Situación y contexto
arqueológico:
El “Parque de Oromana” esta
integrado en el Monumento Natural conocido
como “Riberas del Guadaira” situado en el municipio de Alcalá de Guadaira,
abarcando a todo el margen oeste del río y parte de los cerros adyacentes donde se sitúa
el Pinar de Oromana. La zona principal del Parque esta situada en los márgenes del
río, más umbríos y húmedos y donde
se concentran las principales especies
vegetales que crecen en Oromana, como son
el Acebuche el Lentisco o la Retama.
Las galerías de esta mina de agua se
desarrollan bajo los cerros situados en el margen oeste del río y más o menos paralela al mismo entre la finca
conocida como Hacienda Oromana, donde se encuentran los principales manantiales
que la nutren y el Hotel Oromana, en cuyas proximidades existe una lumbrera
reutilizada en tiempos como pozo de abastecimiento. La longitud total de las
galerías incluyendo bifurcaciones es de 1.249 metros, siendo accesibles sólo
1.173 debido al taponamiento de la galería principal. Consta de una galería principal de unos 700
metros de longitud excavada con un trazado muy irregular y lumbreras espaciadas a distancias que oscilan
entre los 30 y 40 metros. Desde la galería principal parten varias bifurcaciones orientadas en dirección
oeste destinadas a captar nuevos manantiales, además cuenta con varias galerías auxiliares (alguna de ellas de
reciente construcción) que conectan la mina con el exterior en varios puntos y en
este caso orientadas hacia el Este, es
decir hacia el río. La mina culmina en
la atarjea de un molino hidráulico harinero conocido como Molino de Oromana que
se hallaba situado sobre el mismo margen
del río y que fue reconvertido en un mirador
en el año 1.929, con ocasión de la Exposición Universal de Sevilla, época en la que también se construyó el Hotel
Oromana. Actualmente la mina esta casi
seca y apenas llega agua a esta atarjea.
Trazado sobre Google de las galerías de la Mina de agua de Oromana. |
Atarjea del Molino de Orormana, reconvertida actualmente en un mirador. Foto:José Millán. |
Los datos que tenemos sobre el
origen e historia de este molino de
Oromana son escasos, pero sitúan la construcción del primer molino entre los siglos XIII y
XIV, siendo construido un nuevo molino el siglo XVII, coincidiendo con el auge de la
actividad industrial molinera en Alcalá, que llegó a ser llamada “ La Alcalá de los
Panaderos”. Parece que en algún momento ambos molinos coexistieron en el mismo lugar, cosa a mí
entender harto difícil por el poco espacio físico que existe entre la salida de
la mina y el cauce del río. Parece ser
que la atarjea que perdura en la actualidad se construyó en una fase mucho más
reciente, elevándola sobre el conducto original para darle más fuerza a los rodeznos. La cota
de esta atarjea coincide exactamente con
la cota del lecho de la mina por lo que si la antigua atarjea era más baja tendríamos
necesariamente un desnivel o escalón desde la salida de las aguas, cosa poco
verosímil salvo que el molino original
no fuera de cubo y realmente lo que
tuviera fuera un canal en pendiente tras el que se situaba la rueda vertical del
molino. Este diseño de molino es generalmente anterior al diseño de cubo que
aprovecha mejor la energía cinética del agua en una caída vertical. Sea como
fuere todo indica que la mina es muy anterior a estas construcciones, siendo
poco verosímil que se construyera una mina de estas características sólo para
mover un molino que se encuentra en el margen de un río que tiene un caudal tan importante. El resto de molinos que
existen en la zona; Benarosa, Algarrobo o San Juan fueron alimentados por las
aguas del Guadaira, utilizando el
clásico sistema de azud o represa. Parece ser, que al contrario que estos
molinos de rivera el de Oromana era un molino con una productividad muy
pequeña y supeditada a los caudales variables de la mina.
La mina de agua de Alcalá y la
de Oromana ya han sido objeto de diferentes estudios por parte
de grupos espeleológicos como el GEOS, incluyendo a esta última como parte de
esta red de galerías de captación de época romana, pero como ya hemos indicado la mina de Oromana se
desarrolla en el margen oeste del río, margen contrario al que se desarrolla la
mina principal, si las aguas de la mina de Oromana se unieron en algún momento a la red principal
hubo ser mediante un acueducto que salvase el río a modo de puente y esto, para los eficientes ingenieros romanos no suponía un gran problema. De hecho
estudiando la orografía del terreno
hemos comprobado que la cota de
circulación de las aguas de las dos
minas coincide aproximadamente, lo que podría apoyar esta hipótesis.
Entrada a la mina por una pequeña galería de desagüe situada junto al río. Foto: José Millán. |
Cronología de las exploraciones:
La mina de agua de Oromana es bastante conocida entre los alcalareños y ya
hemos hablado de su importante papel como fuerza
motriz de molinos hidráulicos pero no ha sido menos su importancia como abastecimiento de históricas
haciendas situadas en la zona, que han dejado su impronta en el interior de las
galerías en forma de múltiples obras de refuerzo, limpieza, canalizaciones,
reexcavación de pozos, etc. incluso se han construido varias
galerías auxiliares para su
mantenimiento.
Los diferentes accesos a la mina situados en el Parque fueron cerrados con cancelas o muros de
ladrillo por seguridad. Una de las entradas
más utilizada para el acceso a la mina y por la primera que la exploramos es una pequeña galería de evacuación de agua
que se encuentra junto al río y cuya
finalidad fue la de alimentar una serie de instalaciones lúdicas construidas en
el parque durante el presente siglo. Esta galería se encuentra completamente seca en la actualidad debido a
diferentes taponamientos. El Ayuntamiento ha propuesto he incluso acometido algunas
actuaciones destinadas ha recuperar este caudal de agua pero que no han tenido
resultados.Yo personalmente pude recorrer
esta mina a finales de los años 80,
entrando por esta pequeña galería de desagüe a la que hemos aludido, conservando
una vaga idea en mi memoria de las zonas que pude explorar pero sin que fuera
acompañada por fotos ni descripción alguna de las galerías, desde entonces no había
vuelto a entrar en esta mina.
Como
punto de partida a nuestras exploraciones del subsuelo alcalareño y al igual
que en el resto de poblaciones tuvimos
una primera reunión con el concejal de
Cultura del Ayuntamiento a principios del 2018, al que expusimos nuestro interés por explorar
estas minas en base al Proyecto de
catalogación y estudio de minas de agua que la AAES viene desarrollando en los
Alcores desde hace años. No acordamos la de firma de un convenio de
colaboración como sí ha sucedido en otras localidades debido a que el Ayuntamiento ya tiene un acuerdo de
este tipo con la Sociedad Espeleológica
GEOS, que lleva algunos años desarrollando trabajos en estas galerías, pero sí
se nos concedió un permiso por escrito para facilitarnos los accesos.
Interior de la galería de acceso a la mina desde el desagüe junto al río. Foto: José Millán. |
El día 23 de marzo de 2018 realizamos una
primera incursión en la mina utilizando la pequeña galería de desagüe situada
en el margen del río. En esta primera incursión recorrimos parte de las
galerías excavadas bajo La Hacienda Oromana y alguna de las bifurcaciones, realizando un reportaje fotográfico. El
viernes 13 de abril volvemos a la mina para continuar la exploración y empezar
un levantamiento topográfico.
Los trabajos se reanudan los días 19 y 23 de ese mismo mes y finalmente
el 04 de mayo se culmina el
levantamiento topográfico y el estudio de todo el sector existente hasta los
manantiales que dan origen a la mina, situados bajo los terrenos de la Hacienda
Oromana, concluyendo la exploración por
un taponamiento. La
mayoría de entradas a la mina en estos últimos trabajos se realiza por la
primera lumbrera que existe desde la entrada del río hasta los manantiales y
que cuenta con un pretil de cemento y
ladrillo, realizado en tiempos recientes para su uso como pozo de agua. En el sector de la galería que
nos lleva hacia el molino nos topamos con un importante derrumbe que nos impide
el paso, para salvar este taponamiento
nos vemos obligados a buscar un acceso alternativo que nos permita explorar al sector que desemboca en el molino y que se encuentra junto al pozo que daba en tiempos
servicio al Hotel Oromana, se trata de una
pequeña galería de servicio situada en una ladera y escondida entre la
vegetación ( circunstancia por la que no ha sido sellada como las demás) y que tras 10 metros de desarrollo culmina en la
zona alta de la galería principal de la
mina y que en este punto tiene unos 6
metros de altura. Volvemos a este sector de la mina los días 27 de octubre y 04
de noviembre realizando la topografía y estudio de la mayor parte de este tramo
de galerías. Los
trabajos culminan el 07 de febrero del 2019 habiendo podido topografiar 1.173 metros y realizar un completo reportaje fotográfico,
así como recavar datos constructivos y morfológicos de todas las galerías.
Imagen de las galerías que se desarrollan bajo la Hacienda Orormana. Foto: José Millán |
Descripción de la mina:
Zona del molino
hasta el taponamiento:
Comenzaremos a describir la mina desde donde comienza la atarjea del molino; en este punto la galería excavada en la roca se encuentra muy modificada por obras de diferentes épocas, algunas claramente realizadas en el siglo XX, se precian restos de una compuerta , muros de ladrillo, represas y accesos al exterior que han sido tapados. La galería tiene una sección muy irregular, unos 2.5 metros de alto por 1,10 de ancho, la atarjea, realizada con ladrillos enlucidos comienza unos metros antes de que la galería haya sido cerrada con mampostería y ladrillo.
Comenzaremos a describir la mina desde donde comienza la atarjea del molino; en este punto la galería excavada en la roca se encuentra muy modificada por obras de diferentes épocas, algunas claramente realizadas en el siglo XX, se precian restos de una compuerta , muros de ladrillo, represas y accesos al exterior que han sido tapados. La galería tiene una sección muy irregular, unos 2.5 metros de alto por 1,10 de ancho, la atarjea, realizada con ladrillos enlucidos comienza unos metros antes de que la galería haya sido cerrada con mampostería y ladrillo.
Inicio de la atarjea del molino, punto donde culmina la mina. Foto: José Millán. |
Restos de compuertas en la galería previa a la atarjea del molino. Foto: José Millán. |
Desde este punto y remontando las aguas la dirección de la galería es de 246º, haciendo
varios quiebros consecutivos pero
retomando más o menos el rumbo inicial, del techo y paredes caen gran cantidad
de raíces de gran longitud. Avanzados unos 21 metros la galería ya ha cambiado
su morfología a la habitual, elevándose la altura a 3 metros y el ancho a unos
67 cm, observamos los típicos lucernarios excavados a distancias regulares de
unos 80 cm. y distribuidos a dos niveles
por una excavación en fases; primero la zona superior y luego una reexcavación
hasta el nivel actual. También son visibles en algunas zonas las
características huellas de picos de
hierro de trazado curvo tan caracteristicas. En este punto encontramos un corto
tramo de galería muerta (se dejó de excavar), que ha sido cortado en
perpendicular por una galería que tiene una mayor altura 3,80 m. Pensamos que
se trata de lo que llamamos un “empalme” ya que esta mina, como la mayoría, ha sido excavada por dos equipos buscándose en
sentidos contrarios desde cada lumbrera, y en este punto hubieron de encontrase. El
cambio de altura provocado porque uno de los equipos excavaba a un nivel algo
superior confirma este hecho. En el
techo de esta pequeña galería, que está
elevada más de un metro sobre el lecho de la mina, se aprecia una acanaladura
excavada que parece el encastre de algún tipo de represa. Desde este punto
continúa la galería retomando el rumbo original de unos 241º, describiendo pequeñas
curvas constantemente y aumentando progresivamente la altura. Recorridos 26
metros más la galería cambia completamente de dirección y la altura ya es de 4
metros, parte de las paredes están ocupadas por grandes coladas estalagmíticas
y en algunos puntos se han producido derrumbes del techo provocadas por la invasión de grandes raíces, incluso hay algún
bloque empotrado a media altura. Destaca en esta zona una construcción de mampostería a modo de
refuerzo o taponamiento de una zona blanda u oquedad que ha quedado “colgada” debido a la reexcavación, es una estructura muy similar a las que hemos encontrado en
minas como la de Alcaudete en Carmona. Las piedras se encuentran amontonadas en
hiladas sin ningún tipo de argamasa. Es incluso posible que esta estructura este tapando una lumbrera lateral o de servicio utilizada para excavar la galería, como pasa en otras minas, ya que nos parece extraño que tantos metros de galería puedan estar excavados sin lumbreras.
Acanaladura realizada sobre el techo de la galería en un "punto de empalme" y que podría ser el encastre de una represa. Foto: José Millán. |
Imagen de la galería en los primeros metros desde la atarjea del molino, se aprecian las raíces que han provocado algunos desprendimientos en el techo. Foto: José Millán.
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Zona de la galería donde las grandes coladas han cerrado parcialmente el paso. Foto. José Millán. |
Revestimiento de piedras en la zona superior de la galería, realizado en la primera fase de excavación. Foto: José Millán. |
Desde este pozo la galería
mantiene unas proporciones de 0,60 m. de ancho por 3,15 de alto estando también
presentes las líneas de lucernarios a
dos niveles producto de la reexcavación. El trazado es también muy sinuoso pero mantiene un rumbo aproximado de 200º. A los 14 metros de este pozo encontramos de nuevo un pequeño tramo de galería “muerta” sin
ninguna continuidad y perpendicular a la galería principal que además esta a una altura de algo más de un metro sobre el
lecho de la mina, es decir, construida en la primera fase de excavación. Podemos
estar ante otro “empalme” ya que la galería continúa desde esta bifurcación
unos cinco metros en el mismo rumbo
y en este punto gira a
134º, conectando con una nueva lumbrera a los
13 metros, para nosotros el P.15. En este caso la distancia a este nuevo
pozo es de unos 27 metros en línea recta, un patrón bastante habitual en las
minas romanas. Este nuevo pozo también tiene una sección circular de
aproximadamente un metro y una profundidad de 10,48 metros y está también cerrado. Las profundidades
varían según el terreno, ya que el lecho de la galería se mantiene casi
horizontal. Desde este nuevo pozo la galería continúa con la misma tónica alcanzando
una altura de casi 4 metros, un ancho de
70 cm. y un trazado sinuoso pero con un
rumbo aproximado de 200º. Poco a poco la
galería va ganando altura hasta llegar a los 5 metros, el lecho de la galería
está parcialmente ocupado por derrumbes
procedentes del techo y en algunas zonas
no se ve roca y lo que aparece es una especie de estrato de tierra o barro que
debe ser el causante de los derrumbes.
Desde este pozo continúa la galería con una altura de 5 metros y un rumbo aproximado de 208º; a los 12 metros aparecen dos galerías que salen a nuestra derecha según el sentido de avance, una a nivel de suelo y otra elevada unos tres metros. La galería superior tiene una sección de 1,20 x 0,80 m. en los primeros 5 metros toma un rumbo de 335º y luego vira a 284º, tras otros cinco metros culmina porque se dejó de excavar. Esta galería, excavada en la primera fase constructiva, tiene una funcionalidad incierta ya que no parece captar ningún venero o manantial y al no ser recta no parece ser la típica galería lateral a modo de aliviadero o frenado de la corriente de agua que son muy típicas en estas minas. Están presentes los típicos lucernarios excavados cada 70 cm.
Estratos de arcillas en el techo de la galería, que combinados con la invasión de raíces ha provocado derrumbes. Foto: José Millán. |
Imagen de la galería en el sector anterior al molino con alturas de hasta 6 metros y algunos derrumbes. Foto: José Millán. |
Recorridos otros 44 metros de galería llegamos al siguiente pozo totalmente similar
a los anteriores. El rumbo en el último tramo de galería ha virado a los 154º y
estamos en la lumbrera utilizada por el
Hotel Oromana como pozo de abastecimiento, para nosotros es el P.14. El pozo se encuentra muy modificado habiéndose reexcavado su base para crear un depósito de unos dos metros de profundidad, estando equipado con estructuras de hierro, escaleras etc. para
la colocación de bombas. En el techo de la galería posterior al pozo que tiene
unos 6 metros de altura, se ha excavado
una galería de servicio de unos 10 metros de longitud perpendicular a la mina
y que sale al exterior, es similar a
otras galerías excavadas con el mismo fin a lo largo del trazado, sólo que al contrario de las demás esta conecta con el
techo de la galería y no con la base, por lo que hay que salvar un resalte de
unos cinco metros y para ello se ha colocado una escalera de hierro que se encuentra en muy
mal estado por oxidación. Esta galería de servicio es la que hemos utilizado
para acceder a la mina y explorar este tramo previo al molino, actualmente es la única entrada accesible.
Entrada por la pequeña galería de servicio situada cerca de la lumbrera que fue pozo de abastecimiento del Hotel Oromana. Foto: José Millán |
Base de la lumbrera utilizada como pozo para el Hotel Orormana desde la galería de servicio por la que hemos accedido a la mina para explorar este sector del molino. Foto: José Millán. |
Punto de la galería principal donde encontramos un cruce del que parten dos galerías superpuestas a diferentes alturas. Foto: José Millán. |
Zona final de la galería superior que se encuentra en el 1º cruce desde el molino, donde se dejó de excavar. Foto: José Millán. |
Zona final de la galería inferior que se encuentra en el 1º cruce desde el molino y que culmina en un manantial. Foto: José Millán. |
Base de una de las lumbreras que tienen una sección circular. Foto: José Millán. |
De la base de esta lumbrera parte una bifurcación perpendicular a la galería principal (a la derecha según avanzamos), que lleva un rumbo de 210º y que forma parte de un curioso entramado de galerías interconectadas que iremos describiendo. Para una mejor compresión de estos cruces a esta primera galería la llamaremos “galería A”. Continuando por la galería principal recorreremos unos 7 metros, hasta llegar a un ensanchamiento donde encontramos tres nuevas galerías. De este colector parte una primera galería a nuestra izquierda según avanzamos que a los 4 metros está cerrada por un muro de ladrillo y cemento construido sobre una gran reja de hierro, se trata de otra de las galerías de servicio de la mina y que la conectan con el exterior. Al frente y siguiendo la galería principal nos enconamos con un taponamiento de escombros y tierra que impide la progresión y a nuestra derecha, con un rumbo de 227º nos encontramos con una galería algo más elevada y seca por la que podemos continuar la exploración y como veremos puentear este taponamiento, a esta la llamaremos “galería B”. Tiene una sección media de 1,67x0, 60 m. (no está reexcavada), a los 9 metros de avance llegamos a un cruce situado a nuestra izquierda que tras un corto desarrollo conecta con otra galería paralela, con agua y el lecho algo más bajo, esta será la “galería C”, siguiendo hacia adelante recorreremos 6 metros más hasta un nuevo cruce del que parten dos nuevas galerías, una es la que hemos llamado “A” y que conecta con el P-12 y la otra es la que hemos llamado “C” que describiremos en último lugar. La que ahora describimos es la continuidad de la que llevamos que toma un rumbo aproximado de 266º aunque va haciendo constantes quiebros, esta excavada a una altura algo más elevada que el resto de galerías, unos 90 cm. y es ligeramente ascendente, tiene unas dimensiones medias de 1,86x0, 67 m. estando completamente cubierta de bellas formaciones calcáreas que cubren las paredes, el suelo también aparece tapizado por formaciones características llamadas gours, generados de forma escalonada a favor del constante flujo del agua cargada de carbonatos, aparecen también algunas pisolitas de pequeño tamaño (las pisolitas o perlas de la cavernas son unos espeleotemas generados por la precipitación de caliza en forma concéntrica alrededor de un núcleo que puede ser una pequeña piedra) . Finalmente la galería culmina a los 22 metros en un manantial que a día de hoy está prácticamente seco. Antes de este manantial encontramos evidencias de una pequeña represa de la que sólo existen las acanaladuras de encastre sobre la roca. También aparecen los típicos lucernarios excavados a intervalos de entre 60 a 80 cm.
Imagen del trazado del entramado de galerías que existen tras el P-12, se han representado los flujos de agua puenteando la galería taponada. |
Volviendo al cruce anterior
tenemos una galería que aún no hemos descrito, la “C”, se trata de una galería
que tiene un desarrollo de unos 12 metros y unas dimensiones de 2,32x0, 60 m. y
que con un rumbo de 77º conecta con la galería principal, dando continuidad a
este pequeño laberinto. En el punto de unión con la galería principal
observamos una bifurcación por la que podemos entrar unos metros hasta casi
quedar colmatada de sedimentos y rocas
que no es más que el otro extremo del taponamiento de la galería principal que
describimos con anterioridad.
La interpretación de estas
galerías es compleja, como ya hemos
referido algunas están reexcavadas y otras no, además
la galería principal ha sido puenteada y taponada, derivando toda el
agua por las galerías secundarías, suponemos que por sucesivas limpiezas o
reexcavaciones que han acumulado estos sedimentos. Los puenteos de
galerías en grandes minas de agua son a
veces habituales por modificaciones realizadas para conseguir mejores flujos de
agua desde un manantial captado con posterioridad. Este puede ser el caso ya
que tenemos un manantial captado por una galería lateral y puesto en conexión con
la galería principal a trabes de varias galerías secundarias.
Descrita toda esta red de galerías alternativas continuamos por la galería principal que tiene una sección de 2x0, 45 m. y lucernarios en ambas paredes, manteniendo un rumbo muy constante de 147º hasta que a los 11 metros alcanzamos una nueva lumbrera, para nosotros el P-11, similar a las anteriores pero presentando modificaciones. La base esta ocupada por innumerables escombros restos de represas y de estructuras de hierro para la colocación de bombas, todo son materiales recientes. La distancia entre estas dos últimas lumbreras es inferior a las anteriores, tan sólo 22 metros, y esto puede estar condicionado por todo el entramado de galerías que se han excavado en este tramo y que suman un total de unos 72 metros. Puede incluso que sea un pozo excavado con posterioridad.
Tras esta última lumbrera la galería aumenta su altura a más de 4 metros, estando muy modificada por obras recientes que consisten en grandes revestimientos de ladrillo y una gran represa. A partir de este punto la galería empieza ha estar completamente revestida, en algunos tramos con piedra y en otros alternando piedra y ladrillo y así se mantiene hasta la siguiente lumbrera, situada a unos 15 metros, la sección media es de 1,50 m. de alto por 0,45 m. de ancho. Esta nueva lumbrera, para nosotros el P-10, se encuentra como toda la galería, completamente revestida con piedras, teniendo una profundidad de apenas 5 metros. La galería revestida mantiene un rumbo aproximado de 127º aunque al igual que muchas galerías no revestidas va describiendo pequeños quiebros. La longitud total de esta galería es de unos 50 metros hasta un taponamiento que impide la progresión. Los revestimientos están en su mayor parte construidos con hiladas de piedras de mediano tamaño y que presentan en algunas zonas un mortero de unión de color marrón y poca consistencia, estando cerrada con una bóveda de piedras de mayor tamaño dispuestas a dos aguas. Algunos tramos muy cortos están ejecutados completamente con ladrillos, tanto los hastiales como la bóveda, dando la sensación de que se trata de restauraciones posteriores, todo el mortero que une los paramentos de ladrillos y las canalizaciones existentes, de las que ahora hablaremos, parece relativamente reciente. En el suelo de la galería revestida y adosadas a la zona baja de los hastiales existe una canalización realizada con mortero tejas o ladrillo, según los tramos. Las canalizaciones se encuentran muy deterioradas y en desuso ya que todo este tramo de galería está completamente seco. La galería culmina en lo que podría ser la base de una lumbrera cerrada con piedras y en la que se ha introducido una tubería de unos 40 cm. de diámetro hecha de fibrocemento por lo que se trata de una obra reciente. La zona que rodea esta tubería esta revestida con el mismo ladrillo y mortero que hemos descrito.
Aquí culmina la exploración y estudio de este primer tramo de mina que cuenta con un desarrollo de 551 metros. Desde este taponamiento hasta el punto donde hemos podido explorar al otro lado del tapón distan (según la topografía superpuesta en Google) unos 75 metros, que suponemos debe ser una galería revestida totalmente o en su mayor parte.
Galería en donde desembocan las bifurcaciones "A" y "C" y que recoge agua de un manantial. Las paredes están cubiertas de curiosos espeleotemas. Foto:José Millán. |
Imagen de la galería principal completamente taponada por escombros y que ha sido puenteada por galerías laterales. Foto: José Millán. |
Imagen de una lumbrera que tienen secciones circulares y un diámetro de apenas un metro.
Foto: José Millán.
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Imagen de la galería revestida con mampostería y cubierta por una bóveda apuntada.
Foto: José Millán.
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Zona del
taponamiento hasta los manantiales:
En
la actualidad la mina se encuentra dividida en dos sectores debido a un
taponamiento provocado por derrumbes. Al sector este de la mina y donde se
encuentran los principales manantiales que la alimentan podemos acceder o bien
por la pequeña galería de desagüe que se encuentra junto al río o bien por una
lumbrera situada a unos 35 metros al este. Seguimos describiendo la mina en el
mismo sentido que es desde el molino
hacia los manantiales y en este caso nos
situaos en el taponamiento situado junto
a esta galería de desagüe del río.
Si nos introducimos por esta
pequeña galería que parece excavada recientemente lo que nos encontramos es la conexión con la
galería principal de la mina, situada a unos 11 metros desde la entrada. En
este punto y hacia el oeste (el sentido de las aguas y hacia el molino) nos encontramos con una galería revestida con piedras muy similar a las descritas con anterioridad pero
de mayor altura y que presenta
restauraciones realizadas con diversos materiales como una gran piedra de molino colocada
formando parte de la bóveda o ladrillos. La galería, que tiene una altura de entre 2 y 3 metros apenas
alcanza un ancho de 45 cm. culmina a los
11 metros en un taponamiento que podría ser la base de una lumbrera. Desde este
punto y hasta el otro sector explorado previo al molino distan (según los datos topográficos) unos 75
metros.
Volviendo al cruce con la galería de entrada y tomando dirección este (hacia los manantiales), lo que nos encontramos es una nueva galería revestida de mampostería con una cubierta apuntada formada por losas de piedra y que tiene unas incómodas dimensiones 1,40X0, 58 m. mantiene un rumbo aproximado de 93º aunque va virando poco a poco hacia los 12º, en algunos puntos la cubierta pasa a ser de piedras planas. A los 13 metros de desarrollo culmina lagalería revestida que en algunos puntos presenta desprendimientos y peligro de derrumbe. Entramos ahora en un tramo de galería excavada en la roca de unas dimensiones de 3,35X0, 70 m. Tiene una sección muy irregular por estar formada de roca poco consistente con frecuentes reexcavaciones y refuerzos en los hastiales hechos con hiladas de piedras procedentes de la misma excavación. Toda la pared previa a la siguiente lumbrera esta revestida de esta manera. La galería mantiene un rumbo constante de 109º y tras 24 metros desemboca en una lumbrera que presenta las mismas características que las anteriores, sección redonda aunque parcialmente reexcavada, dándole mayor diámetro, (unos dos metros), para nosotros será el P-0, tiene una profundidad de 6 metros y esta rematada con un pretil de ladrillo y cemento. Esta lumbrera va a ser el punto de acceso para la mayoría de exploraciones que realizamos de este sector. Desde la base de esta lumbrera sigue la galería con un rumbo de 109º pero otra vez revestida de mampostería con la misma y característica bóveda apuntada realizada también con piedras, con un trazado algo sinuoso y con unas dimensiones medias de 1,50x0, 50 m. Esta construcción se encuentra en mucho mejor estado que la anterior y no parece estar reconstruida por lo que creemos debe ser original. Recorridos 18 metros se acaba la galería revestida y entramos en un sector donde se han producido derrumbes, y reexcavaciones sobre la antigua galería revestida, teniendo que pasar en algún caso sobre ella, tras recorrer en esta tónica otros 18 metros con un rumbo constante de 94º y unas dimensiones medias de 2,50x 0,70 m. alcanzamos otra lumbrera circular que aparece también reexcavada en anchura y que tiene 5 metros de profundidad. En la base de la lumbrera aparecen restos de vigas de hormigón pertenecientes a alguna estructura de cierre. Las paredes de la lumbrera aparecen revestidas con piedras, para nosotros este será el P-1. La distancia en línea recta en este tramo entre lumbreras es de 30 metros, se trata de un patrón muy recurrente en minas de origen romano y equivale a 100 pies. El trazado de la galería entre lumbreras con un quiebro o rectificación en la zona media delata que también ha sido excavada por dos equipos en sentidos contrarios.
Lumbrera con un brocal de ladrillo y mortero por donde hemos realizado la mayoría de entradas al sector de la mina situado bajo la Hacienda Oromana. Para nosotros es el P-0 : Foto: José Millán |
Base del P-0, Donde se abre una galería revestida en la dirección de los manantiales. Foto: José Millán. |
Galería revestida de mampostería con bóveda apuntada entre el P-0 y el P-1, se encuentra en un excelente estado de conservación. Foto: José Millán. |
Desde esta lumbrera a la
siguiente continúa la galería con la
misma tónica, siguen apareciendo zonas de los hastiales revestidas con piedras
y se evidencian reexcavaciones limpiezas y zonas desgastadas en la base de las
paredes por la acción del agua. Aparecen lucernarios en ambas paredes espaciados
cada 80 cm. aproximadamente. La galería tiene unas dimensiones medias de 1,90x0, 60 m.
aunque en la zona central se produce la unión de los dos equipos y esto provoca
quiebros y un aumento de la altura a más de dos metros por la igualación de
cotas y correcciones de rumbo. La dirección es de 121º tomada en línea recta
entre lumbreras, la distancia es ahora de 36 metros, lo que equivale
aproximadamente a un “actus” (120 píes
romanos), en este tramo empieza ha aparecer agua en la galería, que nos llega
hasta las rodillas. La nueva lumbrera
tiene 5,5 metros de profundidad y como todas es redonda con un diámetro de poco
más de un metro, sin señales de
reexcavación, para nosotros será el P-2.
De esta nueva lumbrera a la siguiente distan
unos 28 metros en línea recta, coincidiendo con la longitud de la galería que
discurre con una dirección de 112º y casi sin quiebros, aunque apreciamos
claramente una zona de empalme más o menos en el centro, donde la galería está
reexcavada en anchura (sobre todo en la base de las paredes) y presenta
refuerzos de piedra similares a los
descritos con anterioridad, en este punto tiene 2,90x2 m. y una sección
rectangular. A partir de la zona de
empalme el techo baja a 1,90 m. y la anchura pasa a ser la normal, unos 70 cm. La nueva lumbrera sigue teniendo las mismas
características y una profundidad de 13 metros, para nosotros será el P-3.
Tras la lumbrera recorremos
unos 3 metros en el mismo rumbo hasta llegar a dos paredes revestidas completamente con ladrillo
y que hacen una esquina, por el tipo de
ladrillo y mortero, por el tipo de materiales no parece una obra muy antigua . Desde este punto gira la galería unos 90º y a tres metros se bifurca en dos. El ramal que
sale a nuestra derecha, que tiene un trazado irregular y un rumbo aproximado de
270º es una galería claramente de captación y que parece excavada siguiendo un
venero preexistente, tiene unas dimensiones de entre 1,5 a 2 metros de ancho
por unos tres de alto, la sección es muy irregular, con muchos salientes y más parece una cavidad natural que una galería
excavada y esto ha de deberse a las características de la roca. El trazado tan
irregular y constantes quiebros que presenta
toda la galería parecen confirmar
una excavación guiada por un flujo de
agua o un conducto natural preexistente. Recorremos con la misma tónica unos
cincuenta metros hasta llegar a un cruce. Del suelo de la galería en este punto
surge un manantial que es el que capta y encauza esta galería, desde este punto lo que tenemos es una bifurcación a
la derecha que es una pequeña galería
medio taponada, con un rumbo de 217º y completamente seca (en la galería por la
que venimos el agua nos llega hasta las rodillas). Al frente sigue la galería
con tónica ascendente y también seca convirtiéndose en un conducto de 1,20x0, 80 y con el suelo de
arena. Tras recorrer unos 9 metros y hacer un quiebro contacta con la galería
anterior. Desde este punto sigue la galería unos 7 metros más, reduciendo su
altura a apenas 1 m. hasta lo que parece un pozo taponado. Parece una galería
de servicio destinada a puentear el manantial hasta un pozo de acceso a esta
zona.
Paredes revestidas con ladrillo tras la lumbrera que hemos llamado P-3. Foto: José Millán. |
Galería lateral tras el P-3, tiene una sección muy irregular y parece excavada a favor de un venero previo. Foto: José Millán. |
Sector de galerías secas tras el manantial final de la bifurcación del P-3 que finalmente culminan en una lumbrera taponada. Foto: José Millán. |
Restos de una canalización de tejas y mortero en un lateral de la galería. Foto: José Millán. |
Tras esta lumbrera la galería
sigue con unas dimensiones medias de 2,10x0, 98 m. y un rumbo en principio de
106º que luego va virando a 136º, la roca es firme y se aprecian muy bien las
picadas teniendo una sección abovedada.
En las paredes laterales empiezan ha aparecer restos de una canalización
realizada con tejas y mortero que en algún momento ha sido demolida,
apareciendo escombros de la misma por toda la galería, también nos encontramos
con un grabado sobre la roca en uno de los hastíales que nos recuerda una
marca de cantero, se trata de una especie de
triangulo con una cruz en su vértice superior. Observando detenidamente
las paredes en esta zona hayamos algunos
grabados más de lo que parecen cruces simples. La aparición de este tipo de
grabados es común en algunas minas de agua y podrían haber sido realizados por
el personal que ha realizado las diferentes obras en la galería. La distancia a la siguiente
lumbrera es de 43 metros en línea recta, distancia que también hemos encontrado
en algunas minas y que podría equivaler a 150 píes. A mitad de galería entre
las dos lumbreras aparecen dos pequeñas galerías abiertas a la derecha según el
sentido de avance de apenas 3 metros cada una y paralelas y algo elevadas sobre
el lecho. Tienen una difícil interpretación y tampoco tenemos claro si son
obras originales o están hechas con
posterioridad y relacionadas con las canalizaciones de tejas anteriormente
citadas.
Curioso grabado sobre la roca que nos recuerda a una marca de cantero. Foto: José Millán. |
La siguiente lumbrera, para
nosotros el P-5 que esta reutilizado
como pozo de agua y cuenta con estructuras auxiliares como bancadas, tuberías y
una represa, además de estar reexcavado en profundidad. Su profundidad total es
de 17 metros, poco antes de llegar a
este pozo encontramos una gran hornacina tallada en una arista de la galería
que es la de mayor tamaño que hemos encontrado
en esta mina, debió ser excavada para albergar una vasija de
gran tamaño. Tras esta lumbrera y debido a la represa el nivel de agua sube
hasta casi dos metros pero afortunadamente la galería que nos encontramos
es muy alta, teniendo una sección muy
uniforme de 3,50x0, 66 m. y en forma de
bóveda, además discurre con un trazado rectilíneo y un rumbo de 133º. A pesar
de que esta galería tiene
características morfológicas distintas a las precedentes presenta las
correspondientes líneas de lucernarios a dos niveles que delatan las fases de
excavación, apreciándose sobre las paredes antiguos niveles de agua muy
superiores al actual. Poco a poco la altura de agua se va reduciendo según
avanzamos hasta llegar aproximadamente a la altura de la cintura. En algún
punto de la pared y a media altura se
aprecian restos de mortero y teja que han de pertenecer a una canalización
similar a la encontrada en galerías anteriores. Recorridos 31 metros la galería
hace un quiebro a 90º y se produce una disminución de altura, lo que delata un
punto de unión de dos equipos. En el techo apreciamos un nuevo grabado
consistente en una especie de tridente invertido que por su situación pudo ser
realizado en la primera fase de excavación. Tras este quiebro la galería retoma
el rumbo original y tras 7 metros llega a una nueva lumbrera que para nosotros es el P6. La distancia entre lumbreras
es ahora de unos 38 metros. La base de esta lumbrera, que tiene 13 metros de
profundidad, esta reexcavada o agrandada deliberadamente como la sección del
pozo que es redonda y de unos dos metros de diámetro, aparecen algunas
concreciones calizas en forma de coladas en esta zona.
A partir de esta lumbrera
continúa la galería con una gran altura, siendo la sección media de 3,20x0, 65m. y forma rectangular , llevando un rumbo aproximado de
128º. A los 24 metros apreciamos un encuentro de dos equipos con las
correspondientes correcciones de rumbo y profundidad y 6
metros después se abre una nueva lumbrera de sección redonda y mas reducida,
0,90 cm. la profundidad de la lumbrera es de 10 metros. En este caso tenemos una distancia
interlumbreras de unos 30 metros con lo que volvemos a un patrón muy habitual.
Desde esta lumbrera se mantiene la galería con la misma morfología y un rumbo de unos 108º hasta que a los 14 metros vira hacia los 69º, parece
que volvemos a estar en un empalme. A partir de este punto y tras recorrer 11
metros haciendo una curva nos encontramos con una bifurcación a la derecha
según avance, la 2º de este sector. Se trata de una galería de sección irregular, ligeramente
ascendente y con una sección en principio de 1,83x0, 66 m. que luego se reduce
hasta menos de 1 metro. La galería tiene 19 metros de longitud y culmina en un
pequeño venero o manantial, esta cubierta por formaciones calcáreas y que se desarrolla en un estrato de caliza tipo
“travertino” (roca sedimentaria generada por precipitación de caliza en
organismos como algas etc.). la
galería está abierta a favor de un
venero previo. El suelo de la galería esta cubierto de bellas
concreciones calizas producidas por un flujo laminar.
Imagen de una gran hornacina para albergar una vasija excavada en una arista de la galería en lo que parece un empalme o inicio de excavación de un equipo. Foto: José Millán. |
Imagen de la galería de gran altura que se abre tras el P-6. Foto: José Millán. |
Volviendo a la galería
principal y tras recorrer cinco metros llegamos a una nueva lumbrera similar a
la anterior con una profundidad de 10
metros, para nosotros es el P-7. A partir de esta lumbrera la galería cambia de
altura reduciéndose a 1,70 m. y a un ancho similar de 66 cm. Recorridos unos
siete metros nos encontramos un venero o manantial que surge de la pared
derecha según avanzamos, el flujo de agua ha generado unas bonitas formaciones
calcáreas en forma de coladas. La galería sigue con estas dimensiones unos 13
metros más hasta un empalme, donde cambia
la altura subiendo a 2,50 m. y así se mantiene hasta la siguiente lumbrera que
se encuentra a una distancia de 31 metros en línea recta de la anterior,
manteniendo el patrón de espaciamiento. Esta lumbrera es similar a las
anteriores y tiene una profundidad de 13 metros, la hemos llamado P9 y es la
última lumbrera de la mina. Desde esta lumbrera se abre un nuevo tramo de
galería con una dirección de 75º, una
sección de 2,22x0, 67m. y que a los 9 metros culmina porque se dejó de excavar en un final de galería excavado de una manera muy peculiar , excavando la mitad superior de la galería y dejando un escalón con una acanaladura rectangular. El total de galerías topografiadas en este sector es de 623 metros.
Imagen de las coladas generadas por el manantial situado tras el P-7 |
Conclusiones:
Los
sistemas constructivos observados en esta mina son los característicos de la
ingeniería minera romana, incluyendo los patrones que se han utilizado para el
espaciamiento de lumbreras, que van de los 100 pies a los 150 píes (un píe romano son unos 29,7 cm.) a pesar de la notable ausencia de elementos constructivos característicos de
esta época, como son el ladrillo o la tégula, y que sí están muy presentes en otras muchas minas construidas
durante este período. Las galerías revestidas originales y que no presentan
reformas son similares a las existentes en otras minas romanas
situadas en los Alcores, teniendo un encuadre más propio de la época
romana que de períodos posteriores. Las excavaciones arqueológicas realizadas en diferentes puntos de los Alcores
han puesto de manifiesto que en épocas anteriores al siglo I de nuestra era los materiales constructivos latericios
(hechos de barro cocido) no estaban muy generalizados, siendo recurrente la
utilización de otros materiales más modestos como la piedra, que en este caso es obtenida de la propia excavación.
Otro hecho destacable en este caso es la uniformidad de las secciones redondas de todas las lumbreras, al contrario que en la mayoría de minas estudiadas hasta ahora donde se recurre a la sección rectangular. Hay un buen número de minas ya catalogadas en los Alcores donde todas las lumbreras son rectangulares, otras donde conviven los dos modelos aunque es preferente la rectangular y como último caso este que nos ocupa donde todas son circulares. Yo tengo una teoría personal por la que tiendo a considerar que las lumbreras rectangulares son una mejora o evolución sobre las redondas en cuando a minas de agua se refiere, ya que facilitan mucho el trazado de las galerías el cambio de dirección etc. Por lo tanto tiendo a pensar que las minas con lumbreras redondas (de las que tenemos varios ejemplos en los Alcores) son algo más antiguas y quizás esto justifique también la ausencia de materiales latericios que son tan comunes en minas claramente encuadradas por asociación directa a infraestructuras construidas en el siglo I después de Cristo, época donde el uso de estos materiales, sobre todo el ladrillo y la tégula, estaban muy generalizados. El gran desarrollo de las formaciones calcáreas que presentan muchas galerías son indicativas de la antigüedad de las excavaciones y muy similares a las ya estudiadas en otras minas romanas de la zona, apoyando también su encuadre cronológico.
Otro hecho destacable en este caso es la uniformidad de las secciones redondas de todas las lumbreras, al contrario que en la mayoría de minas estudiadas hasta ahora donde se recurre a la sección rectangular. Hay un buen número de minas ya catalogadas en los Alcores donde todas las lumbreras son rectangulares, otras donde conviven los dos modelos aunque es preferente la rectangular y como último caso este que nos ocupa donde todas son circulares. Yo tengo una teoría personal por la que tiendo a considerar que las lumbreras rectangulares son una mejora o evolución sobre las redondas en cuando a minas de agua se refiere, ya que facilitan mucho el trazado de las galerías el cambio de dirección etc. Por lo tanto tiendo a pensar que las minas con lumbreras redondas (de las que tenemos varios ejemplos en los Alcores) son algo más antiguas y quizás esto justifique también la ausencia de materiales latericios que son tan comunes en minas claramente encuadradas por asociación directa a infraestructuras construidas en el siglo I después de Cristo, época donde el uso de estos materiales, sobre todo el ladrillo y la tégula, estaban muy generalizados. El gran desarrollo de las formaciones calcáreas que presentan muchas galerías son indicativas de la antigüedad de las excavaciones y muy similares a las ya estudiadas en otras minas romanas de la zona, apoyando también su encuadre cronológico.
En
cuanto al detalle de las técnicas
constructivas y en referencia a la iluminación observamos los clásicos
lucernarios (huecos excavados en los
hastiales para la colocación de pequeñas
lucernas de aceite) espaciados a distancias regulares de entre 10 cm. a un
metro, observamos igualmente la excavación
de hornacinas (huecos de mayor tamaño que los lucernarios) en la base de las lumbreras y en puntos de
empalme de galerías para albergar vasijas de aceite con las que recargar las
lucernas y seguramente controlar los turnos de excavación. Las señales de
herramientas de excavación que hemos observado se identifican con el clásico pico curvo de hierro y el cincel plano
en las zonas de roca menos consistente repitiéndose el patrón habitual de todas las minas romanas estudiadas hasta
ahora en Los Alcores. Las excavaciones de las galerías entre lumbreras están realizadas con el clásico sistema de dos equipos excavando en sentidos contrarios,
desde cada lumbrera hasta el encuentro donde se corrigen los rumbos y
profundidades. Resulta llamativo el recurrente trazado irregular de las
galerías entre lumbreras incluso de las revestidas. Es raro en esta mina encontrar trazados de galerías totalmente rectos, como sí son frecuentes en
otras muchas minas. La explicación que podemos encontrar es la del seguimiento
de zonas de debilidad o fracturas del terreno marcadas por los flujos de agua y
que quizás era una técnica utilizada
cuando el excavador se veía obligado a excavar con un importante flujo de agua,
esto puede explicar las varias galerías laterales y perpendiculares de corto desarrollo que encontramos en varios
puntos de la mina y que podrían tener la función de “aliviadero”y que son también habituales en muchas otras minas.
También
están presentes las grandes reexcavaciones delatadas por galerías de hasta 6
metros de altura y líneas de lucernarios a varios niveles que son comunes en otras minas de gran
desarrollo. Estas grandes reexcavaciones, hechas a veces en fases
consecutivas son normalmente atribuibles
a varios factores como la nivelación del lecho de circulación del agua (las
galerías de la mina están normalmente construidas con unas pendientes muy pequeñas y que no suelen
exceder el 0,5%, para evitar la circulación rápida que provoca desgaste de las
galerías y arrastre de sedimentos , estas pendientes eran realizadas
normalmente una vez construidas las galerías por reexcavación hasta conseguir el
flujo de agua correcto) la búsqueda de estabilidad o quizás el exceso
de agua acumulada en las galerías.
En el caso particular de la mina de Orormana nos podríamos preguntar: ¿ Cual podría
ser la funcionalidad original de esta mina situada junto al margen de un río? y no se nos ocurre otra que la de
suministro de agua potable a una población. Sabemos que la mina fue reutilizada
para mover uno o varios molinos a lo largo de su historia pero no puede ser esa
su funcionalidad original. La reutilización de la mina está muy atestiguada por
las innumerables reformas y modificaciones que encontramos en su interior. Una
de las más destacables es una
canalización hecha con teja mortero y ladrillo que hay día de hoy esta
completamente destruida de una manera deliberada. Los materiales constructivos
de esta canalización no se pueden encuadrar en época romana por lo que no deben
ser originales y sólo atribuibles a su uso para el movimiento del molino o
abastecimiento de algunas grandes haciendas de orígenes medievales situadas en
la zona. Los restos de represas, destruidas, también con posterioridad, delatan su abandono como fuerza motriz del
molino y su vuelta a un uso puramente de abastecimiento, hecho que debió
producirse ya entrado el siglo XX.
Restos de canalizaciones en una de las galerías revestidas y que por su tipología parecen obras relativamente recientes. Foto: José Millán. |
A
pesar de que las galerías finales de la
mina presentan notables modificaciones posteriores a su construcción parece claro que la salida original de sus
aguas debió estar más o menos en el
mismo punto que la actualidad que
recordemos es la atarjea del molino. Si la mina abastecía a alguna población no
podía ser en este punto sino en una zona situada en el margen contrario del río, que es donde se desarrollaron las ocupaciones
humanas conocidas durante época romana y
medieval ( La ocupación romana está
atestiguada por los restos de una gran necrópolis aparecidos en una excavación
de urgencia a consecuencia de unas obras y que está situada en la zona conocida como Santa Lucía-Los Cercadillos) https://sevilla.abc.es/hemeroteca/historico-27-07-2007/sevilla/Home/alcala-de-guadaira-descubierta-una-necropolis-romana-con-60-tumbas_164142319872.html
sumado a todo esto y como
ya hemos indicado con anterioridad es
por esta zona de Santa Lucía (llamada así en alusión de una antigua
ermita ya desaparecida) por la que discurre una de las galerías más
importantes de la mina principal y que
llevaba el agua a la Hispalís romana.
La mina por tanto pudo
abastecer a una población in situ o por el contrario unir sus aguas a la mina
principal, conocida como Mina de Alcalá y ser parte de este gran acueducto que
abasteció a Sevilla desde el siglo I antes de Cristo hasta prácticamente el
siglo XX llamado “Los Caños de Carmona”y del que ya hemos hablado, sin descartar tampoco
que cumpliera las dos funciones.
Sea como fuere a día de hoy no
tenemos datos suficientes para confirmar esta hipótesis aunque bien es cierto
que por las cotas a las que discurren
las aguas de las galerías principales de la mina de Alcalá esto podría ser posible.
Hemos buscado evidencias de un acueducto
que salvara el cauce del río, elemento que creemos hubo de existir dada las
razones que antes hemos expuesto. Si bien no queda ni rastro de esta estructura
ni a un lado ni a otro del río si hemos encontrado unas cimentaciones de
mampostería situadas bajo la atajea del molino de Oromana que podrían haber formado parte de la misma. En el margen del río contrario al Molino de Oromana se construyeron
en el siglo XIX estructuras de
canalización asociadas a un azud o represa y destinadas a dar fuerza motriz a
varios molinos de rivera que han podido borrar toda evidencia de esta primitiva
canalización, incluso podría alguna de ellas haberse construido sobre los restos de ésta.
Finalmente y como en el caso de
todas las minas que estudiamos consideramos muy importante su conservación y
puesta en valor como parte de este ingente patrimonio hidráulico subterráneo
que nos dejaron nuestro antepasados. Actualmente la mina esta en desuso ya que
sus caudales prácticamente se han secado,
algunos de sus pozos se encuentra abiertos y sin ningún tipo de protección y esto tendría
también que ser solucionado, tanto por seguridad como por la protección de las
galerías de vertidos o taponamientos.
Imagen del azud del molino de Benarosa, situado en las proximidades del molino de Oromana. Foto: José Millán. |
Queremos agradecer al Área de Cultura del Ayuntamiento de Alcalá de
Guadaira, y especialmente a D. Francisco Mantecón
Campos por facilitarnos los permisos
necesarios para el acceso a las galerías.
El
equipo de exploración y topografía ha
estado formado por:
Manolo Bernal, Agustín Díaz, Marcos Alexis
Portillo, José María Cuesta, Enrique Mª Peña, Antonio González, Emilio
Sandoval, William Max, Juanma Román, Álvaro Pérez, José Millán.
Bibliografía:
SOCIEDAD
ESPELEOLÓGICA GEOS, (2010). “El
acueducto a Sevilla desde Alcalá de Guadaira”. AQUAE, V. Congreso de las obras públicas romanas:
Fundación de la ingeniería técnica de
obras públicas. Córdoba, Pp. 205-223
García Rivero F., 1978. Orígenes e historia
de Alcalá de Guadaira, Ayuntamiento de Alcalá de Guadaira.
Orche, P. Millán, J. y Román JM. (2018) “Las
minas de agua en los Alcores sevillanos: unas monumentales obras subterráneas
de época romana que empiezan a salir a la luz”. Actas del II Congreso
Internacional del Patrimonio Industrial y la Obra Pública. Alcalá de Guadaira
E.P.
Fernández Chávez M. (2011). Los Caños
de Carmona y el abastecimiento de agua
en la Sevilla moderna. Emasesa. ISBN 978-84-614-6041-0.
Millán, J. 2013-2014. La mina de agua de la Huerta de Martín Pérez
(Carmona, Sevilla). Gota a Gota, n. º 3 (2013-2014), pp. 52-57.
Millán, J. 2015. La mina de agua del Puerto de Brenes o de la Fábrica
de Anís (Carmona, Sevilla). Gota a Gota, n. º 7 (2015), pp. 14-27.
Millán, J. 2016. La minería
hidráulica romana en Los Alcores sevillanos. En: Actas EspeleoMeeting
Ciudad de Villacarrillo. Villacarrillo, pp. 81-88.
Millán, J. 2017. La mina de agua de San Antón (Carmona, Sevilla).
Gota a Gota, n.º 14 (2017), pp. 40-58.
Millán, J. 2018. La mina de agua del Alcázar del Rey don Pedro
(Carmona, Sevilla). Gota a Gota, n. º 15 (2018), pp. 5-13.
La fotografía del murciélago es un fotón, podría ganar cualquier concurso fotográfico en el que la temática fuera la naturaleza y el hombre, mis felicitaciones para el fotógrafo.
ResponderEliminarDel resto de la entrada....me quedo sin palabras. Veo sospechosamente que la ruta de galerías pasa por salidas de agua que yo pensé eran maantiales, ahora intuyo que es todo la misma mina.
Gracias por este trabajo.