 metros más girando algo hacia el sur y se acaba porque se dejó de excavar, estamos al final de una galería de captación de agua. Se aprecian señales de herramientas en el frente de excavación y en este caso no son picos, se trata de una herramienta muy usual compuesta por una pala plana o cincel de unos 5 cm. Los hastiales precedentes si están excavados con el clásico pico.
La galería contraria, que toma dirección norte, mantiene aproximadamente  la sección y dimensiones de la primera, en este caso 1,82 X 0,62 m. y lo mismo ocurre con los lucernarios. Mantiene un rumbo constante de unos 300 grados respecto al norte y a los 12 metros se cierra en un pozo completamente taponado por escombros recientes. Este pozo pudo ser localizado en el patio de la misma vivienda, cerrado con una arqueta de fundición muy antigua, intentamos abrirla pero fue imposible porque estaba literalmente soldada al marco. El propietario de la casa lo recuerda como un pozo abandonado y colmatado con escombros.

Orificio en la pared de la mina completamente colamatado de escombros. Foto: José Millán.



Imagen de la galería de sección rectangular. Foto: José Millán.

Conclusiones:
Parece evidente que en este caso se trata de una nueva mina de origen romano y que la zona a la que hemos accedido es el final de una galería de captación. El rumbo que toma la galería, hacia la calle Real la hace candidata ha estar asociada a otras canalizaciones  y pozos encontrados en esta calle, incluyendo en esta hipótesis que pueda ser una de las minas que abastece el colector encontrado en la Alameda de Alfonso XIII y del que parte la canalización de sillares descrita anteriormente.
Existe la posibilidad de destaponar el pozo que hay en el patio de la vivienda y que podría permitir continuar el trazado hasta la calle Real. El dueño de la casa estaría conforme con estos trabajos por lo que lo vamos a proponer como una de las tareas  pendientes para un futuro. Sería muy importante poder confirmar la conexión de esta mina con el colector de la Alameda y con  el pozo encontrado en la excavación de la Calle Real 21 y al que nos hemos referido al comienzo de este artículo. Si es una lumbrera de esta mina  ya sabemos que probablemente también lo vamos a encontrar taponado.
El equipo de exploración en este caso ha estado formado por Juanma Román (arqueólogo municipal), Antonio Gonzalez y José Millán. Queremos dar las gracias a Manolo Carrero, propietario de la vivienda y al  Servicio Arqueológico del Ayuntamiento por su apoyo y facilitación de la bomba de agua utilizada.

Taponamiento de la galería por escombros  en un pozo. Foto : José Millán.





























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