Situación y contexto histórico de la mina:
El único acceso que hasta ahora hemos encontrado
de esta mina se haya situado a unos 80
metros al oeste de la plaza de la Alameda
de Alfonso XIII, de Carmona, en la zona más elevada de la
conocida como “Cuesta de la Garrapata”, que nace de la zona final de la Alameda y punto donde esta situada la calle Alcores y donde gracias a las indagaciones realizadas por
Antonio González (miembro del equipo) teníamos constancia de la existencia de un
pozo con galerías. Su situación nos hace albergar esperanzas de que
pueda tratarse de una de las minas que convergen en las proximidades de la
Alameda. De hecho , diversos testimonios de lugareños sitúan varias minas de agua en esta zona.
El pozo se haya en el interior de uno de los solares que se encuentran en esta calle y que es propiedad
de D. Manolo Carrero. En el solar esta edificada una vivienda construida sobre otra muy anterior
y de la que se conservan el patio central , algunos muros y el pozo
citado , situado actualmente dentro de una nave que hace las
veces de trastero y taller. Por su situación la denominamos en un primer
momento como la mina de la Cuesta de la Garrapata. Las coordenadas del pozo son
en UTM. 30s 266267.25 m.E 4150155.93. N, elevación 217 m.
Vaciando la mina al desagüe del patio de la casa. Foto: José Millán. |
La Calle Alcores es de corto desarrollo y
desemboca por el callejón conocido como Tranquera a la Calle Real, donde se desarrollaron en el pasado varias
excavaciones de urgencia realizadas por el servicio arqueológico del
Ayuntamiento, la más fructífera fue la realizada en el solar nº 25 (ROCÍO ANGLADA CURADO ARQUEOLOGÍA URBANA EN CARMONA.
EXCAVACIONES EN EL ÁREA FUNERARIA VISIGODA: LA CALLE REAL Nº 25. ANUARIO ARQUEOLÓGICO DE ANDALUCÍA AÑO 2000 ), Esta
excavación ha
sacado a la luz importantes hallazgos de
carácter funerario de época Visigoda y
una canalización excavada en la roca de origen romano. Dicha canalización fue
explorada en parte, por lo que sabemos que tenía una orientación de unos 20
grados respecto al Norte, presentando un revestimiento de opus signinum formando unos boseles laterales en la base de los hastiales lo que no tiene paralelismo con
ninguna de las minas de agua estudiadas hasta ahora pero sí el hecho de estar
equipada con los típicos lucernarios
excavados en las paredes pegados al techo y espaciados
cada 60 ó 70 cm., que es el típico patrón que tienen todas la minas de agua
estudiadas hasta ahora. También se habla de una bifurcación de dicha
canalización con dirección este. Es evidente que no puede tratarse de la misma
canalización que nosotros hemos estudiado
ya que se encontraba mucho más superficial (la canalización objeto de
este estudio discurre a unos 10 metros de profundidad) pero sus orientaciones y
su tipología nos sugiere algún tipo de
relación.
Imagen de Google del trazado de la galería, a la izquierda puede verse la Calle Real, que conecta con la calle Tranquera por un corto callejón. |
Otra actuación de urgencia realizada esta vez en el solar nº 21 de la
misma Calle Real que es justo el solar contiguo a donde hemos explorado la mina
(MARÍA TRINIDAD GÓMEZ SAUCEDO ROCÍO ANGLADA CURADO “INTERVENCIÓN ARQUEÓLOGICA PREVENTIVA EN CALLE
REAL Nº 21”. ANUARIO AEQUEÓLOGICO DE ANDALUCÍA 2005). puso al descubierto entre otros hallazgos un pozo romano que se encontraba completamente
colmatado y que sólo fue excavado en parte con una orientación y dimensiones
que podrían cuadrar con la galería explorada por nosotros , la distancia desde
este pozo a la última lumbrera taponada (punto final de la exploración) también
podría cuadrar en los parámetros habituales de distanciamiento de lumbreras.
En la
calle real hay constancia, desde hace ya tiempo, de la
existencia de diferentes canalizaciones de origen romano, como así queda
reflejado en las Aptas de la Sociedad Arqueológica de Carmona que en 1903,
descubre una canalización romana que pasaba por debajo del nº 9 de la
calle Real y salía al corral de la casa
nº 9 de la calle Tranquera. Sus dimensiones de 1,80 metros de altura y 55 cm. de anchura encaja perfectamente con la
tipología de la mina estudiada por nosotros en este mismo emplazamiento salvo
porque parece ser que el lecho de la
galería estaba también revestido con
opus signinum. Al no tener muchos más datos de este hallazgo no podemos afirmar que pueda tratarse de la misma galería que
hemos estudiado pero el hecho de que saliera a un patio de la Calle Tranquera
la sitúa en el mismo contexto, si no esta relacionada con nuestra mina podría
estarlo con la canalización descubierta en la Calle Real 25.
Preparando los anclajes para descender al pozo, situado en un muro medianero. Foto: José Millán. |
Hace pocas fechas tuvimos la oportunidad de
explorar una nueva canalización de origen romano, realizada con sillares y descubierta de una manera fortuita durante
unas obras realizadas por el Ayuntamiento en las proximidades de la Alameda de
Alfonso XIII. Se trata casi con toda seguridad de una obra de carácter más bien
industrial que de abastecimiento y de unas características extraordinarias. Las
primeras exploraciones realizadas pusieron de
manifiesto que esta formidable estructura se alimentaba de tres galerías
que convergen en un pozo-colector. Una de estas galerías, excavada en la roca
toma una dirección paralela a la calle Real y en un rumbo y profundidad que podría sugerir una conexión con esta
galería de la calle Alcores. Si esto fuera así ya tendríamos una funcionalidad
clara de esta mina pero esto es algo que habrá que confirmar en un futuro con
nuevas exploraciones.
Canalización de sillares hallada recientemente en las proximidades de la Alameda de Alfonso XIII. Foto: José Millán. |
Tras solicitar la correspondiente autorización al
propietario se realiza una primera inspección del pozo dando como resultado la
confirmación de galerías en la base del mismo y de sentidos opuestos, por desgracia el alto
nivel de agua de la galería impide en un primer momento su exploración.
En fechas posteriores se regresa con una bomba de
agua (facilitada por el servicio arqueológico del Ayuntamiento) para vaciar la
galería y proceder a su exploración. Tras el vaciado podemos recorrer unos 15
metros en dirección noroeste hasta un taponamiento en un pozo y otros 17 metros
en dirección sureste hasta un punto donde concluye la mina porque se dejó de
excavar. Se realiza una topografía y un reportaje fotográfico de las galerías.
Imagen del pozo por el que hemos descendido a la mina. La zona superior se haya revestida con ladrillos. |
El pozo por el que hemos accedido a la mina es de
sección rectangular teniendo unas dimensiones típicas de lumbrera, 1,65 X 1,05
m. tiene una profundidad de 10,50 m. hasta
el lecho de la galería. La zona superior del pozo y hasta casi los dos metros
de profundidad se haya revestida de ladrillos, primero un brocal rectangular
que está incluido en un muro medianero y esta equipado con una antigua polea de hierro para la extracción
de los cubos (el propietario nos comenta que este fue el pozo de la cocina en
la antigua casa, hoy totalmente reformada), actualmente el pozo esta equipado
con una bomba de agua moderna. Bajo el brocal observamos varias hiladas más de
ladrillos unidos con argamasa y que por su apariencia deben ser mucho más
antiguos que los del brocal, el pozo presenta los típicos mechinales para el
apoyo de los píes.
Imagen de la base del pozo, donde se abren dos galerías en sentidos opuestos. Foto: José Millán. |
En la base del pozo hay un ensanchamiento del que
parten las dos galerías en sentidos opuestos. Si tomamos por la que va en
dirección sur podremos recorrer unos 12 metros en línea recta hasta un pequeño
quiebro donde a nuestra izquierda aparece un orificio en la pared por el que
vemos una colamatación de materiales
constructivos como ladrillos, tejas etc. La apariencia es de que debe de
tratarse de un venero natural o una pequeña galería excavada, el que este llena
de escombros es lo curioso porque estos
no han sido introducidos desde la galería por lo que la única alternativa que
vemos es que contacte con otro pozo o
galería distinto por la que se ha
producido la colmatación de material procedente de superficie. La galería tiene
una sección cuadrada y unas dimensiones de 1,80 de alto por 0,60 de ancho,
presenta lucernarios en el lado izquierdo del sentido de excavación, pegados al
techo y a distancias regulares de 92, 86,88 y 71 cm. Los lucernarios son de un
tamaño algo mayor de lo habitual, unos 20 cm. de ancho por 15 de profundidad,
alguno presenta aún señales del hollín de la llama. Existen pequeñas formaciones calcáreas en los techos (estalactitas) en algunos puntos de la galería.
Detalle de un lucernario y de las típicas señales de picos en los hastiales de la galería. |
Tras el
quiebro continúa la galería 5 metros más girando algo hacia el sur y se
acaba porque se dejó de excavar, estamos al final de una galería de captación
de agua. Se aprecian señales de herramientas en el frente de excavación y en
este caso no son picos, se trata de una herramienta muy usual compuesta por una
pala plana o cincel de unos 5 cm. Los hastiales precedentes si están excavados
con el clásico pico.
La galería contraria, que toma dirección norte,
mantiene aproximadamente la sección y
dimensiones de la primera, en este caso 1,82 X 0,62 m. y lo mismo ocurre con
los lucernarios. Mantiene un rumbo constante de unos 300 grados respecto al
norte y a los 12 metros se cierra en un pozo completamente taponado por
escombros recientes. Este pozo pudo ser localizado en el patio de la misma
vivienda, cerrado con una arqueta de fundición muy antigua, intentamos abrirla
pero fue imposible porque estaba literalmente soldada al marco. El propietario
de la casa lo recuerda como un pozo abandonado y colmatado con escombros.
Orificio en la pared de la mina completamente colamatado de escombros. Foto: José Millán. |
Imagen de la galería de sección rectangular. Foto: José Millán. |
Conclusiones:
Parece evidente que en este caso se trata de una
nueva mina de origen romano y que la zona a la que hemos accedido es el final
de una galería de captación. El rumbo que toma la galería, hacia la calle Real
la hace candidata ha estar asociada a otras canalizaciones y pozos encontrados en esta calle, incluyendo
en esta hipótesis que pueda ser una de las minas que abastece el colector
encontrado en la Alameda de Alfonso XIII y del que parte la canalización de
sillares descrita anteriormente.
Existe la posibilidad de destaponar el pozo que
hay en el patio de la vivienda y que podría permitir continuar el trazado hasta
la calle Real. El dueño de la casa estaría conforme con estos trabajos por lo
que lo vamos a proponer como una de las tareas pendientes para un futuro. Sería muy importante poder confirmar la conexión de esta mina con el colector
de la Alameda y con el pozo encontrado en la excavación de la Calle Real 21 y al
que nos hemos referido al comienzo de este artículo. Si es una lumbrera de esta mina ya sabemos
que probablemente también lo vamos a encontrar taponado.
El equipo de exploración en este caso ha estado
formado por Juanma Román (arqueólogo municipal), Antonio Gonzalez y José Millán.
Queremos dar las gracias a Manolo Carrero, propietario de la vivienda y al Servicio Arqueológico del Ayuntamiento por su
apoyo y facilitación de la bomba de agua utilizada.
Taponamiento de la galería por escombros en un pozo. Foto : José Millán. |
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