Introducción:
El
Servicio Arqueológico del Ayuntamiento de Carmona lleva desde el año 2012 realizando
campañas de excavación sistemáticas en la Plaza de Julián Besteiro situada en
pleno centro de la localidad. Estas
excavaciones son consecuencia
de que en el lugar aparecieran los restos de unas termas de época romana en las labores previas a las obras de construcción de un parking subterráneo. En esta plaza existió en el siglo XVII un convento de monjes carmelitas que fue convertido en cárcel sobre el siglo XIX, tras la desamortización y
posteriormente derruido ya entrado el Siglo XX. Bajo los cimientos de esta construcción
moderna subyacen restos de una ocupación mudéjar, almohade, romana y
calcolítica, esta última representada por pequeños silos para el almacenamiento
de grano.
Imagen de las excavaciones realizadas en la Plaza de Julián Besteiro que han dejado al descubierto un gran edificio termal de época romana. Fuente: Juanma Román |
La zona del edificio termal que ha salido a la
luz tras las excavaciones es extraordinaria, consta de tres piscinas de agua
fría y dos de agua caliente (caldarium y tepidarium) construidas sobre el
clásico hypocaustum, elaborado con
múltiples bóvedas de ladrillo y restos de algunas dependencias asociadas.
Parece no haber duda de que se tratan de
unos baños de carácter público, construidos probablemente durante el mandato del emperador Augusto (del
año 27 antes de Cristo al año 14 después de cristo). Etapa donde la Carmo
romana alcanzó su máximo apogeo y consecuentemente se abordaron las
grandes obras públicas que modificaron
la ciudad, convirtiéndola en una gran
metrópolis. El edificio muestra señales de diferentes reformas realizadas
a lo largo del tiempo que culminan con
su total abandono y expoliación producidos ya a finales del siglo II , cuando
por causas que todavía no se conocen con precisión la ciudad sufre una profunda decadencia.
Vista general del Hypocaustum, podemos apreciar el pozo o lumbrera hallado bajo el pavimento del mismo. Fuente: Juanma Román. |
Cronología
del hallazgo:
En octubre del 2017, unas obras de limpieza del hypocastum dejan a
la luz un gran sillar situado bajo los
ladrillos que forman parte del pavimento y que parece estar tapando un pozo.
Cuando el sillar es retirado se descubre que efectivamente se trata de un pozo
rectangular de tipología romana, también se aprecia que a los 7 metros de
profundidad se encuentra completamente inundado. Es entonces cuando el compañero Juanma Román, director de las
excavaciones y miembro de la AAES (Asociación Andaluza de Exploraciones
Subterráneas) nos avisa para proceder su
exploración que se realiza a
finales de ese mismo mes. Descendemos el pozo y colocamos una bomba de agua
eléctrica que consigue hacer descender el nivel de agua unos pocos centímetros,
lo suficiente para ver lo que parece un taponamiento por
derrumbe de las paredes del pozo, además el nivel de agua se recupera
rápidamente. Con esto se da por
concluida la primera exploración.
Imagen de los trabajos de limpieza de la lumbrera del hypocaustum por parte de los poceros. Fuente. AAES. |
A finales de febrero del
2018 el Ayuntamiento contrata a una empresa de poceros que durante varios días
realizan una limpieza y extracción de agua del pozo mediante bombas. Al poco de iniciar la
desobstrucción se topan con un taponamiento
realizado con grandes tégulas situado
un poco más abajo del punto donde habíamos llegado nosotros, bajo las
tégulas continúa el pozo unos 6 metros más hasta una galería. Se extraen
grandes cantidades de barro y se bombea agua durante días ya que el nivel de la
misma sube con rapidez.
El 2 de marzo del 2018 procedemos a explorar la
galería descubierta resultando tener la misma tipología que todas las estudiadas hasta ahora en los Alcores. Esta excavada a pico y presenta la típica línea de lucernarios pegados al techo, por desgracia
no podemos avanzar más de cinco metros en los dos ramales opuestos que salen de
la base del pozo debido a que se encuentran colmatados de barro hasta el techo.
Arriba imagen de los preparativos para el descenso a la mina , abajo imagen de la galería descubierta tras el vaciado. Fuente. AAES |
Descripción
de la mina y conclusiones:
La lumbrera de acceso a la
mina tiene unas dimensiones de 1,53 X 0, 63m. y esta equipada con estribos
excavados en la roca para el apoyo de los píes, a los 7,3 metros de profundidad
nos encontramos que el pozo atraviesa
un estrado de margas de aproximadamente 1 m. de espesor y donde los
constructores del pozo colocaron una serie de grandes tégulas, formando un
“falso techo” cuya utilidad no ha de ser otra que la de salvaguardar la galería
inferior e impedir su taponamiento. Bajo esta cubierta de tégulas el pozo
desciende 4,5 metros más hasta el techo de la galería.
De la base de la
lumbrera parten dos galerías, la primera (que es por algunas evidencias la que
va a favor de la circulación de agua) tiene un rumbo de 319º respecto al norte,
y una sección sensiblemente rectangular de 1,92 X 0, 60m. Presenta lucernarios
pegados al techo en la pared derecha según avanzamos y a unas distancias de 44
cm. de media. Los lucernarios tienen unas dimensiones estandarizadas de 15 X 12X 20cm.
(ancho, profundidad y altura), están abiertos
con la misma herramienta plana que el techo. Las marcas de picos en los
hastiales indican que la galería esta
excavada hacia nosotros, la zona del techo ha sido excavada con cincel plano lo que le confiere la típica sección rectangular.
Arriba imagen de la galería en la que se aprecia un lucernario pegado al techo, abajo imagen del taponamiento por barro y escombros. Fuente. AAES |
La otra galería que sale
del lado opuesto (la lumbrera esta alineada con la galería) tiene un rumbo de
125º y una morfología distinta ya que empieza teniendo una altura similar a la
galería precedente pero al poco la reduce bruscamente, manteniendo una
anchura parecida, estas nuevas dimensiones son de 1,52 X 0,74m. presenta lucernarios
similares excavados en la pared izquierda según avanzamos. Lo que encontramos
en esta galería parece lo que llamamos un “empalme” que no es más que el punto donde un excavador ha conectado la galería previamente excavada desde la base del pozo y por esos tiene mayor altura . Es una técnica habitual en la
construcción de minas romanas, es esta la galería de la que viene la corriente
de agua.
Las conclusiones que
sacamos son varias e interesantes. La mina esta construida en una fase anterior
a la construcción del propio edificio termal lo
que nos permite datarla al menos en el siglo I de nuestra era, sin poder descartar una cronología anterior. La
orientación de la galería coincide bastante con la orientación de las
edificaciones romanas y no debe ser casualidad por lo que parece que el edificio termal se adapto al trazado que tienen las galerías de la mina.
Imagen de la lumbrera desde su base. Fuente. AAES |
En la excavación tenemos tres pozos más, uno
de ellos está situado bajo un muro construido en época medieval y a escasos
metros del situado bajo el hypocaustum, según la topografía realizada de la
mina debe estar relacionado con la misma y ser el pozo siguiente al tramo de galería
que va en dirección noroeste. Cabe destacar que este pozo ha sido utilizado como desagüe
en algún momento como atestigua una canalización realizada con imbrices (un tipo de teja romana), sin haberse podido
determinar si dicha canalización es de época romana o medieval ya que el material
que la forma puede estar reutilizado.
El siguiente pozo esta situado sobre el suelo de una de las piscinas de agua fría, la de mayor tamaño, a unos 10 metros al oeste y se trata del pozo de agua del antiguo monasterio que luego fuera cárcel. El echo de que el suelo de la piscina este roto para construir el pozo indica que es posterior a la piscina aunque nos cabe la duda que pudiera ser también un pozo “condenado”, como el situado bajo el hypocaustum y que fuera reabierto en una época posterior.
El otro pozo ha aparecido a unos seis metros al norte de este y parece también una lumbrera de mina. Por desgracia se encuentra colmatado de barro por lo que no hemos podido confirmar que pertenezca a la mina.
Junto a la piscina anteriormente descrita (la de mayor tamaño) existe una especie de foso construido en época romana de funcionalidad
indeterminada y en el que se encontró un tramo de galería excavada en la roca. Se piensa que en este
punto podría haber existido algún tipo de sistema de elevación tipo noria para
llenar las piscinas desde la mina de agua y que la pequeña galería existente
pudiera estar destinada al mantenimiento de la misma. Hasta ahora son sólo
hipótesis a falta de más excavaciones y de las limpiezas de las lumbreras para
conocer el trazado de las galerías bajo el edificio termal.
Imagen de la exploración del pozo de agua del antiguo palacio de los Briones. Fuente.AAES |
Por otro lado otras
investigaciones realizadas en el pozo de agua principal del edificio donde se
halla la Universalidad Pablo de Olavide y que fuera antiguamente la Casa
Palacio de los Briones han permitido
descubrir un tramo de galería de mina
que por su situación podría ser parte de la que pasa bajo la terma, por
desgracia este tramo de galería también se haya taponado e inundado por lo que
no se ha podido concluir hasta el momento su exploración.
Es habitual encontramos con
minas de agua asociadas a yacimientos de
origen romano y queda demostrado con ello que estas minas fueron uno de los
sistemas de abastecimiento hidráulico mas utilizados durante la ocupación
romana, tanto de las ciudades como de todos los núcleos urbanos situados en el
ámbito rural a lo largo de toda la colina de los Alcores .
Agradecimientos:
Al Ayuntamiento de Carmona por su apoyo y financiación de las
labores de desobstrucción de la lumbrera, a D. Francisco Hidalgo, coordinador
de la sede de la Olavide de Carmona por permitirnos investigar el pozo de agua
situado dentro de este recinto.
En las labores de exploración estudio y
topografía de la mina han participado
los miembros de la AAES, Agustín Díaz y José Millán Naranjo, coordinando los
trabajos también ha estado el arqueólogo , director de las excavaciones y miembro de la AAES Juanma Román.